"La agricultura deberá sobrevivir a los problemas actuales y a los que están por venir, con la misma fortaleza que le caracteriza"
Entrevista a Miguel Gutiérrez, director del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA)
Investigador 'a pie de campo' durante más de 30 años en el Centro de Transferencia Agroalimentaria (CTA), Miguel Gutiérrez afronta ahora una nueva etapa al frente del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA). Impulsor de la Red ARAX en Aragón, el nuevo director del CITA es un firme defensor de la transferencia efectiva de conocimiento al sector y de la necesidad de establecer alianzas público-privadas que favorezcan una labor que, en su opinión, puede y debe estar coordinada desde el propio sector productor.
¿Qué objetivos se ha marcado como director del CITA y cómo afronta en lo personal esta nueva etapa en su carrera?
En estos tres primeros meses desde que fui nombrado y aunque en mis años profesionales he estado en contacto directo con muchos de los actores y actividades que se han llevado a cabo en el CITA, debo de conocer mucho más profundamente todas las líneas de trabajo que se están llevando a cabo en cada uno de los Departamentos. Una estructura heredada, que ha reordenado sus investigadores y creado equipos multidisciplinares que puedan trabajar a futuro requiere de un tiempo para su conocimiento.
Personalmente y después de casi 36 años ligado al sector agroalimentario siempre desde mi perfil técnico, es una satisfacción personal en todos los sentidos y una gran responsabilidad poder tutorizar un centro que es referencia en Aragón y en España. Mis últimos años profesionales van a estar dedicados a dar todo lo que he aprendido y a intentar conectar todas las capacidades que he adquirido.
¿Qué va a significar que el organismo se integre de nuevo en el Departamento de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón?
El Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), se crea por ley 29/2002 el 17 de diciembre de 2002 para cubrir nuevos campos de investigación y potenciar la innovación tecnológica en los campos de la agroalimentación, sistemas forestales y medio ambiente, y ha dependido durante los últimos 23 años de las Consejerías de Ciencia, Universidad y Sociedad del Conocimiento correspondientes.
En estos momentos vuelve como organismo público adscrito al Departamento de Agricultura, Ganadería y Alimentación del Gobierno de Aragón, sin dejar de estar directamente relacionado con la Dirección General de Ciencia e Investigación del Departamento de Educación, Ciencia y Universidades, como no puede ser de otra manera, pero la relación directa tenía que volver a sus orígenes y vinculada con el propio sector agroalimentario.
¿Cuál ha sido la evolución del centro en los últimos años y qué aspectos destacaría?
El CITA tiene como principal misión generar información científica y técnica de calidad y que sea relevante para el sector privado, las administraciones públicas y la sociedad, en los ámbitos de agroalimentación y medioambiente y debe servir para aumentar la sostenibilidad, resiliencia y competitividad de los sistemas agroalimentarios y forestales en escenarios de cambio global.
Sus objetivos específicos se establecen actualmente en su Plan Estratégico que está vigente en el periodo 2021-2026 y están directamente relacionados con alinear la investigación y la innovación del CITA con las políticas públicas de I+D+i, las áreas temáticas y líneas estratégicas de las entidades financiadoras europeas y nacionales, y del Gobierno de Aragón, además de poder reforzar la colaboración con el sector agroalimentario e internacionalizar la actividad investigadora, entre otras.
La creación y adecuación de equipos más multidisciplinares que puedan acometer estos objetivos ha sido una necesidad que ha marcado esa evolución hasta ahora, para poder crear mucha más masa crítica que pueda acometer proyectos de tal envergadura. Se han actualizado formas de trabajo, la comunicación interna y la gestión de los recursos económicos y humanos del CITA, para incrementar su eficiencia, agilidad y el bienestar de los empleados.
¿Qué importancia ha adquirido la transferencia de conocimiento al sector primario desde centros como el CITA en Aragón y otras estructuras similares en España?
La conexión que debe existir entre la investigación y el sector agroalimentario debe estar capacitada por la transferencia del conocimiento, pero la dotación de estructuras que lo capaciten no es tan clara, o por lo menos no lo ha sido.
En Aragón y en otras comunidades autónomas la dificultad existe cuando se separan ambas estructuras en departamentos diferentes o no se unen adecuadamente, en pocas palabras, cuando no hay una estrategia adecuada de transferencia del conocimiento que sea capacitada, no solamente con capital humano, sino también con una estrategia elaborada desde el propio sector. Hay ejemplos que dejan patente esa necesidad pero que no han sido llevadas a cabo de una manera integral.
La creación de redes de conocimiento en las que se apoye esta estrategia es posiblemente la única vía que queda, más aún con las dificultades y la distorsión que ha creado la PAC desde sus inicios, derivando la problemática a cumplimientos obligados y no a la verdadera esencia de una política agraria, que es apoyar a los agricultores, mejorar la productividad agrícola y asegurar un suministro estable de alimentos asequibles, mantener viva la economía rural y contribuir a la lucha contra el cambio climático y a la gestión sostenible de los recursos.
Miguel Gutiérrez participó el pasado mes de febrero en la jornada 'Agroalnext' celebrada el marco de FIMA 2024, donde se expusieron los tres nuevos proyectos impulsados por el CITA: 'SOS SUELO', 'BIODIVERSA' y 'GANARAM' .
Como impulsor de la Red ARAX en Aragón, ¿puede explicar en qué consiste y qué resultados está obteniendo esta iniciativa?
La Red ARAX fue creada hace 4 años con el objetivo de ser una estrategia de comunicación y de actividades en Aragón de cultivos herbáceos extensivos, que es el sector que más superficie ocupa en nuestra comunidad y que no estaba siendo atendida ordenadamente desde ninguna de las estructuras, ni de investigación ni de transferencia del conocimiento.
Es un proyecto de trabajo cuyo objetivo radica en mejorar y estructurar la generación y transferencia de conocimiento en el sector de cultivos extensivos en Aragón. En estos momentos está tutorizada por Cooperativas Agroalimentarias de Aragón, tanto técnica como económicamente, apoyada como sector estratégico desde el Gobierno de Aragón y acompañada por el propio sector cooperativo.
Nadie dice que la investigación se deba hacer desde el sector, pero este es un vivo ejemplo de que estrategias dirigidas como esta tienen mucho que decir, acompañadas siempre por las estructuras del Departamento de Agricultura y apoyada desde la investigación, pero siendo tutorizadas desde el propio sector. Las líneas de trabajo y colaboraciones las marca el propio sector, que tiene habilitada la relación público-privada para trabajar, esto es fundamental para el éxito o el fracaso de este tipo de iniciativas.
¿Qué papel pueden desempeñar las cooperativas como nexo entre la labor de los centros de investigación y los productores?
Son los actores principales que, junto con la industria agroalimentaria aragonesa y el Departamento de Agricultura, deberían elaborar y ejecutar esta estrategia. Integrar a todos los agentes de la cadena de valor, desde el agricultor y las cooperativas hasta la industria transformadora, pasando por el asesoramiento de los institutos de investigación agroalimentarios de referencia, es el objetivo prioritario en este momento.
El papel de las cooperativas en la economía agraria y en el mundo rural aragonés es fundamental para aumentar la competitividad de muchos de los productores, y promover la generación del conocimiento debería facilitar que esto se produjera, pero siempre de una manera ordenada y estratégica.
En lo que se refiere a los proyectos relacionados con el sector agrícola en los que participa el CITA, ¿qué áreas de trabajo o temáticas considera prioritarias en estos momentos?
En estos momentos y, después de la última reestructuración, el CITA tiene 4 departamentos de investigación: Departamento de Ciencia Animal, Departamento de Ciencia Vegetal, Departamento de Sistemas Agrícolas, Forestales y Medio Ambiente, una Unidad Transversal de Economía Agroalimentaria y un Área de Laboratorios de Análisis y Asistencia Tecnológica.
Los fenómenos económicos, ambientales y sociales y de manera especial los sistemas agroalimentarios, son de naturaleza compleja y se enfrentan a una gran incertidumbre, por lo que es necesario buscar la multi –e inter– disciplinariedad en los enfoques de investigación. Las áreas estratégicas de investigación pretenden responder a algunos de los retos más importantes que tiene la sociedad actualmente, por ello se imbrican estrechamente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Pacto Verde Europeo.
Proyectos relacionados con el análisis de los diversos pilares de sostenibilidad económica, social, ambiental y de la gobernanza de los sistemas agroalimentarios; adaptación y resiliencia de los sistemas agroalimentarios y forestales a escenarios de cambio global; análisis integrado de estrategias de salud pública, one health; diseños de sistemas agroalimentarios innovadores, adaptativos en todas las etapas de la producción, transformación, distribución y consumo.
En definitiva, adaptar la estructura de la investigación a las necesidades actuales y a las nuevas prioridades científicas de las distintas convocatorias.
¿La genética es la solución para revertir los efectos del cambio climático en agricultura? ¿Hasta qué punto es optimista respecto a la aplicación de las nuevas técnicas genómicas en Europa?
Las nuevas tecnologías de mejora genética pondrán a disposición de agricultores herramientas más eficaces y rentables para luchar contra el cambio climático, eso es evidente, siempre que la Unión Europea pueda dotarse de un marco jurídico que fomente la innovación al sector agrario, y pueda como consecuencia atraer y fijar talento y las inversiones que sean necesarias para su desarrollo. Europa se está quedando demasiado atrás, estando en desventaja frente a otros países.
La genética desempeña un papel importante en el desarrollo de cultivos resistentes a condiciones climáticas cambiantes. Sin embargo, no se puede considerar la genética como la única solución para revertir los efectos del cambio climático en la agricultura. La mejora genética puede contribuir a desarrollar variedades de cultivos que sean más resistentes a sequías, enfermedades y cambios en las condiciones del suelo. Esto puede ayudar a mantener la productividad agrícola en un entorno climático en constante cambio, pero, sin embargo, la mitigación del cambio climático y la adaptación de la agricultura a condiciones cambiantes también requieren enfoques integrales que incluyan prácticas agrícolas sostenibles, gestión eficiente de recursos, tecnologías agrícolas avanzadas y políticas adecuadas.
“Integrar a todos los agentes de la cadena de valor, desde el agricultor y las cooperativas hasta la industria transformadora, pasando por el asesoramiento de los institutos de investigación agroalimentarios de referencia, es el objetivo prioritario en este momento”.
Teniendo en cuenta la brecha digital que aún existe en el campo español, ¿los objetivos en materia de digitalización que se marcan en la actualidad no están siendo demasiado ambiciosos?
La brecha digital en España es un tema relevante y los objetivos de digitalización pueden generar debate. Los objetivos actuales son ambiciosos y podrían ser difíciles de alcanzar. El gobierno español y diversas organizaciones están implementando programas para abordar la brecha digital, pero la efectividad de estas iniciativas puede variar. Al evaluar la ambición de los objetivos de digitalización, es importante considerar factores como la infraestructura existente, la accesibilidad a la tecnología, la formación digital y la participación de la población.
El enfoque de la nueva PAC puede ser discriminatorio para los agricultores con menor capacidad digital, como consecuencia también de la brecha generacional que separa al sector agrario. De como se aborden estos desafíos dependerá el éxito o fracaso de algo que ha venido para quedarse.
¿Qué diagnóstico general puede hacer sobre la situación que atraviesa el sector agrario en nuestro país y qué problemas son más preocupantes a corto plazo?
Hay muchos problemas comunes que de manera general afectan a todo el sector agroalimentario y que son preocupantes a corto plazo. El cambio climático en el que estamos inmersos: Fenómenos climáticos extremos, como sequías, inundaciones, heladas, que afectan negativamente la producción agrícola, disminuyendo los rendimientos y afectando la seguridad alimentaria.
El acceso a recursos hídricos: La disponibilidad y gestión del agua son esenciales para la agricultura. La escasez de agua o su uso ineficiente puede limitar la producción de alimentos.
Los desafíos en la cadena de suministro: Problemas logísticos, como interrupciones en la cadena de suministro, pueden afectar la distribución de productos agrícolas y aumentar los costos para los agricultores. Lo estamos viviendo en estos momentos.
La gran fluctuación de los precios: Los agricultores e industria agroalimentaria a menudo se enfrentan a la volatilidad de los precios de los productos agrícolas, lo que afecta directamente a sus ingresos y rentabilidad.
La tecnología y modernización: La falta de acceso a tecnologías agrícolas modernas puede limitar la eficiencia y productividad en el sector. La brecha digital que acabamos de nombrar es una de las más importantes en este momento.
Y las políticas agrarias: Las políticas gubernamentales tienen un impacto significativo y en estos momentos negativo en el sector agrario.
Pero la agricultura deberá sobrevivir a todo esto y a lo que está por venir, con la misma fortaleza que le caracteriza, el reto de mantener la competitividad ante una coyuntura que en estos momentos le resulta adversa.
