Floraciones estivales en los jardines de bajo mantenimiento
Contrariamente a la idea de que un jardín de bajo mantenimiento es un área pobre, monótona y con floraciones limitadas a los periodos menos secos, sobre todo la primavera, existen espacios verdes que muestran que incluso en jardines de bajo consumo de agua se pueden obtener floraciones espectaculares, de gran riqueza y diversidad a lo largo de la época más seca del clima mediterráneo: el verano.
Contrariamente a la idea de que un jardín de bajo mantenimiento implica un área relativamente pobre e inevitablemente monótona y con unas floraciones limitadas a los periodos menos secos, sobre todo la primavera, existen numerosos espacios verdes que nos muestran que incluso en los jardines de bajo consumo de agua se pueden obtener floraciones espectaculares, de una gran riqueza y diversidad a lo largo de la época más seca del clima mediterráneo: el verano.
La conjunción de los conceptos de floración estival y jardinería de bajo consumo es de especial interés. Existen numerosos programas de investigación sobre técnicas de optimización de recursos en las plantaciones y sobre las plantas adaptadas a zonas secas mediterráneas, sobre las particularidades de nuestro clima, suelos y aguas, etc.
Pero se ha incidido poco en la posibilidad real de elaborar jardines de bajo consumo en los que se desarrolle una floración estival. Justamente en un periodo estacional en el que mayoritariamente las plantas mediterráneas llevan a cabo estrategias fisiológicas funcionales con el fin de minimizar el consumo de agua, y en el cual sería de esperar que en un jardín de bajo consumo éstas no lleven a cabo unos dispendios energéticos tan importantes como son las floraciones, sobre todo cuando son abundantes y vistosas.
Mediante nuestros estudios experimentales, hemos ido seleccionando toda una gama de especies arbustivas y subarbustivas procedentes de diferentes zonas del mundo sometidas a una climatología de tipo mediterráneo, las cuales desarrollan su floración como mínimo durante un periodo de tiempo a lo largo del verano.
El listado de estas especies es extensísimo, y pueden reagruparse según sus usos potenciales y según las características de los jardines en los cuales pueden implantarse.
Ello permite la combinación de especies que muestran su máximo potencial ornamental en verano junto a otras variedades de plantas muy aptas para jardinería de bajo mantenimiento pero que en el periodo estival pueden defoliarse o secarse parcialmente, de forma que se compensará el aspecto de zona seca que pueden presentar los jardines confiriéndoles un mayor atractivo y una sensación de frescura.
Incluso en el caso de jardines con una mínima disponibilidad de agua durante el verano es posible disponer de floraciones vistosas de diferentes texturas y colores, algunas de las cuales se prolongan largamente en el tiempo, como la de Agastache rupestris, abundante y de color anaranjado, o Anagallis monelli ssp. linifolia, de color azul y que empieza en primavera y se puede alargar hasta el otoño.
En zonas especialmente secas pueden utilizarse Asphodeline liburnica, de floración amarilla, o varias crasuláceas capaces de arraigar en finas capas de suelos pobres (Sedum acre o Sedum rupestre var. reflexum, de flor amarilla, Sedum album o Sedum dasyphyllum, de flor blanca, Sempervivum arachnoideum, de flor rosada, etc) y otras especies como Crithmum maritimum, que forma grandes umbelas blanquecinas o amarillas entre julio y agosto, Achillea clypeolata, Halimium atriplicifolium, Helichrysum stoechas y Helichrysum italicum, de follajes grisáceos contrastando con las abundantes y vistosas flores amarillas, Linum narbonense, adaptado a climas secos y con una floración azul de gran elegancia que empieza en primavera y se mantiene hasta julio, el grupo de las lavandas, de floración azul entre primavera y verano (Lavandula angustifolia ssp. pyrenaica, L. latifolia,...), salvias de zonas secas como Salvia candelabrum o Salvia africana-caerulea, las santolinas, de flores abundantísimas amarillas (Santolina chamaecyparissus ssp. squarrosa, Santolina rosmarinifolia,...).
También está muy bien representada la familia de las leguminosas, de gran importancia en la mejora cualitativa de los suelos en los jardines de bajo mantenimiento. Genista cinerea ssp. valentina, Genista florida o Genista umbellata, que se recubren completamente de flores amarillas a partir de la primavera, adentrándose ampliamente en el verano, Adenocarpus decorticans, que va produciendo flores durante todo el verano, otoño e invierno, Coronilla varia, planta de gran capacidad colonizadora que se comporta como cubresuelo y florece de color rosado pálido desde la primavera hasta el otoño, Indigofera gerardiana, arbusto de crecimiento rápido, de zonas secas, con floración plenamente estival de color fucsia.
En zonas situadas a media sombra en los jardines también es posible disponer de floraciones estivales si se utilizan plantas que se adaptan bien a estas condiciones y que florecen habitualmente en verano: Acanthus mollis, Agapanthus umbellatus, Cassia corimbosa, de interesante floración amarilla entre agosto y octubre, Erica scoparia, que se cubre de flores fucsia sobre su follaje oscuro entre primavera y verano, Geranium sanguineum, Hemerocallis citrina, una liliácea de floración amarilla, Lippia nodiflora, Lonicera etrusca, Lonicera periclymenum, Myrtus communis, con abundantísimas flores blancas, Punica granatum, de grandes flores de un rojo intenso, Sedum album, Sedum brevifolium, Sedum dasyphyllum, Sedum rupestre var. reflexum, Smilax aspera, Vitex agnus-castus.
La formación de tapices o recubrimientos densos puede ser deseable en todo tipo de jardines, incluidos los que están estructurados con las bases del bajo consumo. En este último caso también es posible disponer en estos tapices de abundantes floraciones estivales. Ejemplos de ello son: Convolvulus mauritanicus, que se cubre de grandes flores azules, Coronilla varia, Crtihmum maritimum, Geranium sanguineum, Helichrysum italicum, Limoniastrum monopetalum, Lippia nodiflora, Nepeta x faasenii, Oenothera speciosa, las especies del género Sedum mencionadas al principio, Thymus hirsutus y Thymus ciliatus, completamente rastreras y que forman autenticos tapices de flores, Verbena bonariensis, Verbena rigida y Verbena tenuisecta, que si disponen de riegos ocasionales o periódicos pueden florecer durante todo el verano hasta el otoño, etc. Tales especies varían en cuanto a sus requerimientos mínimos de agua en verano y en cuanto al tipo suelos y condiciones ambientales a los que mejor se adaptan.
Otro grupo de plantas herbáceas o pequeños arbustos que pueden tener una función de cubresuelos y que a su vez florecen en verano son: Achillea nobilis, Agapanthus umbellatus, Centranthus ruber, Gaura lindhemieri, de largas ramas floríferas de aspecto ligero y cubiertas de flores blancas, Perovskia atriplicifolia, con vistosas inflorescencias azules en agosto, Phlomis herba-venti, un grupo de salvias de floración estival y que toleran ciertas condiciones de sequía pero que con unos aportes ocasionales de agua en verano mejoran considerablemente la abundancia y longevidad de las floraciones e incluso prolongandose hasta el otoño (Salvia microphylla var. neurepia, de flores bermejas, Salvia greggii, con floración rojo oscuro, S. chamaedryoides, de flores azules muy abundantes, etc), o la liliácea Tulbaghia violacea, originaria de África del Sur, que tolera los periodos de sequía estival, de porte herbáceo, desarrollando cortos rizomas, y cuya floración se alarga desde abril hasta finales de septiembre, formando inflorescencias rosadas. Y como en las salvias mencionadas, si dispone de algún riego ocasional en los momentos más secos y calurosos del verano, la floración es más notoria.
En la zona litoral, en las proximidades del mar o en zonas con clara influencia marítima puede ser relevante la elaboración de jardines con mínimos consumos de agua o bien en los que se pueda utilizar agua con una cierta salinidad, o bien que resistan los vientos marinos. En estos jardines de bajo consumo, junto a otras especies aptas en estas condiciones determinantes y limitantes, pueden incorporarse plantas de floración estival, tales como Bupleurum fruticosum, con unas bellas umbelas amarillas, Crithmum maritimum, Helichrysum stoechas, Hypericum balearicum, muy aromática y de flores amarillo vivo contrastando con el curioso follaje verde intenso, Limoniastrum monopetalum, que se recubre de flores fucsia a partir de junio, capaz de formar extensos tapices y con una enorme resistencia a los aerosoles marinos, Lippia nodiflora, rastrera y muy buena tapizante de flores blancas, Lonicera implexa, Myrtus communis, Nerium oleander, Santolina chamaecyparissus ssp. magonica, resistente incluso a las salpicaduras del mar, de floración amarilla muy abundante sobre una mata grisácea blanquecina, Sedum dasyphyllum, Tulbaghia violacea, etc. Cabe mencionar una especie mediterránea, Vitex agnus-castus, de especial interés aunque tiene un consumo hídrico relativamente elevado, que puede llegar a convertirse en un pequeño arbolillo recubierto de grandes inflorescencias azules o blancas en verano y que aunque no tolera periodos de sequía prolongados, si dispone de un freático alto incluso con una cierta salinización, puede aportar también su particular carácter ornamental en estos jardines costeros en verano.
Algunas plantas trepadoras autóctonas de nuestros paisajes también ofrecen floraciones estivales, como Lonicera etrusca, Lonicera implexa, Lonicera periclymenum o Smilax aspera.
Algunas de las especies relacionadas o de las que se hallan en el listado más completo que adjuntamos, también demuestran su aptitud para formar setos, medianas o alineaciones viárias de floración estival y de bajo consumo, como Bupleurum fruticosum, Nerium oleander, Genista cinerea ssp. valentina o G. florida.
A continuación exponemos el listado completo de las plantas de floración estival aptas para los jardines de bajo mantenimiento, resultado de los trabajos experimentales que llevamos realizados hasta el momento:
Acanthus mollis, Achillea clypeolata, Achillea nobilis, Achillea ptarmica, Adenocarpus decorticans, Agapanthus umbellatus, Agastache rupestris, Anagallis monelli ssp. linifolia, Asphodeline liburnica, Bupleurum fruticosum, Cassia corimbosa, Catananche caerulea, Ceanothus thyrsiflorus var. repens, Centaurea orientalis, Centranthus ruber, Convolvulus mauritanicus, Coronilla varia, Crithmum maritimum, Erica x multiflora, Erica scoparia, Erigeron karsvinkianus, Gaura lindhemieri, Genista cinerea ssp. valentina, Genista florida, Genista umbellata, Geranium sanguineum, Halimium atriplicifolium, Helichrysum italicum, Helichrysum stoechas, Hemerocallis citrina, Hypericum balearicum, Lavandula angustifolia, Lavandula angustifolia ssp. pyrenaica, Lavandula latifolia, Limoniastrum monopetalum, Linum narbonense, Lippia nodiflora, Lonicera etrusca, Lonicera implexa, Lonicera periclymenum, Myrtus communis, Nepeta x faasenii, Nerium oleander, Oenothera speciosa, Origanum virens, Origanum vulgare, Perovskia atriplicifolia, Phlomis herba-venti, Punica granatum, Salvia africana-caerulea, Salvia candelabrum, Salvia chamaedryoides, Salvia greggii, Salvia microphylla var. neurepia, Santolina chamaecyparissus ssp. squarrosa, Santolina chamaecyparissus ssp. magonica, Santolina rosmarinifolia, Sedum acre, Sedum album, Sedum brevifolium, Sedum dasyphyllum, Sedum rupestre var. reflexum, Sedum sediforme, Sempervivum arachnoideum, Smilax aspera, Teucrium hyrcanicum, Thymus hirsutus, Thymus ciliatus, Tulbaghia violacea, Verbena bonariensis, Verbena rigida, Verbena tenuisecta, Vitex agnus-castus.
