El proyecto Smarter avanza en parámetros heredables relacionados con la eficiencia y la resiliencia
Los principales objetivos del proyecto Smarter hacen referencia a la identificación y validación de nuevos predictores que permitan medir la capacidad de eficiencia y resiliencia de los animales, desarrollar herramientas que permita una toma de decisiones en los procesos de mejora de los pequeños rumiantes, desarrollar nuevas metodologías que permitan una aplicación más eficiente de la selección genómica en ovino y caprino y analizar la posibilidades y beneficios de procesos de valoración genética internacional.
La Facultad de Veterinaria de la Universidad de León acogió durante los pasados días 18 y 19 de mayo la reunión anual del proyecto europeo Smarter, cuyo objetivo es desarrollar estrategias de innovación para mejorar la resiliencia y eficiencia en ganado ovino y caprino, para poder adaptarse a las nuevas y exigentes condiciones de producción.
La reunión, que contó con un total de 52 expertos de forma presencial y otros 28 que se conectaron de forma online durante los dos días del evento, es la segunda de estas características que se desarrolla en el seno del proyecto Smarter, tras la celebrada en 2019 y que no pudo retomarse en años pasados por los efectos de la pandemia de COVID-19. Se trata de una reunión importante para el futuro del proyecto que arrancó en el año 2018, ya que tiene previsto finalizar en junio de 2013, por lo que la reunión de León sirvió para presentar los resultados más interesantes y planificar las medidas de trabajo del año que queda por delante.
Los resultados de esta reunión han sido satisfactorios, ya que se han constatado avances en los objetivos principales del proyecto, como explica Juan José Arranz, catedrático de la Universidad de León y coordinador en España del proyecto Smarter. Así, se ha comprobado que existen determinados parámetros relacionados con la eficiencia y la resiliencia de los animales que podrían incorporarse a los programas de mejora de las razas ovinas y caprinas.
Un ejemplo es la emisión de metano de los animales y su impacto en el medio ambiente. Se ha comprobado que los animales más productores son los más eficientes en estas emisiones, ya que dedican menos porcentaje a las actividades de mantenimiento propias de la especie. El camino futuro será definir biomarcadores de estos parámetros.
También se ha avanzado en el desarrollo metodológico para los esquemas de mejora de las razas y en la creación de un grupo internacional que permita aunar experiencias, e incluso valoraciones genéticas, en los programas de mejora de las diferentes razas, con la dificultad que supone la evidente heterogeneidad del sector a nivel mundial.
Aplicación práctica de la genómica
La genómica, que es un aspecto fundamental en el futuro de la mejora genética, se desarrolla a dos velocidades, según explica Arranz: “Por un lado, están los que utilizan la metodología tradicional y se hace la estimación de los valores genéticos de los individuos utilizando el BLUP, es decir, utilizando la información del pedigrí y los datos productivos corregidos utilizando los respectivos efectos identificados para cada raza y programa.
Por otro lado, están los programas que han comenzado a utilizar, además de lo anterior, la información genómica y que supone un salto cualitativo en acortamiento del intervalo generacional y, en algunas ocasiones, mejora en la precisión de los valores genéticos estimados. Entre los que están en la segunda opción son, de forma principal, los de ganado ovino de leche y fundamentalmente los de las razas Assaf, Latxa, Manchega y Churra. Sin duda la inversión necesaria para la utilización de la información molecular requiere una organización del programa de mejora que hace que se optimice el programa de mejora y que los rendimientos sean superiores”.
En este sentido, el experto reconoce el esfuerzo que han hecho las asociaciones de raza (Assafe, Agrama, Confelac y Anche), coordinadas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) en una encomienda coordinada por el INIA, y que ha permitido, el análisis de los beneficios de incluir la información genómica en los programas de evaluación genética. “Esta actuación ha requerido un intenso trabajo por parte de las asociaciones de criadores que no solo implica el uso de la información molecular, sino también el cumplimiento con aspectos relativos a la identificación animal, la estandarización de los fenotipos productivos y funcionales, el procesado de los datos y los procedimientos de evaluación genética”, señala.
Consorcio internacional
Para desarrollar el proyecto Smarter se ha constituido un consorcio internacional coordinado por el INRAE de Francia y en la que participan instituciones académicas y profesionales del sector de pequeños rumiantes de Francia (Institut de l’Elevage, Races de France, UPRA-Lacaune, Capgènes), Grecia (AUTH, Frizarta), Suiza (FiBL), Italia (ARAL, CNR), Uruguay (INIA), Reino Unido (SRUC, Roslin Institute, Texel Society, Yorkshire Dairy Goats, AbacusBio), Hungría (U. Debrecen), Canadá (U. Guelph), Noruega (NSG), Irlanda (Teagasc) y España (U. de León, CSIC, Neiker, Ovigén y Assafe). En total hay 27 socios de 13 países europeos que incluyen centros de investigación, asociaciones de criadores, empresas de transferencia de tecnología y asociaciones internacionales como la asociación europea de zootecnia (EAAP) y el ICAR.
El proyecto Smarter en el FORO OVINO
El FORO NACIONAL DE OVINO 2022 recogerá una presentación general del proyecto, la estructura y los principales objetivos. Además, habrá tres sesiones relacionadas con los experimentos de eficiencia y resiliencia y se presentarán los resultados sobre eficiencia alimentaria y mejora genética para la reducción el impacto ambiental el grupo de investigación de mejora genética del INIA de Uruguay en el ganado ovino de producción de lana. Además, se propone abordar una mesa redonda donde se hablará de las ventajas e inconvenientes de realizar una valoración genética internacional presentándose caso de razas con una mayor implantación internacional y otras con más locales. “El abordaje por primera vez de esta iniciativa en pequeños rumiantes es un motivo suficiente para dedicarle un tiempo de exposición y discusión de ideas que será, sin duda, muy productivo”, señala Arranz.