Salas blancas, la garantía de higiene de Refrica

Si hay una empresa en España con experiencia en frío industrial tanto a nivel nacional como internacional, esa es Refrica. Refrigeración Casassas S.A. (Refrica) es fabricante de secaderos artificiales para todo tipo de productos curados (embutidos, jamones, etc.) y de cámaras de descongelación. Además, es especialista en túneles de congelación, cámaras de maduración, instalaciones completas de refrigeración industrial y salas blancas. En este artículo, nos explican la importancia de estas instalaciones en la industria cárnica.

Las salas blancas son los espacios reservados a la manipulación de forma segura de productos alimentarios para evitar que resulten contaminados por agentes externos, tanto químicos como microbiológicos. Su función es, también, que estos productos no puedan contaminar a otros que entren a posteriori en estas mismas salas. Es importante que tanto el diseño como la instalación y la certificación de las salas blancas se deje en manos de empresas especializadas, como Refrica.

Contar con una sala blanca certificada ofrece una garantía de conservación del producto al preservarlo de eventuales contaminaciones y permite la segregación y el aislamiento del ambiente exterior de la sala, eliminando al máximo la posible contaminación introducida por el personal que trabaja en ella. Estas instalaciones protegen frente a la contaminación cruzada entre alimentos y facilitan el control y la gestión de los flujos de materiales durante las etapas del proceso gracias a un correcto layout y a una buena configuración. Con ello, se pueden controlar y gestionar los movimientos del personal mediante la optimización de las conexiones entre salas.

Las salas blancas permiten también el confinamiento del producto para evitar exposiciones innecesarias, facilitan el control de los riesgos derivados de la manipulación y aseguran una adecuada renovación de aire y un buen control de partículas en suspensión mediante la monitorización efectiva de las condiciones de la sala. Además, brindan condiciones de confort para el personal (temperatura, humedad, ruido…) y proporcionan ergonomía en los movimientos y flujos.

La función principal de la sala blanca es evitar el riesgo de contaminación cruzada, así que ese será su principal objetivo. Se trata de reducir la contaminación provocada por el proceso, por el personal, etc., consiguiendo una limpieza y unas operaciones de mantenimiento sencillas. Por todo ello, es importante tomar medidas para obtener la clase pretendida en las salas y lograr suministrar el caudal de aire con la calidad y la cantidad suficiente para conseguir y mantener las condiciones de temperatura, humedad relativa, producto y clase de la sala.

Los factores que influyen en el diseño y el cálculo de las salas blancas son su tipología, la temperatura, la humedad relativa, la sobrepresión, la renovación de aire, los fluidos que intervienen, el número de personas que trabajarán en ella y las cargas térmicas (maquinaria, luz, bombas…).

Realizar este tipo de estudios es básico para mejorar el orden dentro de la fábrica y evitar que se produzcan incidentes de contaminación cruzada con la separación física de productos incompatibles. Asimismo, ayuda a impulsar la mejora en la eficiencia de los procesos y a reducir el número de personas implicadas en los movimientos de producto.