Las acciones de Covestro convencen en su primer año de cotización

El elemento impulsor del éxito de Covestro es su nueva visión: hacer del mundo un lugar mejor. “Esta visión nos ha animado a todos. Deseamos utilizar nuestras tecnologías y productos innovadores para ayudar a afrontar los retos del siglo XXI –incluyendo el cambio climático, la escasez de recursos y el aumento de la población mundial–, con productos que beneficien a la sociedad y reduzcan la contaminación”, afirma Patrick Thomas, CEO de Covestro.
Los fondos obtenidos con la oferta pública inicial de Covestro –que ascendieron a cerca de 1.500 millones de euros– se destinaron, principalmente, al pago de la deuda con el grupo Bayer para lograr un grado de calificación de inversión. En junio, la agencia de calificación de riesgo Moody’s confirmó la calificación crediticia Baa2 de Covestro. Los préstamos de Bayer se han reembolsado en su totalidad y Covestro cotiza en los índices STOXX Europe 600 y MDAX. Covestro también ha logrado fortalecer su ya sólida situación financiera con una emisión de bonos en primavera de 2016 por un total de 1.500 millones de euros, un movimiento que le ha proporcionado una flexibilidad financiera aún mayor.
La compañía ya ha hecho uso de este rendimiento. Así, y con el objetivo de responder a una demanda cada vez mayor, la compañía abrió el mes de julio unas instalaciones a gran escala en Shanghái, que incrementarán en 50.000 toneladas métricas la capacidad anual de producción de HDI, una materia prima que se usa en la fabricación de revestimientos y adhesivos. Asimismo, Covestro está utilizando por primera vez CO2 para producir plásticos a escala industrial y ha invertido unos 15 millones de euros en sus instalaciones de Dormagen (Alemania) para la producción de un componente de espuma innovador que contiene un 20% de CO2, ahorrando la cantidad correspondiente de crudo, la materia prima que se emplea tradicionalmente en el proceso de fabricación. Para Covestro, se trata de un área con un gran potencial en materia de mejora de la sostenibilidad.
La compañía sigue viendo posibilidades potenciales de mejora. “A pesar de lo que hemos logrado hasta ahora, no hemos conseguido todos nuestros objetivos, especialmente en nuestros procesos empresariales y en algunas de nuestras estructuras internas”, explica Lutz. Aún quedan capítulos por escribir en la historia de éxito de la compañía: se prevé que la economía mundial crezca a una tasa media anual del 2,5% hasta 2020 y que la demanda en las áreas en las que opera Covestro aumente a una media anual del 4%.