Todos hablamos de la luz
Todos y todos hablamos de la luz
la interpretamos y hasta la definimos como…
el sacerdote a la fé
el prestamista al dinero
el físico a la materia
el alquimista al secreto
el diseñador al ego
el fabricante al engaño
el ingeniero al watt.
pero pocos, pocos comprendemos qué es.
tal vez un anónimo contemporáneo
Alexandre de Salzmann sea en mi visión
el más cercano a su significado manifestando…
Para nosotros, entonces, la luz hace algo más que
contar historias sobre el sol, la luna y las estrellas
tampoco exigimos de ella que produzca efectos
deba hacer las cosas bonitas
ni evocar estados de ánimo.
sólo debe dar a los colores, superficies, líneas, cuerpos
y movimiento la posibilidad de desplegarse a si mismos.
ninguno de éstos elementos debe actuar a costa del otro
y menos aún la propia iluminación
que debe funcionar como la fuerza de unión.
una luz reverberante es lo que buscamos
innecesario decir que esa luz debe llenar todo el espacio a la mano
incluyendo ambos
audiencia y actor
al que ve, como al que es visto.
Posiblemente ésta reflexión re-flexione nuestra aproximación a la luz.