La sostenibilidad, clave para el futuro de la industria de conservas de pescado
La industria de conservas de pescado y marisco, como parte destacada de la cadena de valor de la pesca, es consciente de la importancia de la sostenibilidad y está fuertemente comprometida con ella, en sus tres vertientes, medioambiental, económica y social.
Es por ello que el objetivo es trabajar por alcanzar la sostenibilidad en sus tres pilares de manera equilibrada con el fin de asegurar la disponibilidad futura de alimentos procedentes del mar. Únicamente obtendremos éxito si asumimos que los recursos pesqueros son un valor común y compartido por todos. Así, es imprescindible la implicación y colaboración de todas las partes interesadas en la gestión sostenible de los recursos y en su producción y comercio responsable (cadena de producción, transformación y comercialización de productos de la pesca a nivel global, así como a los gobiernos, organizaciones internacionales, comunidad científica, consumidores…).
La importancia de alcanzar un level playing field en el mercado y que tanto los países como los operadores en el escenario mundial estén firmemente comprometidos con los principios de pesca y comercio responsable y sostenible, es vital para asegurar el futuro del sector. El seguimiento y control del cumplimiento de la normativa por todos se vuelve, por tanto, indispensable.
Conscientes de la importancia de integrar en el modelo de negocio los aspectos de sostenibilidad, las empresas de la industria de conservas de pescado y marisco desarrollan su actividad en base a los estándares más avanzados en ámbitos como el pleno respeto de los derechos humanos y laborales, la calidad, seguridad alimentaria y trazabilidad, la responsabilidad medioambiental y el cumplimiento de las normas que aseguran una pesca y un comercio sostenible y responsable. Pero su actividad no se circunscribe únicamente al cumplimiento escrupuloso de la normativa, sino también a la asunción de compromisos y desarrollo de actuaciones en el ámbito de la sostenibilidad.
Como partes implicadas y corresponsables, las empresas disponen de códigos éticos empresariales, de responsabilidad social corporativa y códigos de conducta, de transparencia y buen gobierno, que incluyen políticas de compra responsable y de sostenibilidad. Tienen implantadas asimismo normas de certificación con vinculación en las relaciones laborales, así como sistemas de gestión de calidad y seguridad alimentaria. Asimismo, colaboran con Organizaciones internacionales en el ámbito de la sostenibilidad.
Y en todo ello, la innovación se presenta como una herramienta indispensable y así lo ha entendido la industria conservera, que desde sus orígenes ha apostado fuertemente por la I+D+i, como refleja la creación en el año 1949 del Departamento Técnico y de Investigación en el seno de Anfaco hasta la creación en 2016 del CYTMA, Centro de Tecnologías Avanzadas de Investigación para la Industria Marina y Alimentaria, Centro Tecnológico privado de ámbito estatal integrado en Anfaco. Hoy, Anfaco–Cecopesca, presta servicios tecnológicos a más de 500 clientes a nivel nacional e internacional al tejido industrial.
En su apuesta por apoyar al sector hacia una producción más sostenible, desarrolla proyectos de I+D+i enfocados hacia la optimización del consumo de agua y energía, la maximización del uso de materias primas, la implantación de energías renovables, el aprovechamiento y minimización de subproductos, así como la eficiencia de los procesos productivos en términos de sostenibilidad, en pro de la implantación efectiva de la economía circular.
La coordinación entre las administraciones, las asociaciones empresariales y centros tecnológicos y el tejido industrial es vital para la consecución de los objetivos en este ámbito, al favorecer la identificación de sinergias, el aprovechamiento común de las medidas y su implementación.