La reina preside un seminario de nutrigenómica en el CSIC
La reina Letizia ha presidido un seminario de nutrigenómica celebrado en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Cuatro prominentes científicos han presentado ante la reina el estado de la investigación y los últimos avances en el en este campo de la ciencia, que estudia la interacción entre los genes y la dieta y su aplicación en la prevención de problemas de salud de forma individualizada.
Los ponentes en el seminario han sido José María Ordovás, del Instituto Madrileño de estudios Avanzados, Daniel Ramón, de la empresa Biópolis, Ángel Gil Hernández, de la Universidad de Granada, y Luis Moreno, de la Universidad de Zaragoza. Todos ellos han estado también acompañados del presidente del CSIC, Emilio Lora-Tamayo, y de un grupo de investigadores de las especialidades de nutrición, alimentos y ciencias de la salud.
La línea de trabajo del investigador José María Ordovás parte de la idea de que cada individuo tiene unas necesidades únicas, definidas en buena parte por el genoma. “En la ecuación nutrución-salud no hay una solución única y verdadera. Por eso, el futuro de la prevención de las enfermedades crónicas y degenerativas pasa por el uso de nuevas tecnologías y desarrollos del conocimiento científico y del concepto de personalización de los tratamientos”, indica Ordovás.
Manteniendo la idea de que la dieta es la piedra angular de la prevención, la nutrigenómica busca identificar las necesidades del individuo en el contexto de su genoma, epigenoma, microbioma y exposoma (que tiene en cuenta la exposición del individuo a factores ambientales desde el momento de la concepción) para proporcionarle las recomendaciones óptimas para prevenir las enfermedades y para mantener la salud en cada fase de la vida.
Se estima que sólo el 0,006% de las bacterias identificadas hasta el momento son perjudiciales. Es más, dentro del cuerpo humano habitan trillones de bacterias que colaboran activamente con las células en el funcionamiento del metabolismo. La investigación de Daniel Ramón se centra en algunas de esas bacterias presentes en el organismo que son beneficiosas para la salud.
“En los próximos años se conocerá mejor el papel de las bacterias en la salud, lo que permitirá incidir sobre la comunidad bacteriana para prevenir o mejorar las patologías. En este escenario cobran importancia los probióticos, unas bacterias que ya han sido empleadas en alimentación, y que pueden contribuir a mejorar la salud”, explica el investigador.
Una de las principales complicaciones de la obesidad, incluida la obesidad infantil, es el síndrome metabólico, que predispone al desarrollo de diabletes mellitus tipo 2 y de enfermedades cardiovasculares. Existe la hipótesis de que hay factores ambientales y genéticos implicados en la forma en la que afectan las complicaciones metabólicas vinculadas con la obesidad. Hasta la fecha, han sido identificados más de un centenar de genes asociados a la obesidad.
El equipo del investigador Ángel Gil centra su trabajo en el descubrimiento de variantes génicas asociadas al síndrome metabólico en la infancia. Para ello se basa en la detección de genes cuya expresión se encuentra alterada en niños obesos en edad prepubertal.
Los estudios de Luis Moreno giran en torno a la necesidad de buscar una alimentación óptima para los niños, por la importancia y repercusión que tiene la nutrición en este periodo de la vida en edades posteriores.
Los beneficios de la lactancia materna, los orígenes de la obesidad infantil, los cambios en la alimentación de la población infantil en España en las últimas décadas, el abandono de la dieta mediterránea tradicional y la necesidad de la práctica de actividad física frente al creciente sedentarismo infantil son algunos de los temas que ha tratado en su ponencia. “Es necesario realizar un mayor esfuerzo para mejorar los estilos de vida de la población infantil en nuestro país con el fin de disminuir la elevada frecuencia de la obesidad en la población”, explica Moreno.