Estado de la transformación digital de la industria cárnica
La digitalización de la industria cárnica es esencial. Mantener hoy la competitividad en la producción cárnica significa tener la capacidad de dar respuesta a las exigencias de un mercado global y en permanente cambio sin perder calidad y agilidad. Todo esto haciéndolo, además, de manera sostenible. Para conocer qué situación atraviesa la industria cárnica a este respecto, Grupo Cajamar presenta el estudio ‘Estado de la transformación digital de la industria cárnica’, elaborado por el Observatorio de la Digitalización del Sector Agroalimentario Español, un proyecto impulsado con la colaboración del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Como entidad financiera de referencia del sector agroalimentario, Cajamar apuesta por mostrar su compromiso con uno de los sectores industriales estratégicos de nuestro país: la industria cárnica. Por ello, participó activamente en Meat Attraction con la jornada el ‘Estado de la transformación digital de la industria cárnica’, en la que explicó cómo las empresas están incorporando nuevas herramientas digitales para la mejora de su competitividad.
La apertura de la sesión corrió a cargo del director comercial de Cajamar, Francisco Martínez, y del director general de Ancie, Giuseppe Aloisio. A continuación, el director de Innovación y Desarrollo Agroalimentario de Cajamar, Manuel Lainez, presentó el informe que dio nombre a la jornada: ‘El estado de la transformación digital en la industria cárnica’. Se trata de un análisis pormenorizado de los resultados del Observatorio de la Digitalización del Sector Agroalimentario Español, realizado por Cajamar para el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), donde se muestra que más del 60% de las industrias cárnicas consultadas cuenta con una estrategia de digitalización.

Este porcentaje se incrementa a medida que aumenta el tamaño de la empresa. La automatización de tareas está presente en las líneas de algo menos de un tercio de las empresas, siendo menos frecuente el empleo de brazos robóticos y robots. Los deseos de robotización se concentran en las tareas con menos valor añadido, como son la limpieza, desinfección y mantenimiento, seguidas de los procesos de corte y deshuesado, entre otras, así como las de embalaje, empaquetado y envasado. Por su parte, los sensores, que son la base de los procesos de transformación digital, se valoran en todas las áreas de la actividad, destacando especialmente las relacionadas con la caracterización del contenido de las materias primas, la identificación de lotes y productos, y la aplicación de la colorimetría al proceso de producción o control de calidad de los derivados cárnicos.
Las tecnologías habilitadoras, tanto en los entornos de gestión empresarial como en los de los procesos productivos, o la utilización de los datos para la toma de decisiones, están presentes en estas industrias alimentarias, aunque todavía se encuentran actividades con escaso uso de herramientas de apoyo a la toma de decisión basado en datos. Llama la atención que en este subsector productivo es mucho más común la compartición de datos con asesores, proveedores y clientes que en otras áreas de la cadena alimentaria. Tan sólo un 13% de las empresas consultadas no comparten datos con su entorno.

Tras la presentación del informe, una mesa redonda abordó los retos en materia de digitalización para la industria cárnica. Moderada por una representante de la Subdirección General de Innovación y Digitalización del MAPA, contó con expertos del sector productivo, de los proveedores tecnológicos y de la propia Anice.