"El cotonet de Sudáfrica ha venido para quedarse y habrá que aprender a convivir con él para controlarlo"
Entrevista a Joanma Mesado, secretario técnico de La Unió
Desde su responsabilidad al frente de la secretaría técnica de la Unió de Llauradors, Mesado ha sido testigo del avance de una plaga importada que crece año a año en naranjas y mandarinas y, como no se podrá erradicar en mucho tiempo, con la que los agricultores tendrán que aprender a controlar para que no merme excesivamente su producción. Con pocos fitosanitarios efectivos, la lucha biológica es la base de los tratamientos y de las investigaciones que se desarrollan en la actualidad.
¿Cuándo se introdujo el cotonet de Sudáfrica en España? ¿Dónde se detectó por primera vez?
El Delottococcus aberiae o cotonet de Sudáfrica se detectó en España por primera vez en 2009, concretamente en la zona de Les Valls, al lado de Sagunto (Valencia). Según el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), por la introducción de cítricos procedentes de Sudáfrica sin las medidas profilácticas adecuadas. Desde algún almacén de fruta saltaría al campo a través de las cajas o de los vehículos de transporte. Es una plaga que, como se desarrolla y expande muy poco a poco y que se puede confundir con otro tipo de ‘cotonets’ que hay en la Comunitat Valenciana, quizá pudo entrar un par de años antes del año en el que se registró como plaga.
¿Cuál ha sido la evolución de la plaga desde entonces? ¿Por dónde se ha ido extendiendo a través de España?
La evolución del cotonet desde 2009 ha sido constante, lenta, pero imparable; primero, alrededor de Sagunto y en la zona sur de la provincia de Castellón; después, por la costa, se ha extendido hacia el delta del Ebro en Tarragona y, por el sur, ha llegado a Alicante y ya se ha detectado alguna plantación en Murcia. También nos han llegado noticias de que se ha detectado algún foco en las provincias de Huelva y Sevilla, aunque lo tendríamos que confirmar. Lo que sí sabemos es que está presente en unos 80-90 términos municipales de la Comunitat Valenciana, es decir, hay una implantación importante de la plaga.
¿Cuáles son los principales daños que provoca? ¿La incidencia es diferente según variedades?
¿Cómo se puede combatir esta plaga?
No hay un método único. Hasta el 2020 teníamos la materia activa 'metilclorpirifos', que no eliminaba la plaga pero paraba su avance. Era un químico que controlaba la plaga en campos concretos donde se aplicaba, pero si en una parcela de al lado no se aplicaba se desarrollaba y, de hecho, por eso fue avanzando a pesar de existir este producto. Desde que la Comisión Europea lo prohibió, quedan muy pocas herramientas. Hay que ir a la lucha biológica combinada con feromonas e insectos parasitoides. Los productos químicos que quedan no son demasiado efectivos y además, si hay que hacer 4-5 tratamientos en primavera, no son rentables.
¿Qué métodos preventivos se emplean? ¿En qué momentos hay que hacer estas medidas preventivas?
También es importante es el control de las hormigas, porque son un vector importantísimo de transmisión del cotonet, pero no hay materias activas para controlarlas. Hay trampas pegajosas, pero no son muy eficaces.
Finalmente, es básica la desinfección de las herramientas, el material -cajas- y las personas que van de un campo a otro, para evitar propagar aún más la plaga.
¿Qué métodos biológicos existen? ¿Está extendido el empleo de insectos que parasiten al cotonet? ¿En qué momento se aplican estas medidas biológicas?
El principal método de lucha biológica es el empleo de feromonas, que se colocan desde antes de la floración, una por árbol, y tienen eficacia durante un año. Crean confusión sexual entre la población del cotonet y ayudan a disminuir su reproducción.
En cuanto al empleo de insectos, principalmente se recurre al Cryptolaemus montrouzieri, que es un parasitoide autóctono que se cría y se suelta a partir de junio porque no aguanta las bajas temperaturas (se sueltan de 3 a 10 larvas por árbol en las zonas donde hay presencia de cotonet. También hay sueltas de adultos en al final del verano y en otoño para controlar la generación del año siguiente).
También está el Anagyrus aberiae, un parasitoide importado de Sudáfrica que se está reproduciendo de forma muy lenta en insectarios y, que se está empleando desde 2020 con sueltas de seguimiento, no masivas. Aguanta más frío y se suelta desde la floración, a partir de marzo. Sería complementario al Cryptolaemus.
Finalmente, también se quieren hacer ensayos con otro parasitoide de Sudáfrica (Allotropa delotococci). Se ha pedido autorización excepcional al Ministerio de Agricultura para hacer pruebas previas en el IVIA, antes de los ensayos en campo.
Deformación evidente por la actuación del cotonet en una naranja.
¿Qué productos fitosanitarios se aplican? ¿Es rentable su uso?
El Movento quizá es el producto que tiene quizá un poco más de efectividad, pero no hay productos muy milagrosos. Además, se tienen que hacer tratamientos cada semana o diez días y, al precio que está la fruta, no son viables económicamente.
¿Hay algún estudio o alguna nueva medida en fase de investigación que sea efectiva contra el cotonet?
Diversas deformidades y diferencias de tamaño provocados por el cotonet en las naranjas
¿Los agricultores están concienciados sobre la aplicación de las medidas de prevención o esperan a tener la plaga para combatirla?
Los agricultores están cada vez más concienciados para ayudar a controlar la plaga. Inicialmente se desconocía más pero ahora cada vez lo tienen más claro. Sobre todo se hacen podas preventivas para airear el árbol y que sean más efectivos los tratamientos y, posteriormente, con el empleo de feromonas. En verano se suelta el Cryptolaemus y poco más se puede hacer. También algunos hacen tratamientos químicos para controlar algo la plaga.
¿Cree que se terminará controlando la plaga o que aumentará en el futuro? ¿En qué método confían más?
El cotonet es como otras plagas anteriores que cuando entran lo hacen para quedarse, como sucedió con el piojo rojo de California o el minador de los cítricos. Poco a poco se irá controlando y conviviendo con ello. Esa adaptación la queremos ya, pero no es de hoy para mañana, tendremos que aprender a combatir al cotonet con las herramientas que tenemos -principalmente feromonas y parasitoides- y debemos ser conscientes de que es una lucha a medio plazo para su control. El cotonet de Sudáfrica es una plaga que ha venido para quedarse y habrá que aprender a convivir con él para controlarlo.
También hay que hacer una labor de prevención en la entrada de cítricos importados y esa es una labor de la Administración, no de los agricultores. Se deben incrementar los controles en frontera y aplicar todos los ‘espejos’, es decir, que si se exigen una serie de prácticas en la Unión Europea o se prohíben una serie de productos, que también se exija lo mismo a los agricultores de países terceros, como Marruecos, Sudáfrica, Egipto o Israel. Las alertas detectadas con productos procedentes de Turquía son espectaculares, principalmente con pimientos, pero también con naranjas. Los lotes que dan positivo se retiran, pero son un pequeño porcentaje del total, ya que sería imposible inspeccionar todos los lotes. Entran principalmente por Rotterdam y allí los controles son pocos.
