Plataforma digital de ProtoPixel en La Casa de la Luz de Simon

Los últimos avances tecnológicos han contribuido, directamente, en revolucionar el sector de la iluminación, en términos de mejores prestaciones lumínicas y productos más ecológicos. Pero la revolución no termina aquí porque el siguiente paso será orquestar la luz en el espacio y tiempo deseados, para crear visiones de luz únicas, adaptadas según las necesidades de las personas y sus ambientes, para conseguir una iluminación más sostenible.

La Casa de la Luz ofrece experiencias sensoriales e inmersivas, mediante el diseño lumínico de los distintos espacios, gracias a la plataforma de ProtoPixel, partner de Simon.

Un avance en el que ha tenido un papel preponderante la solución desarrollada por ProtoPixel (software + hardware). Una plataforma enfocada en el diseño y centrado en las personas, ya que permite conceptualizar e integrar los proyectos y productos en este ecosistema digital, gracias a todas las capas que conforman su plataforma. Desde su software insignia, ProtoPixel Create, que permite trasladar la visión de la luz desde cualquier creativo a un espacio concreto o producto, hasta una gama de controladores que consiguen trasladar esta creación al mundo físico; además de otras herramientas que contribuyen a monitorizar y optimizar la instalación en cualquier momento y en cualquier lugar.

Una tecnología que desarrolla ProtoPixel, como partner de Simon desde 2020, en La Casa de la Luz, mediante la digitalización del sistema de iluminación, para ofrecer una experiencia dinámica y conectiva. De este modo, haciendo uso de la plataforma completa de ProtoPixel, el proyecto se centra en poner la luz en el espacio y el tiempo correctos.

El punto de partida es la capa de diseño. Con el software ProtoPixel Create se crean los 'efectos' (colores, formas...), para los más de 100.000 puntos de luz y los 36 entornos diferentes de los que está compuesto este amplio espacio de Madrid.

De este modo, tras diseñar el concepto lumínico, se sitúa en el espacio, donde, además, convive con otros elementos físicos, como pueden ser interruptores, enchufes o persianas. Para ello, la capa de Integración de ProtoPixel permite vincular todos estos elementos físicos en el mundo digital y hacer que la experiencia lumínica sea completa.

La clave está en controlar de forma eficaz los diferentes entornos del showroom. Para ello, toda la iluminación digital de la Casa de la Luz se puede acceder desde la app ProtoPixel Spaces, para monitorizar desde las simples acciones de encendido y apagado de las luces, hasta controlar un ciclo completo de iluminación en el espacio destinado al jardín interior, para simular la luz natural y garantizar la conservación de la propia vegetación.

Además, la app Spaces también hace accesible la dinamización y la adaptación del contenido en el propio espacio. Así, cualquier nuevo diseño, efecto o funcionalidad de los distintos objetos físicos se puede crear, guardar y volver a utilizarse. Mientras que la capa Cloud garantiza que el control y la monitorización de la instalación sea accesible en remoto.

Este despliegue digital no sería viable sin los dispositivos, que transmiten todo este contenido lumínico a la realidad. A través de los diferentes controladores y sus distintas capacidades (píxeles, outputs...), se recibe esta información. De este modo, el creador envía los diseños de Create al ProtoPixel Node y desde el propio Node se accede a los controladores de los distintos puntos de luz digitales.

El jardín interior de La Casa de la Luz de Simon reproduce un ciclo de iluminación circadiano, desde el amanecer hasta el anochecer, manteniendo las plantas en óptimas condiciones.

En la Casa de la Luz existen dos conceptos muy diferenciados en cada planta. La primera se caracteriza por la necesidad de una luz funcional, ya que se trata de la zona de trabajo y de exposición de productos. Por ello, la compañía se centra en la automatización del control lumínico, para crea una experiencia concreta, de forma eficaz y eficiente.

La idea es que la primera persona que acuda al edificio, simplemente debe activar un interruptor Simon 100iO, para que se despliegue el modo principal, que es cuando se encienden las luces en ambas plantas, se suben las persianas para dejar paso a la luz natural, los paneles de producto se iluminan… es una metáfora de cómo el espacio da la bienvenida a las personas que van a convivir en él. Al ser una planta funcional que alberga zonas comunes con áreas de trabajo y salas de reuniones, el sistema es más flexible, para que la iluminación pueda adaptarse al día a día de los empleados.

La planta baja, en cambio, está concebida para recrear un mundo más experiencial, donde la luz se traduce en emoción. Para ello, ProtoPixel se centra en recrear la luz en los principales espacios donde se convive como puede ser el hogar o la oficina, iniciando el recorrido por el dormitorio, con una simulación completa desde el despertar hasta el acostarnos, mediante la recreación de un atardecer y amanecer con colores naturales; pasando por el salón, con una luz compuesta de tonos cálidos, para generar un ambiente más acogedor; y continuando con la oficina, donde destaca la luz blanca, enfocada al rendimiento y al bienestar de las personas.

Cabe remarcar el jardín interior, que se convierte en un ejemplo de biomimetismo, mediante el uso de la luz, ya que se consigue crear un ciclo circadiano completo, simulando la luz natural para mantener las plantas en su condición más óptima y hacer que la presencia de la naturaleza encaje con los elementos que hay a su alrededor.

Por último, en el auditorio la luz se transforma en un elemento comunicador. El entorno es capaz de cambiar según el tono del evento y las luces consiguen conectar con el estado emocional de los asistentes. La Casa de la Luz es un espacio que se convierte en un elemento capaz de transmitir experiencias, a partir de la tecnología de ProtoPixel, para situar la luz en el espacio y el tiempo deseado.