CSIC celebra los 90 años de investigación de vanguardia en química y física del edificio Rockefeller
El Instituto de Química Física Rocasolano (IQFR) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) celebra el este año el 90 aniversario de la fundación de su predecesor, el Instituto Nacional de Física y Química. Financiado por la Fundación Rockefeller de Estados Unidos por iniciativa de la Junta para la Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE), supuso la consolidación de la Edad de Plata de la ciencia española al reunir bajo el mismo techo el trabajo de algunos de los investigadores más relevantes de la ciencia española como Blas Cabrera, Enrique Moles, Julio Palacios, Miguel A. Catalán, Julio Guzmán y Antonio Madinaveitia, entre otros.
Fachada del edificio Rockefeller, actual Instituto de Química Física Rocasolano. / CSIC
“Este emblemático edificio fue, y aún es, un ejemplo de arquitectura concebida para la investigación, para el conocimiento, para el saber. Su avanzado diseño le dotó de una gran funcionalidad y versatilidad, un aspecto clave que ha permitido desarrollar de forma ininterrumpida, durante 90 años, una investigación puntera en química y física. Es sin duda uno de los mayores y mejores exponentes del progreso de la ciencia en España, un ejemplo de esfuerzo y perseverancia en investigación interdisciplinar focalizada a los grandes retos que la actual sociedad exige de una institución científica.”, explica Juan A. Hermoso, director del Instituto de Química Física Rocasolano.
La presidenta del CSIC, Eloísa del Pino, junto al profesor emérito Alberto Ulises Acuña, quien ideó y llevó a cabo la reconstrucción del laboratorio histórico del IQFR./ César Hernández / CSIC Comunicación
Para conmemorar los 90 años del edificio Rockefeller, inaugurado el 6 de febrero de 1932 en la calle Serrano de Madrid, el CSIC y el Instituto de Química Física Rocasolano han organizado un conjunto de actos conmemorativos. Entre estas actividades se incluye, además de un ciclo de conferencias, la inauguración del Laboratorio histórico Enrique Moles de Química y Física, una réplica fiel de un laboratorio de 1932 del Instituto Nacional de Física y Química, equipado con mobiliario e instrumental auténtico de la época. Este espacio, que funcionará a modo de museo, podrá contemplarse desde el exterior del edificio.
“Este emblemático edificio fue, y aún es, un ejemplo de arquitectura concebida para la investigación, para el conocimiento, para el saber. Su avanzado diseño le dotó de una gran funcionalidad y versatilidad, un aspecto clave que ha permitido desarrollar de forma ininterrumpida, durante 90 años, una investigación puntera en química y física. Es sin duda uno de los mayores y mejores exponentes del progreso de la ciencia en España, un ejemplo de esfuerzo y perseverancia en investigación interdisciplinar focalizada a los grandes retos que la actual sociedad exige de una institución científica.”, explica Juan A. Hermoso, director del Instituto de Química Física Rocasolano.
Desde su creación, el Instituto Nacional de Física y Química fomentó la dedicación de las mujeres a la ciencia y la investigación. Entre 1932 y 1937, 36 científicas estuvieron vinculadas al centro, como Felisa Martín Bravo, Dorotea Barnes, Pilar Madariaga, y María Teresa Salazar, entre otras.
El edificio Rockefeller fue la sede del CSIC desde la creación de la institución, en 1939, hasta la inauguración del edificio actual, construido a pocos metros de este en 1943.