Javier Mariscal y Laura Cassota: el diseñador y la gerente de Artemide España nos hablan de Lotek, la 'lámpara amiga'
De la idea a la comercialización. Del primer esbozo a su uso en casa o en el despacho. iCandela ha entrevistado al diseñador Javier Mariscal y a la gerente de Artemide España Laura Cassota, quienes nos han hablado de Lotek, una lámpara multicolor de sobremesa que engloba tradición en su diseño y lo último en tecnología en su fuente de luz, el LED. Lotek es un guiño al buen diseño hecho en casa.
¿Por qué Artemide apostó por crear una lámpara como Lotek?
Laura Cassotta: Porque siempre nos han gustado los desafíos, ya sea buscando siempre formas originales y novedosas como colaborando con los diseñadores internacionales que con sus propuestas hacen de una lámpara Artemide algo muy especial.
Javier Mariscal fue el diseñador elegido para diseñarla ¿Por qué?
Laura Cassotta: Porque era un reto tanto para Artemide como para el mismo Javier que diseñara un flexo, él, qué siendo un diseñador que venía del Mundo de la Ilustración, la Imagen del Merchandising para grandes Empresas, de trabajar en Cine, muy cercano al ambiente del Arte…¡era un perfil único!
¿Cómo empezó la relación entre Artemide y Javier Mariscal?
Javier Mariscal: el Ingeniero Gismondi, el señor de Artemide, vino un día al estudio y me dijo: “Mariscal, ¿por qué no haces una lámpara?. Estamos vendiendo la Tolomeo, y vendemos tanto cada año, millones…Y yo le dije, ¿Pero estás loco? Yo no soy ingeniero, no puedo hacer una lámpara tan fina, tan elegante, tan chula, tan técnica como es la Tolomeo. Además, es la lámpara que más se vende en el mercado. Fíjate, en mi estudio hay sesenta Tolomeos…
“No, no, no… -me dijo- .Yo tengo muchos ingenieros, tú me haces el concepto”. Y yo dije que vale. Luego me enteré que no solo Michele De Lucchi, sino hasta el ingeniero jefe de Artemide estaban estudiando otros flexos .
¿Quién decidió el nombre de Lotek?
Laura Cassotta: Mariscal.
¿Cómo ha sido el proceso de diseño de la lámpara Lotek?
Javier Mariscal: “Nueva tecnología, ahora utilizamos el LED”, me dijeron. Ah, nueva tecnología… así será una lámpara fría. El proceso ha sido largo, muy largo. Yo tenía mucho miedo durante todo el proceso de que al final no la produjeran, porque otras lámparas, otros proyectos, durante el mismo tiempo que la LoTek no han salido adelante. Les llamaba y preguntaba, ¿qué pasa? Yo sabía que tratándose de Artemide, si sacaban la lámpara sería de alta calidad y todo funcionaría.
¿Cuál es el proceso de producción de una lámpara como Lotek, desde las primeras reuniones con el diseñador hasta su producción final?
Laura Cassotta: En general son procesos muy largos. En este caso todo empieza cuando Mariscal diseña una maqueta y expone la idea. Fue un proceso muy divertido, porque se vio al artista en plena esencia dando a conocer lo que acaba de crear, después llega la ingenierización y el prototipado, dos procesos que dan cuerpo al diseño y a la realización física del producto. Estos dos procesos son exquisitamente técnicos y delicados, que consumen mucho tiempo.
¿Qué características tiene LoTek que no tenga otra lámpara?
Javier Mariscal: La luz no tiene que ser azul, sino tener ese punto naranjita como puede ser una lámpara de sesenta vatios. Tiene que tener los movimientos perfectos, necesitamos que, además, sea fría y que la puedas acariciar. Debe ser una lámpara amiga del ordenador, porque es un poco un complemento. Al lado del ordenador tienes tu lamparita. Y, al mismo tiempo, me gustaría que fuera… pues eso, que veas sesenta lámparas y parezca normal.
Bien, al final LoTek ha salido y para mi es fantástico porque es real, es de verdad, tiene una función, ha sido un proceso de producción muy difícil. El precio también era un tema muy delicado.
También fue importante encontrar la caricia, el interruptor. Muchas veces, el diseño está pendiente de la tecnología. El interruptor siempre está, pero en el caso de los chinos, le das, ti ti ti ti, y a la cuarta vez ya no funciona. Con los alemanes, ti, ti, ti, ti, siempre funciona pero (hace el gesto de dinero con los dedos) cuesta tanto dinero.Tenemos que encontrar el precio: 300 euros…
¿Hay algún aspecto de LoTek que no le haya gustado una vez acabado el producto?
Javier Mariscal: Lo único que no estoy contento es que hemos hecho una única versión, la de colores, pero hemos desarrollado también una versión negra y otra en aluminio. Creo que, cuando la repites mucho, el aluminio es mucho más adecuado, el mercado de venta se abre más. Sí que puede haber cuatro o cinco lámparas de colorines, pero es más personal, y de alguna manera te cierra mucho y la hace mucho más única.
¿Y qué es lo que le ha gustado más?
Javier Mariscal: LoTek tiene un punto de lámpara amiga, simpática, cariñosa, que casi le das un besito cada día. Y el acariciar para mí era importante. Por ejemplo, yo la tengo en casa, la he tenido más de 24 horas encendida y la tocas y sigue siendo fría, nunca quema. Y también tiene este punto de casi teléfono, te dan ganas de cogerla y llamar…
Estuvimos también hablando de conectarla a un programa, a un ordenador y cuando tú llegas ya te reconoce o ya sabe que a las nueve se tiene que encender… Al ser LED, yo también quería la versión que le das dos veces, ti-ti, y tienes la versión discoteca, en el sentido que la luz blanca cambiara a azul y tal… Porque de repente, un día en la oficina, piensan “hoy vamos a hacer un poco de fiesta” y todos ponen la versión discoteca y “txin txin, guau, guau”.
Lotek es una lámpara muy expresiva. Puede estar durmiendo, muy replegadita. En este tema insistí mucho, que pudiera estar reposada, dormidita, que tirara mucho para atrás.
¿Cuáles son las características que diferencian Lotek de otras lámparas de Artemide como la famosa Tolomeo?
Laura Cassotta: Son dos propuestas completamente diferentes.
En la lámpara Lotek se conjugan una personalidad particular, un diseño muy actual y una tecnología puntera.
Sin lugar a dudas, Lotek es una lámpara muy Mariscal.
La Tolomeo es un flexo que se puede colocar tanto en lugares clásicos como en espacios High Tech, con una forma que se adapta fácilmente a cualquier tipo de interiorismo, esta es su función.
¿A qué público va dirigida?
Laura Cassotta: Es una lámpara muy versátil y puede entrar tanto en una casa, un despacho o hasta en una tienda; en cada lugar encontrará siempre una mano que la acaricie.
Para Javier Mariscal, diseñar una lámpara ha sido todo un reto…
Javier Mariscal: El pedido era: “llegará un día que tendrá que haber otra lámpara”. Desde luego el encargo era difícil… (hace el gesto de ahogarse, llevándose la mano al cuello). Y para mí era la primera vez, yo no soy un diseñador como Philippe Stark o como Ron Arad o tantos otros que tienen miles de objetos. Tengo pocos objetos y pocos tan tecnológicos como éste. Es el primer objeto muy tecnológico que tengo, que está en producción, que se puede comprar, y también tiene ese punto que es trabajar con Artemide. Es como si yo me dedicara a ir en coche y, de repente, los de Ferrari me dicen “¿Te gustaría diseñar un Ferrari”, guaaaaaau!!! Sabes que Artemide se va a distribuir en todo el mundo y ahora mismo vas a ir a Soho, Nueva York, o a Sidney o Tokio y te la puedes encontrar, o en un escaparate de París o Berlín. Y eso te da como una emoción, saber que puede llegar a muchísima gente, de muchos países y culturas, que la van a entender y la pueden comprar.
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