Los científicos reclaman un programa nacional de investigación en cereales
Durante la Asamblea de la Asociación Profesional de Empresas Productoras de Semillas Selectas (Aprose), un grupo de investigadores de varias comunidades autónomas se mostraron partidarios de establecer un programa nacional de investigación en cereales, con participación de los sectores público y privado.
Ernesto Igartua —de pie— junto a Rosa Ana Malvar, Francisco Ciudad y Juan Arellano.
Los científicos quieren acercarse a la Sociedad y que ésta conozca y reconozca su labor. Así lo pusieron de manifiesto el jueves 11 de abril en Valladolid, durante la segunda parte de la Asamblea anual de Aprose, cuya junta directiva aprovechó la reunión para lanzar un mensaje de acercamiento al mundo de la investigación.
Ante una sala formada por empresas productoras de semillas, Ernesto Igartua, investigador de la Estación Experimental Aula Dei (EEAD-CSIC), justificó la necesidad de establecer un programa nacional de investigación en cereales que dé respuesta a las demandas del mercado y de los consumidores, la protección de los cultivos frente a las amenazas de patógenos y plagas, y que haga frente a los retos del cambio climático.
El incremento estimado de la población mundial conllevará un aumento de la producción, pero debe realizarse de manera sostenible y con alimentos de calidad. El científico se refirió a los mejoradores genetistas y fisiológicos, obtener un rendimiento según las condiciones y aplicar criterios fiables en la selección de materiales. Comentó que en el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) hay varios grupos de trabajo abiertos, con proyectos a dos años, que promueven la integración de la investigación en los sectores público y privado, con el fin de favorecer la seguridad alimentaria.
La Asamblea 2019 de Aprose se celebró en un hotel de la capital pucelana.
Igartua subrayó la necesidad de que los centros investigadores y las empresas aúnen esfuerzos para desarrollar cereales en España con una mayor calidad y rendimiento. Hasta ahora ya se han celebrado dos Simposios de Fisiología y Mejora de cereales, en Zaragoza y Córdoba. En esta línea se encuadra el manifiesto lanzado hace unos meses por los coordinadores de la Red de Excelencia de Fisiología del Rendimiento y Calidad para la Mejora de Cereales, donde se apela a un crecimiento en la producción cuantitativo y cualitativo. Para lograrlo, es necesario apostar por ello de forma clara, porque “sabemos y podemos hacerlo”, dijo Igartua. “La Ciencia actual tiene los medios necesarios”. El científico abogó por la unión desde diferentes ámbitos porque “la investigación es barata”. Pero añadió: “Lo que se invierte en España en investigación es una ridiculez”.
A su juicio, nuestro país tiene a su favor la mayor riqueza de variedades locales de cereales y otros cultivos de Europa. “Hace falta visión, tiempo y voluntad”, puntualizó. “La pre-mejora requiere pensar con tiempo, a 15-20 años vista. Y la empresa privada no lo tiene”. Y citó como ejemplos de referencia proyectos de otros países: BreedWheat (Francia), Proweizen Alliance for Wheat Research and Breeding (Alemania) y Designing Future Wheat (Reino Unido).
Sergio G. Atienza, Elena Prats, Nieves Aparicio y Pedro Revilla.
Plataformas Temáticas Interdisciplinares
Otros investigadores presentes en el acto fueron Pedro Revilla (Red de Excelencia FiRCMe) Nieves Aparicio y Francisco Ciudad (Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León, ITACyL), Elena Prats y Sergio Atienza (Instituto de Agricultura Sostenible, CSIC de Córdoba), Juan Arellano (Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca, IRNASA-CSIC) y Rosa Ana Malvar (Misión Biológica de Galicia, MBG-CSIC).
Esta última protagonizó la segunda intervención del ámbito científico, en la que avanzó la Plataforma Temática Interdisciplinar Agrofor, un proyecto que busca la optimización de los sistemas agrarios y forestales, recuperando la biodiversidad de los cultivos aumentando su sostenibilidad, resiliencia y rentabilidad.
“Reconvertir líneas de investigación por cuestiones de mercado no es razonable”
Han llegado las lluvias, pero puede que haya sido tarde para salvar la cosecha del cereal en Castilla y León. Así lo explica Francisco Ciudad, investigador del ITACyL especialista en este cultivo. “La campaña se presentaba muy complicada, porque la nascencia no fue excesivamente buena, se sembró en húmedo y luego no ha llovido prácticamente nada, con lo cual estaba sufriendo estrés hídrico. Ahora, con estas lluvias se prevé cierto alivio aunque no son suficientes para recargar el acuífero del suelo. Si no continua un tiempo más este episodio de lluvias será un año complicado”.
Al margen de cuestiones meteorológicas más o menos coyunturales, lo cierto es que el cereal en España no atraviesa su mejor momento. Prueba de ello es su pérdida de protagonismo en favor de ciertos cultivos leñosos. Pero esto, al menos a corto y medio plazo, no tendría por qué afectar a los trabajos de investigación emprendidos en centros como Itacyl, porque “redirigir un grupo de investigación no es una tarea fácil”, puntualiza Ciudad. “Es un proceso que podría llevar varios años y reconvertir líneas de investigación por cuestiones de mercado no es razonable”. El investigador explica que “poner en el mercado una nueva variedad es un trabajo que lleva unos 15 años”.
De momento, ya son 6 los centros involucrados, que son: Misión Biológica de Galicia, Aula Dei, Instituto de Agricultura Sostenible, Instituto de Biología Molecular y Celular de Planta, Instituto de Investigaciones Agrobiológicas de Galicia y el Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea La Mayora). Ahora, buscan la incorporación de otros centros del CSIC y también de otras instituciones, empresas y organizaciones de agricultores.
Trabajan con una veintena de cultivos, buscan la interacción investigación-empresa y confían en presentar la Plataforma el próximo mes de junio en Madrid. “Necesitamos más divulgación, que se promueva el conocimiento entre investigación, empresas, agricultores, productores y transformadores”, concluyó Malvar.
Cambios al frente de Aprose
En la primera parte, de acceso limitado a los asociados, la Asamblea de Aprose aprobó cambios en los órganos directivos. Antonio Jiménez, gerente de Dafisa, sustituye en la presidencia a Fernando Bagüés, con Óscar Lanzaco, de la empresa Rocalba y hasta ahora asesor técnico, como vicepresidente. Además, Miguel Ángel Molina es el nuevo presidente del Grupo de Obtentores, en sustitución de Jaume Ribera, y José María Fontán se pone al frente del Grupo de Hortícolas, recién constituido.
En la hora del balance, Bagüés deja la presidencia después de cuatro años en los que se muestra satisfecho con los resultados obtenidos. “Vamos en la buena dirección, estamos satisfechos. Hemos crecido hasta los 48 socios y las encuestas internas nos dicen que los asociados están satisfechos con nuestra labor y más del 90% recomendaría la asociación a otros productores”, afirmó al término de la Asamblea.
Dado que en semillas las competencias son de índole autonómico, Bagüés se planteó como objetivo mejorar la comunicación con estas administraciones, lo que en líneas generales se ha conseguido. No sucede lo mismo con el Ministerio de Agricultura, “con quien también hemos mantenido reuniones para cuestiones que dependen de él”.
Una de sus demandas se refiere a los datos estadísticos, “clave para nuestros asociados y que no conseguimos mejorar porque cada comunidad autónoma envía la información de certificación a la Oficina Española de Variedades Vegetales y esta no los hace públicos hasta que no tiene los datos de todas ellas”. Bagüés es consciente de que el “mercado la certificación de semillas aumenta muy despacio”, pero lamenta la existencia de “problemas tan elementales, como ni siquiera saber cuántos kilos se dedican cada año de cada especie”. “Sn datos importantes para nosotros y que tardamos muchísimo en conseguirlos”.
Ernesto Igartua recibió la placa de manos de Fernando Bagüés.
Homenaje a la Estación Experimental Aula Dei (EEAD-CSIC)
En un gesto evidente de aproximación al mundo científico, Fernando Bagüés cerró su mandato en Aprose con la entrega de la Semilla de Oro a la Estación Experimental Aula Dei (EEAD-CSIC), en reconocimiento a sus 75 años de trayectoria y su contribución a la investigación en el sector agrario. Se trata de un centro de investigación agronómica dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas situado en Zaragoza.
Ernesto Igartua disculpó la ausencia del director del CSIC, Jesús Val, y la recogió en su nombre con “mucha ilusión”. “Son 75 años de trabajo en el sector agrario y el CSIC cumple 80 en este 2019”. Igartua subrayó la “visión de futuro” que ha mantenido siempre este Centro, y recordó que ya desde sus inicios “se trabajaba con el material vegetal local”.