Bizerba, soluciones inteligentes para la industria del pescado

Bizerba nos ha abierto las puertas de sus instalaciones en Barcelona para explicarnos qué puede ofrecer a la industria de productos del mar: mejorar el rendimiento y asegurar la calidad son los objetivos de la empresa que ha marcado el ritmo en la industria alimentaria. Y es que como nos dice José Miguel Morales, responsable de Marketing, “Bizerba quiere anticiparse a los retos futuros, no solo a los que nos enfrentamos hoy”.

Bizerba es, sin duda, una de las grandes empresas globales en soluciones para la industria alimentaria. Goza de una posición privilegiada en el sector cárnico o en el de frutas y hortalizas, pero ¿qué importancia tiene la industria del pescado para la empresa? “Esta industria es importante para nosotros. Actualmente estamos en una fase de expansión a nivel de mercados. Por un lado, estamos abordando mercados donde antes no teníamos presencia y, por otro, estamos potenciando aquellas zonas donde nuestra presencia es más reducida”, afirma José Miguel Morales, responsable de Marketing de Bizerba Iberia España.

Con sus soluciones inteligentes, Bizerba participa activamente en la configuración de la Industria 4.0. La empresa fue pionera hace cuatro años en el lanzamiento de equipos de Industria 4.0 cuando realizó la primera instalación completa en Cloud para una empresa alimentaria. Hoy en día, ya cuenta diversas instalaciones por todo el mundo, una de ellas en España: “Nuestro objetivo es que la producción actual derive en una Smart Factory donde las máquinas estén conectadas y se comuniquen entre ellas”, señala el responsable de Marketing. En la nube, las instalaciones se reflejan virtualmente con modelos digitales, por lo que la producción se puede monitorizar por medio de un smartphone o una tableta.

“Las soluciones de control de peso, etiquetaje y software, integradas en computación Cloud de Bizerba que hemos instalado en otros sectores alimentarios son también aplicables al sector del pescado. Más aún en estos momentos donde los hábitos de consumo nos llevan hacia el producto personalizado, tendencia que también sigue la industria del pescado. Además, esta industria se está orientando más a trabajar en etiquetado con peso variable, algo que nuestros equipos ofrecen con versatilidad”, indica Morales.

La máxima dificultad que presenta la Industria 4.0, y en general el Internet of Things (IoT), es que todos los equipos y sus componentes deben contar con sensores integrados. “Estos sensores no tienen que ver con la productividad de cada máquina, sino con la previsión de errores, el mantenimiento predictivo y la telemetría de cada equipo. Para poder realizar esta previsión, es necesario que el Cloud esté alimentado por grandes volúmenes de datos, que provienen de muchos clientes y casos distintos.”, nos subraya Salvador Prat, director comercial de Bizerba.

“Es realmente importante que los industriales profundicen en la Industria 4.0 y que sepan que, para hacer de esta tendencia una realidad, es imprescindible que absolutamente todos los equipos cuenten con sensores que registren datos en tiempo real para evitar agujeros negros en la línea de producción”, asevera José Miguel Morales. De este modo, el equipo de servicio técnico recibe automáticamente una notificación al respecto y puede evitar incidencias antes de que se produzca un paro de producción. “Por ello, la Industria 4.0 necesita que físicamente el hardware esté preparado y conectado a un software. Tener información de cada equipo y poder anticiparse a las averías es una ventaja competitiva sin precedentes”, insiste Prat.

El módulo OEE (Overall Equipment Effectiveness) del software BRAIN2 es una aplicación para determinar de forma fácil la efectividad de la producción e identificar áreas de mejora. Para ello, el software calcula las métricas OEE partiendo de tres parámetros: la disponibilidad (la ratio entre tiempo de inactividad y el tiempo de producción teórico), la calidad y el rendimiento. El sistema captura los tiempos de parada, identifica el motivo de la misma, y aporta datos del rendimiento total en función de cada artículo, por línea y por día. Los reportes presentados por el software señalan clara y precisamente las ineficiencias, permitiendo tomar decisiones más seguras sobre las inversiones en mejores equipos y procesos. “La capacidad de comparar valores OEE entre líneas, e incluso entre plantas, permite implementar procesos de mejora contínua”, indica Morales.

“Todos nuestros desarrollos van de la mano. Ofrecemos soluciones globales que incrementan el rendimiento y mejoran la eficiencia a través del mantenimiento predictivo… Y lo complementamos con el software BRAIN2 -con su módulo OEE- que ofrece las estadísticas y las métricas del rendimiento global de cada fábrica”, nos explica.

Para analizar y conocer la situación actual del mercado en referencia al OEE, Bizerba cuenta con unos medidores divididos en cuadrantes. Mediante el ‘Factor OEE’ se realiza un promedio de sus tres valores (disponibilidad, calidad y rendimiento) y se ofrece un porcentaje de la situación real de cada cliente. “La situación actual del mercado es la gran mayoría de la industria tiene un gran potencial de mejora en factor OEE”.

Alemania siempre ha sido un líder en el diseño de equipos para la industria alimentaria que garantizan la seguridad. Durante años, los fabricantes han garantizado una calidad fiable de acuerdo con las normas internacionales y, en ello, Bizerba ha jugado un rol de vital importancia. “Para nosotros, Food Safety es la adecuada presentación de información en la etiqueta, la higiene, la inspección de productos que garanticen su integridad y el control de pesaje de productos envasados”, destaca el responsable de Marketing de Bizerba.

La báscula de control dinámico CWCmaxx reduce los costes de producción y garantiza constantemente la calidad de los productos envasados.

Para garantizar este último punto basado en el control de pesaje, la empresa cuenta con la báscula de control dinámico CWCmaxx, muy adecuada para la industria conservera ya que realiza el transporte de latas con dos cadenas laterales y no con bandas, evitando que se deshagan al contactar con el metal. Además, la máquina puede trabajar con latas abiertas al ser fácil de limpiar y mantener: “El objetivo de esta máquina es ofrecer la mínima complejidad al operario”.

Por otro lado, la inspección es otro factor fundamental para Bizerba. “Enfocamos la inspección en 3 categorías de producto: detectores de metales, inspección por rayos-X y por visión (con el sistema PackSecure). No hay otro fabricante en el mundo que ofrezca esta diversidad a nivel de soluciones”, recalca Morales.

Los detectores de metales son muy útiles en productos frescos y congelados, pero los rayos-X son clave en la industria del pescado, sobre todo en el sector conservero. Los rayos-X detectan los contaminantes a través de los cambios de densidad, dando lugar a una foto con escala de grises con puntos de varias tonalidades. En el caso de las conservas, al trabajar con metal, durante muchos años se ha luchado contra los falsos positivos que otorga la zona de abrefácil y el contorno de lata -al tener más densidad-. “Estos falsos positivos reducen el rendimiento productivo, al rechazar productos que están en perfectas condiciones, por lo que muchos equipos reducen la sensibilidad en las zonas más complejas, aunque eso no sea la mejor solución”, recalca.

Además de metal, vidrio, cerámica, piedras y huesos, el sistema de los equipos XRE también detecta PVC, teflón, caucho y plásticos reforzados con fibra de vidrio.

Bizerba ha logrado desarrollar un equipo de inspección que logra un 100% de análisis en la zona común de la lata y un 85% en la zona filtrada de la anilla o contorno. Esta máquina es capaz de trabajar con 3 líneas distintas, por lo que puede analizar al momento diferentes artículos. “Esto, para Bizerba, es esencial en términos de seguridad alimentaria”, reafirma José Miguel Morales.

En estos momentos, para los lineales de gran consumo, la industria del pescado está trabajando en su mayoría con productos frescos envasados en skin de peso variable. Hasta 2016, el diseño de los envases incluía etiquetas de pequeñas dimensiones, donde se indicaba el código de barras, el peso, el precio… Pero debido a la normativa europea sobre contenido nutricional y alergénico, estas etiquetas cambiaron su diseño por completo y dieron lugar a una redefinición de los lineales”, señala Morales.

Con esta nueva normativa la superficie de etiqueta necesaria se multiplicó, por lo que la visibilidad del producto se redujo. En otros sectores alimentarios, se optó por las etiquetas CWrap, logrando que la identificación del producto en el lineal fuera todavía más óptima. Con este diseño, la mayoría de la superficie de la etiqueta en la parte superior del producto es transparente y solamente se indican los datos más importantes como el peso, el precio… El resto de información, incluido el código de barras, se haya en la parte inferior de la bandeja. “Estos cambios precisaron de nuevos equipos de etiquetado que fueran capaces de imprimir etiquetas de 300 mm de largo a un ritmo y volumen de producción muy elevado. Las etiquetas de estándar se imprimían a un ritmo de 0,7 segundos, pero con la etiqueta de 300 mm, hemos tenido que evolucionar la tecnología y desarrollar cabezales de impresión más rápidos y eficientes que solucionen, además, el problema del paro de máquinas para el cambio de rollos de etiquetaje”.

La etiquetadora GLM-levo de cuatro cabezales etiqueta más de 80 paquetes por minuto con etiqueta CWrap.

Desde Bizerba se ha diseñado la etiquetadora GLM-levo de cuatro cabezales que logra etiquetar más de 80 paquetes por minuto con etiqueta CWrap. El equipo se autogestiona y reacciona por sí solo, deshabilitando un cabezal que da fallos o que necesita un cambio de rollo, por ejemplo, cambiando a otro cabezal automáticamente, mientras mantiene el rendimiento. “Con esto no se aumenta solo el rendimiento, sino la calidad de una producción constante”, confirma José Miguel Morales. Además de por su flexibilidad, este sistema de etiquetado destaca por su robustez y su diseño de fácil limpieza. El control de calidad visual inteligente y la activación automatizada de los datos de proceso a través de la función Plug-In-Label facilitan el manejo y reducen, en consecuencia, los errores en el proceso de empaquetado.

La progresión en instalaciones equipadas con GLM-levo con etiquetas CWrap, de distintas configuraciones y rendimientos, en los últimos 3 años, es notable. "Este dato no es solamente un fuerte indicador de nuestra posición en el mercado", señala Morales, "sino una muestra de hasta qué punto esta tendencia en el cambio de enfoque de presentación del producto está cogiendo fuerza entre retailers y fabricantes".

Algo que define a Bizerba es afrontar retos fuera de la zona de confort. “Con My Bizerba hemos redefinido nuestro concepto de servicio. Ofrecemos un equilibrio entre personalización, calidad y seguridad en la inversión, para que nuestros clientes obtengan la mayor flexibilidad. Desde planes de formación a clientes, programas de mantenimiento periódicos, hasta contratos integrales con los que nos ocupamos de todo, y que resultan beneficiosos para el cliente porque tiene sus planes de inversión controlados en todo momento”, concluye José Miguel Morales.