Combatir el HLB en cítricos mediante mallas antiinsectos y manejando el riego y la nutrición de forma eficiente
El Colegio de Ingenieros Técnicos Agrícolas y Graduados de Valencia y Castellón (COITAVC) celebró en Valencia una jornada técnica de prácticas agronómicas avanzadas para la producción de cítricos en la época del Huanglongbing, también conocido como HLB o greening. Una enfermedad, que de no ser frenada, podría acabar con la producción citrícola mundial, porque, tal y como todos los expertos coinciden, a día de hoy no hay solución para esta patología que en Florida ha mermado el 70% de la producción citrícola en solo una década.
Otra práctica que está funcionando es el mallado de campos, algo que empezó siendo experimental pero que ya están adoptando varios productores. “No hay ningún árbol enfermo con este sistema, pero obviamente encarece la producción y por ello hay que optar a frutos de extrema calidad que permitan llegar a mercados gourmet y poder rentabilizar la inversión”, comentó.
El siguiente paso fue estudiar la realidad del problema en la citricultura mediterránea. Desde el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) llevan años investigando con la avispilla Tamarixia dryi, depredador de la Trioza Erytreae, insecto vector del HLB. Enrique Moltó, director del IVIA, recordó que en este tipo de investigaciones la colaboración con otros países y centros de investigación es primordial y, en este sentido, el IVIA está dentro del proyecto TropicSafe, que recoge a 22 socios de 12 países diferentes. El director del IVIA también reforzó la importancia de la vigilancia en toda la cadena. “Esto es responsabilidad de todos, no solo de los investigadores. Hay que tener más ojos en el campo para evitar la entrada de material no certificado proveniente de otros países de riesgo, y también para detectar árboles sintomáticos, ya que estas son las primeras líneas de defensa”, concluyó Moltó.
Inmaculada Sanfeliu, directora del Comité de Gestión de Cítricos, expresó la preocupación del sector por el avance del HLB. “Estamos hablando de una industria cuyo valor de producción actual alcanza los 4.300 millones de euros y que genera varios cientos de miles de empleos directos e indirectos, desde las personas que trabajan en los campos, pasando por las plantas de transformación y llegando a toda la red de distribución nacional e internacional”, afirmó, para dar una magnitud económica del problema.
La universidad es uno de los agentes implicados, ya que en ella se investiga y se forman los futuros técnicos del sector agrícola. Alberto San Bautista, director de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural de la UPV, explicó que ya se están introduciendo este tipo de cuestiones en los programas formativos. “El Plan Bolonia ayuda a que seamos más ágiles a la hora de introducir nuevos contenidos y a promover la movilidad y la colaboración con otras universidades, y esperamos que esta línea de trabajo siga creciendo por los buenos resultados que reporta”, afirmó San Bautista.