Entrevista a Marcos Guasch, CEO de Texia
Fundada hace 105 años, Texia es una empresa familiar dedicada a los acabados textiles, que cuenta con productos de fabricación propia. Si bien en el siglo XX su principal actividad era el blanqueo y acabado de tejidos en el mundo de la moda, en la década de 1990, la compañía patentó la tecnología seamless, que le permitió producir paños y servilletas sin necesidad de coser. En estos momentos, el sostén principal de Texia es esta línea de negocio y sus dos productos estrella: Rolldrap y Mydrap, que pueden encontrarse hoy en compañías aéreas y de cruceros, en restaurantes y hoteles de lujo de todo el mundo y en establecimientos como las joyerías Tiffany’s. Recientemente, la compañía ha adquirido dos equipos Epson Monna Lisa Evo Tre 32, con los que entra en el negocio de la impresión textil digital y refuerza su apuesta por una moda sostenible. Además, junto a ingenieros y especialistas de Epson, la empresa trabaja en un proyecto para el desarrollo de una máquina de estampación pigmentaria capaz de aplicar el estampado para poder cortar después las servilletas y demás productos Mydrap. “Es un proyecto pionero porque permitirá la inyección de emulsiones de alta densidad simultáneamente con los colorantes pigmentarios, lo que abre muchas posibilidades en el mundo de la moda”, explica Marcos Guasch, CEO de Texia.
Dicen que tan solo el 30% de la producción de Texia en la actualidad corresponde a la producción textil tradicional. ¿Qué tipo de trabajos realizan para este sector? ¿Para qué perfil de clientes trabajan?
Sí, el 30% corresponde al sector moda. Nuestros clientes son mayoristas de venta de tejido al por mayor y grandes confeccionistas. Nos envían tejido en crudo (salido del telar) para procesarlo. Ofrecemos seis tipos de procesos: blanqueo, tintura pigmentaria, estampación rotativa pigmentaria, estampación digital pigmentaria, acabados químicos y acabados mecánicos.
¿Qué situación cree que vive hoy este sector textil tradicional en nuestro país? ¿Qué valor añadido puede ofrecer para combatir la oferta de países asiáticos?
El principal problema es que la industria textil siempre ha sido un sector palanca de países en vías de crecimiento. Se trata de una industria muy vertical, que ocupa a mucha mano de obra en todas sus etapas productivas: desde la recogida del algodón hasta la confección de la prenda. Esto que, en su momento, fue una ventaja para nuestro país, se ha convertido en un problema. En la actualidad, países con economías emergentes han centrado parte de su crecimiento en el sector textil, generando una enorme competencia en precios y volúmenes de producción, difícilmente igualables. El resultado de este proceso es que el tejido industrial español se está desvaneciendo. Las empresas de confección se deslocalizan, las de acabados se ven abocadas a unas inversiones en materia medioambiental inasumibles, las de hilatura y tejeduría se encuentran con falta de mano de obra cualificada y el algodón no es rentable cultivarlo.
Pero no todo son malas noticias…
Precisamente uno de los valores añadidos de Texia es su apuesta por el medio ambiente y la sostenibilidad.
Sí, la sostenibilidad no solo es un valor añadido sino el eje sobre el que pivota nuestro decálogo de ‘misión, visión, valor’. No entendemos crecer si no es de forma sostenible. Es algo intrínseco a cualquier decisión que se toma en la empresa.
¿Cómo se materializa esta apuesta?
Otra de las bazas competitivas de Texia es el I+D. ¿Cuánto invierten en investigación?
La investigación está en el ADN de Texia. Tanto es así que hemos creado el departamento Transformación y Gestión del Cambio, que se ocupa de proponer, cuantificar, ordenar y seguir todos los proyectos de I+D. Es el responsable del seguimiento presupuestario que destinamos a I+D, que supone aproximadamente un 10% de la facturación. En una economía disruptiva y cambiante como la actual, es fundamental contar siempre con proyectos de I+D en la recámara. Considero que ha sido el motivo principal de la longevidad de Texia.
Ahora que comenta la longevidad de la compañía, Texia nació en 1917 y ha formado parte de un gran grupo de empresas textiles catalanas que desarrolló con éxito su actividad durante muchos años. En ese tiempo ha asistido también al cierre de la mayoría de sus empresas competidoras. Además de esa apuesta por el I+D, ¿qué ha hecho Texia para sobrevivir y destacar en ese contexto?
No hay una razón única que explique 105 años de empresa. Es más bien un cúmulo de razones: anticiparnos a los cambios del mercado; creer en el proyecto; que todos los miembros de la familia estén alineados en los objetivos a conseguir; implicación, trabajo y compromiso; no tener miedo a los cambios, incluso cuando las cosas van bien; invertir en talento y en conocimiento; una buena dosis de resiliencia cuando las cosas no salen como estaba previsto... pero, sobre todo, ilusión, mucha ilusión. La ilusión es contagiosa y ayuda a pensar siempre en positivo.
Por favor, háblenos de Rolldrap y Mydrap. ¿Cómo y cuándo surgió la idea?
La idea surgió en los años noventa, fruto de la necesidad de poder monetizar todos los desarrollos de I+D en materia de acabados en los que Texia trabajaba y que se perdían en la cadena textil. Encontrar un producto finalista de fabricación propia nos podía ayudar a tener todos los márgenes de la cadena de valor y poder reinvertir los beneficios en el desarrollo de nuevos productos e ideas. Por otra parte, el negocio de los acabados estaba totalmente ligado al mundo de la moda que, a su vez, está controlado por las grandes corporaciones. La idea de dar el salto al negocio del ocio nos podía permitir diversificar en clientes y canales de venta como hoteles, caterings, restaurantes, bares, compañías aéreas, compañías de cruceros… y el tiempo nos ha dado la razón.
¿En qué consisten exactamente estos desarrollos patentados?
En la tecnología seamless, que permite sustituir el cosido de un tejido por un corte por trama y otro por urdimbre sobre un estampado previamente depositado en el tejido, que lo convierte en indesilachable al lavado. Buscando un símil, es una manera de cortar el tejido como se corta el papel.
¿Qué los hace tan especiales en una industria textil tan competitiva?
La tecnología seamless es especialmente competitiva en trozos de tejido cuadrados o rectangulares de tamaño pequeño o mediano. Por ejemplo, servilletas individuales, paños de cocina, etc. Cuanto más pequeña es la pieza, más incidencia tiene el cosido. En una servilleta de cóctel de 10x10 centímetros, el coste del tejido representa un 15%, mientras que el de la confección, un 85%. Con el sistema de corte sin costuras, la parte de la confección se reduce drásticamente. Esto hace que los productos Texia se puedan usar como una alternativa de un solo uso, compitiendo con el precio de lavar un producto con costuras. En este sentido es una solución única cuando se trata de medidas pequeñas.
¿Con qué clientes cuenta Rolldrap? ¿A qué perfil de cliente está dirigido? ¿Cuáles son sus canales de venta?
Los productos Rolldrap van destinados al sector hostelería/limpieza. El producto estrella es el paño para limpiar vasos en bares y restaurantes. La tecnología seamless aplicada en este paño permite que se pueda lavar muchas veces. Esto, añadido a la calidad del algodón y el proceso de acabado, nos ha permitido ser el paño más vendido en España. El canal de venta son los mayoristas/distribuidores de productos para la hostelería y los cash&carry.
¿Y en el caso de Mydrap?
Los productos Mydrap van destinados a la hostelería/lujo. Los dos productos estrella son la servilleta de cóctel de 11x11 centímetros y la de 20x20, ambas de un solo uso. Se trata de una solución única por precio y calidad pues evitan el problema de la logística del lavado que tienen las servilletas textiles cosidas. La venta se realiza en directo con agentes que visitan al cliente. Los canales de venta en el B2B son agentes en directo que visitan los hoteles de lujo, los caterings, los restaurantes, las compañías aéreas y las compañías de cruceros. Por su parte, los canales de venta en el B2C (retail) son los concept store, las tiendas de hogar o los departamentos de hogar de grandes almacenes, la venta a través de plataformas e-commerce y la venta a través de la web de Texia.
¿Cuál es la producción anual? ¿A dónde viajan, dónde venden Rolldrap y Mydrap?
En estos momentos estamos facturando alrededor de 15 millones de euros anuales. La venta de Rolldrap está muy focalizada en el territorio nacional. Por su parte, Mydrap se vende por todo el mundo. Sin embargo, nuestros principales clientes están en París, Londres, Montecarlo, la Costa Azul francesa, Madrid y Barcelona. Además, vendemos a más de 15 compañías aéreas de todo el mundo.
¿Por qué cree que durante este tiempo no ha surgido un competidor?
Por tres motivos. El primero es que Mydrap es un producto muy de nicho, que requiere vender a muchos clientes pequeñas cantidades. Esto exige una estructura comercial e industrial muy específica. Prueba de ello es que, si bien no tenemos competencia en la venta hotelera, empezamos a tener competidores en la venta a aerolíneas por los grandes volúmenes que manejan en un solo pedido.
¿Cuál es el segundo motivo?
La complejidad de la tecnología seamless. El concepto es sencillo, pero trasladarlo a la producción industrial es muy complejo porque intervienen muchos factores que hay que controlar: la estructura de los tejidos, la pasta de estampación, la forma de estamparlo, el sistema de corte… El tercer motivo es la protección con patentes de procedimiento, modelos de utilidad y, últimamente, un protocolo interno de secreto empresarial.
Rolldrap y Mydrap son productos de alta calidad a un precio muy competitivo que cuentan con clientes en todo el mundo, sin embargo, la producción se realiza desde sus instalaciones en Monistrol de Montserrat, en la provincia de Barcelona. ¿Han pensado en deslocalizar parte de su producción para abastecer la demanda local en otros rincones del planeta?
Por supuesto, de hecho, tenemos delegación en Canadá para dar servicio a toda Norte América. La única forma de ser competitivos en precio y servicio es estar cerca de los spots donde se encuentran nuestros clientes. La rotación de la servilleta de un solo uso en un hotel es altísima y, por tanto, requiere de una reposición muy rápida. En Europa lo gestionamos a través de nuestro almacén logístico de Monistrol de Montserrat, pero en otras partes del mundo como Estados Unidos necesitamos situar este almacén en territorio.
La impresora Epson Monna Lisa Evo Tre 32 es capaz de imprimir a un nivel de detalle difícil de replicar en un equipo de impresión tradicional.
Recientemente han adquirido dos equipos de impresión textil digital de Epson. ¿Qué modelo? ¿Cuál es exactamente su función en Texia?
Sí, hemos adquirido dos Monna Lisa Evo Tre, que las hemos destinado a dos proyectos relacionados con la moda. Creemos que el futuro de la moda pasa por la estampación digital pigmentaria. En este caso hemos hecho una alianza comercial con dos clientes con sendos proyectos con mucho potencial de crecimiento y gran valor añadido. Ellos aportan el diseño y la comercialización y nosotros la parte industrial. Un proyecto está enfocado a la moda infantil y el otro, a la moda en camisería de hombre. Tenemos claro que el futuro de la empresa pasa por acuerdos colaborativos en los que las partes aportan su conocimiento y experiencia para conseguir un objetivo común.
¿Qué destacaría de este equipo?
El uso de colorantes de estampación pigmentarias. Este tipo de tintes permite estampar sobre tejidos de algodón y fibras sintéticas sin necesidad de un posterior vaporizado y lavado. Esto reduce al mínimo la huella hídrica y, por tanto, no es necesario el uso de una depuradora. Es una tecnología muy limpia y sostenible. Por otra parte, el hecho de que no exista un proceso posterior de lavado hace que los colores que salen por detrás de la estampadora digital no cambien por el efecto del mismo. Es decir, son los colores definitivos con los que se confeccionará la prenda.
Un reto tecnológico…
Sí, Epson ha hecho un gran trabajo con esta máquina. No es fácil trabajar con colorantes pigmentarios pues tienen unas dificultades asociadas al tipo de resina, que es necesaria para poder depositar el colorante sobre el tejido. Para solucionar estos problemas, Epson ha optado por un circuito de inyección al vacío y por cabezales que trabajan a baja temperatura. Con lo primero se consigue que el compound colorante/resina no emboce el circuito de inyección; con lo segundo, que dicho compound no reticule en el cabezal.
Tienen prevista la adquisición de un equipo más. ¿Cuál será su cometido? Por favor, háblenos del proyecto de investigación que llevan a cabo junto a los especialistas de Epson.
Junto con Epson estamos desarrollando una máquina de estampación pigmentaria que aplique el estampado para poder cortar después las servilletas y demás productos Mydrap. Es un proyecto pionero porque permitirá la inyección de emulsiones de alta densidad simultáneamente con los colorantes pigmentarios, lo que abre muchas posibilidades en el mundo de la moda, pero, sobre todo, ofrece a Texia múltiples ventajas.
¿Cuáles?
Entre otras, poder trabajar pedidos pequeños destinados a hoteles y caterings que no pueden comprar grandes volúmenes. Se trata de un tecnología limpia y sostenible a nivel industrial, cuyos diseños pueden incluir toda la gama de colores. También nos permitiría ofrecer medidas de la servilleta según necesidad del cliente, un ahorro de espacio industrial por la ausencia de cilindros de estampación; facilidad de hacer muestras al cliente sobre la servilleta sin necesidad de usar pantallas de serigrafia... pero, por encima de todo, este proyecto nos va a permitir escalar el negocio en otras partes del mundo, situando la máquina de estampar y las máquinas de corte cerca del cliente. Al tratarse de una tecnología limpia, podemos llegar a alianzas con socios en otros continentes para fabricar cerca de los spots donde más potencial de venta tienen nuestros productos. Eso evitará costes de transporte y la huella de carbono asociada. En definitiva, Texia se podría expandir de forma descentralizada buscando las ventajas de la localización.
¿Qué aspectos de la relación con Epson valoran más?
Sobre todo, el trato directo. No es sencillo que una multinacional escuche a una pequeña empresa y decida arrancar un proyecto colaborativo. Todo el equipo humano de Epson consigue que sientas un trato cercano. Pese a que Texia es una empresa familiar, uno se siente igual de importante que Epson a la hora de construir este nuevo proyecto.
¿Hacia dónde se dirige Texia? ¿El futuro de Texia es digital?
Texia es una empresa familiar que quiere crecer, pero no de cualquier manera. Quiere hacerse grande sin olvidar los valores que nos han llevado hasta dónde estamos y reforzando el compromiso con la sostenibilidad. Para ello, estamos trabajando en diferentes frentes con el fin de profesionalizar la empresa, incorporando al consejo de administración miembros de la cuarta generación, así como consejeros independientes que nos ayuden a tal cometido. También estamos implementando un nuevo ERP que nos facilite la gestión y poniendo en marcha la ISO 14000 como protocolo medioambiental de la empresa. Además, estamos digitalizando el proceso de estampación de la mano de Epson y buscando acuerdos colaborativos de fabricación de productos Texia en otros continentes en base a la tecnología seamless. Pero, sobre todo, el futuro de Texia está en manos de su equipo humano. En la medida que toda la gente que forma parte de Texia siga con la implicación e ilusión que han demostrado hasta el momento, el futuro está asegurado.
“En una servilleta de cóctel de 10x10 cm, el coste del tejido representa un 15%, mientras que el de la confección, un 85%. Con el sistema de corte sin costuras, la parte de la confección se reduce drásticamente. Esto hace que los productos Texia se puedan usar como una alternativa de un solo uso, compitiendo con el precio de lavar un producto con costuras. Mydrap es una solución única cuando se trata de medidas pequeñas”