Cámaras aéreas detectan olivos enfermos por Xylella fastidiosa en estado asintomático
Los resultados del estudio han sido publicados en la revista Nature Plants (DOI: 10.1038/s41477-018-0189-7). Foto: Juan Antonio Navas.
Un estudio internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) e investigadores de Italia, Reino Unido, Alemania y la Comisión Europea, ha desarrollado una tecnología que permite detectar desde el aire olivos infectados por la bacteria Xylella fastidiosa antes de que muestren síntomas perceptibles a simple vista.
Durante dos años, se evaluaron en el sur de Italia más de 7.000 olivos afectados. Se utilizaron cámaras hiperespectrales y térmicas colocadas en aviones, con una fiabilidad en el diagnóstico del 80%. "Desde que el árbol se infecta hasta que muestra síntomas visuales pueden pasar entre 10 y 12 meses", explica el investigador del CSIC Juan Antonio Navas, del Instituto de Agricultura Sostenible, en Córdoba. "Durante este tiempo, el árbol está aparentemente sano, pero los insectos se alimentan de él y pueden propagar la bacteria a árboles sanos. Por eso, la detección temprana es esencial para su erradicación”, añade.
“Aunque un árbol parezca sano, desde que comienza la infección se producen cambios fisiológicos que originan una reducción de su tasa fotosintética y de su transpiración", señala el investigador Pablo Zarco-Tejada, del Joint Research Centre de la Comisión Europea. "Lo que se produce es un taponamiento de los vasos del xilema, la degradación de pigmentos fotosintéticos, como la clorofila, así como cambios en la concentración relativa de otros pigmentos como las xantofilas, carotenos y antocianinas". "Además", prosigue el experto, "se produce una reducción paulatina de la fluorescencia clorofílica que es potencialmente detectable mediante técnicas de teledetección hiperespectral".
Imagen obtenida con sensores hiperespectrales en una zona afectada por Xylella fastidiosa. Autor: Pablo Zarco-Tejada.
Navas considera que "la adopción de este tipo de métodos ayudaría a monitorizar grandes zonas afectadas por Xylella fastidiosa, y especialmente zonas teóricamente no afectadas para detectar posibles árboles enfermos y adoptar así medidas de control de la enfermedad en sus primeros estadios, ya que una vez establecida es muy difícil controlarla". "Además, el método es aplicable a otras enfermedades y a otros cultivos, como el almendro", finaliza el investigador del CSIC.