Entrevista a Andreas Wegeleben, director de Marketing y Comunicación de Bizerba
Bizerba cumple 150 años. Más de un siglo en los que la compañía ha sido testimonio y protagonista del renacer y del dominio empresarial alemán. Innovación, efectividad y calidad definen las soluciones ofrecidas por una empresa que está presente en más de 25 países, que cuenta con casi 4.000 trabajadores pero que sigue siendo 100% familiar. Hablamos con su director de Marketing y Comunicación sobre la evolución de una compañía que tiene como elemento articulador la industria del pesaje.
Háblenos de la historia de Bizerba.
Bizerba nació en 1866, exactamente hace 150 años, en Balingen (Baden-Wuerttemberg, Alemania). El fundador fue Andreas Bizer, apellido del que procede el nombre actual de la empresa. Bizer fue el creador del primer puente con báscula y durante los primeros 40 años realizaba un trabajo manual muy duro. En 1906 decidió retirarse y vendió la compañía a su yerno Wilhelm Kraut por 25,474 Goldmarks. En 1923, su hijo Wilhelm Kraut Junior tomó el relevo de la empresa con solo 17 años al enfrentarse al inesperado fallecimiento de su padre. Un año más tarde, Wilhelm Kraut Junior desarrolló la primera balanza de péndulo cuadrante. Esta balanza fue tan exitosa en Alemania que la empresa creció hasta contar con 800 empleados.
Durante la Segunda Guerra Mundial se reestructuró la empresa ya que el gobierno no permitía la fabricación de básculas, así que la actividad principal era la construcción de mecheros y sistemas de navegación. Terminada la guerra, Wilhelm Kraut Junior consiguió que el equipamiento de las fábricas de Bizerba no fuera embargado por los países aliados y reinició el negocio principal, la fabricación de maquinaria de pesaje. Así, en 1948 se inició la segunda etapa de Bizerba con la aparición de OP –Optical Price Calculating Machine–, una innovadora báscula con base de pesaje para el mostrador de las tiendas. Se trataba de la primera báscula que, además de mostrar el peso, indicaba también el precio. Fue un éxito mundial que cambió la historia de la compañía, la base de su fama mundial.
Y con tremendo éxito llegó la cuarta generación…
Efectivamente. Bizerba había crecido y desarrollado nuevas áreas de negocio: pesaje, cortado, etiquetado… Guenter Kraut fue el cuarto propietario y el que introdujo la electrónica real conectando diferentes básculas en una sola red, entre muchas otras novedades. Desgraciadamente murió en 1995, cuando sus hijos eran todavía demasiado jóvenes para hacerse cargo del negocio. Su viuda decidió contar con CEOs externos hasta que su hijo, Andreas Wilhelm Kraut, tomó posesión del cargo en 2011. De este modo, ahora vivimos la quinta generación de una empresa 100% familiar ya que este 2016 se ha saldado la deuda con todos los inversores externos que creyeron en nosotros hasta la llegada de Andreas Wilhem Kraut.
100% familiar pero de gran relevancia a nivel mundial.
Sí, actualmente trabajamos en distintos sectores y ofrecemos maquinaria de higiene y equipamiento para el corte, marcaje, pesaje, procesamiento, cobro, verificación, puesta en marcha y etiquetado, envasado, software, logística, inspección… El pesaje y la industria alimentaria han sido siempre los dos motores principales de Bizerba pero nos gusta seguir creciendo. Actualmente contamos con 3.800 trabajadores alrededor del mundo, repartidos en 25 países. Además, en 2015 logramos alcanzar 500 millones de euros en ventas. Este año esperamos alcanzar los 598 M€, es decir, buscamos un crecimiento del 19%. El hecho de haber adquirido empresas como Helf o la francesa Luceo de inspección nos han ayudado a conseguir estas cifras.
Todas estas cifras suponen un orgullo para cualquier trabajador de la compañía…
Son un completo orgullo. Por un lado, tienes el componente de empresa familiar que hace que el propietario de la compañía, Andreas Wilhelm Kraut, el que tomas las decisiones, sea una persona visible y cercana. Por otro lado, el componente de la lealtad de nuestros empleados y su compromiso con la empresa es algo realmente especial.
En estos momentos tan positivos, ¿cuáles son los valores que mantiene Bizerba desde sus inicios?
Creo que es la mezcla entre innovación y tradición lo que nos ha hecho llegar donde estamos. Bizerba está muy ligada a sus orígenes, su ciudad, su tierra y sus trabajadores. Tenemos muchos empleados que tienen su vida atada a la compañía puesto que sus padres y abuelos ya trabajaban con nosotros. Así, la relación empleado-empresa va mucho más allá, es más que un trabajo para muchos de ellos, es parte de su historia familiar.
Otro de los valores que mantenemos es la tecnología de vanguardia. Desde que se creó Bizerba, el fundador apostó por las tecnologías más avanzadas y nosotros hacemos lo mismo: hemos aprendido de la experiencia y eso es un plus. Además, nos adaptamos firmemente a las diferentes normativas internacionales, algo que nos permite estar presentes en muchos países y con normativas muy diversas.
Y, por último, nosotros no podemos crecer si nuestros clientes no crecen y eso lo tenemos asumido desde la creación de la empresa. Queremos que las empresas que creen en nosotros crezcan y que eso nos ayude a crecer con ellas, tenemos que ir de la mano.
¿Cómo se adapta Bizerba a los cambios del mercado?
Tenemos un departamento especializado en estudiar las necesidades de cada mercado. Se encargan de analizar las regulaciones, normativas y demandas de cada país para ofrecer a cada uno lo que precisa. Nada tiene que ver el mercado español con el de Estados Unidos, por ejemplo, donde tienes que ser especialmente estricto con la higiene y la seguridad de las máquinas. Además, muchas de las soluciones que elaboramos para ciertos mercados también las aplicamos en otros para anticiparnos a posibles demandas futuras.
En referencia a los clientes, ¿cuáles son las demandas actuales?
La mayor demanda es la automatización, siempre derivada en ahorro económico y procesos más eficientes. La seguridad alimentaria es otra demanda muy importante debido a los escándalos que han ido surgiendo en los últimos años en distintos mercados.
Por otro lado, la industria 4.0, ligada a la eficiencia, ya es una realidad y las empresas ya la están implantando en sus instalaciones. Esta industria 4.0. se basa en la idea de hacer más con un solo equipo, que las máquinas estén interconectadas y puedan ofrecer información muy concreta en cualquier momento, que puedan crear productos con características únicas a través de una tecnología más inteligente y desarrollada.
¿Qué tiene previsto la empresa para el futuro?
Nuestro objetivo es seguir creciendo. Estamos estudiando nuevos conceptos e investigando nuevas soluciones que se adapten a las necesidades actuales de la industria. Apostamos por el desarrollo de nuestro software industrial 'Brain2', que permite analizar la eficacia global de los equipos, incluyendo rendimiento, calidad y disponibilidad, entre otros elementos. También nos estamos centrando en aspectos como la transparencia, la higiene y la flexibilidad de producción.