Datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación
Precio "histórico" de la patata en origen que escala en agosto hasta los 0,58 €/kg
A lo largo del verano, el precio medio de la patata en España ha escalado hasta alcanzar una subida en origen del 111,6% respecto a los últimos cinco años, un alza que los productores achacan, en especial, a la caída de la producción nacional y a una menor entrada de producto francés, principal competidor.
Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), en la semana del 12 al 18 de agosto el precio de la patata registró un nuevo repunte en origen del 0,81% respecto a la semana anterior y del 111,6% respecto a la media de los últimos cinco años.
En concreto, durante la semana 32 del año el precio se fijó en los 0,58 euros/kilogramos (€/kg), una cifra óptima para el sector que ve con buenos ojos esta subida debido al incremento de los costes de producción a los que están haciendo frente esta campaña. No obstante, el récord en 2024 se dio en la semana del 15 al 21 de abril, cuando el precio medio de la patata en España se situó en los 0,77 €/kg.
Las estadísticas oficiales muestran que durante este mismo periodo del año anterior, la cotización de la patata se encontraba en una tendencia decreciente, con un precio en origen de unos 0,32 €/kg, lo que contrasta con la curva ascendente que está registrando en la actualidad este producto desde mediados de junio, aproximadamente.
Por ejemplo, un mes más tarde, en julio, la organización Agraria COAG cifró en un 267% la diferencia porcentual que había entre el precio en origen y el coste en destino de la patata durante este periodo.
Mientras que el precio en origen se situó durante este periodo en los 0,48 euros/kg, el precio en destino alcanzó los 1,76 euros/kg, una diferencia de hasta 3,67 euros/kg, según los datos que publica de forma mensual la propia organización.
Cosecha corta y precios altos
A juicio del responsable de la sectorial de la patata de COAG, Alberto Duque, a pesar de que “aún queda un 25% de la producción por sacar, está siendo una campaña realmente corta”, marcada por la climatología, con “temperaturas extremas“ y la ”mala calidad“ de las semillas.
Por ello, el portavoz estimó que se produzca una rebaja de entre un 20% y 30% de la producción en la mayoría de las parcelas respecto a una campaña ordinaria, aunque advirtió de que ”si los precios se mantienen como están, no sería tan catastrófico”.
“Hay poca producción y unos precios históricos”, resumió Duque a la vez que precisó que, en zonas como Murcia y Andalucía se produjo una bajada del precio que no se ha visto repercutida en los consumidores.
Sobre el descenso de la producción en Francia, el responsable defendió que el producto del país vecino “no tiene la misma calidad“ que el nacional y espera que ”por el bien de los agricultores, se mantengan los actuales umbrales” en el mercado nacional.
Castilla y León acoge este año una superficie en torno a las 17.300 hectáreas de cultivo.
En Castilla y León, principal zona productora de patata del país, hay sembradas en la actual campaña unas 17.300 hectáreas de patatas repartidas por las nueve provincias, aunque “hay algunas con mayor suficiente que otras”, según detalló el presidente de Asaja de Castilla y León, Donaciano Dujo.
Para Dujo, la campaña en esta zona está transcurriendo con “normalidad”, además, aún queda patata para todo el mes de septiembre e, incluso, octubre, algo “bueno“ ya que así se ”escalonan los arranques y provoca que no haya una mayor oferta de la demanda que pueda existir”, precisó.
Sobre los precios, el presidente de Asaja de Castilla y León reconoció que “nunca antes“ habían tenido estas cifras y son unos datos ”positivos“ ya que ”este año, los costes de producción han sido muy altos“ debido al ”excesivo“ precio de los fitosanitarios.
Por último, Dujo se refirió a los propios consumidores, a los que pide que sean ”conscientes“ de los ”altos costes de producción“ que afronta el sector por lo que la ”cesta de la compra se tiene que encarecer“ a lo que ha añadió que, ”si se quiere comer buen producto, hay que pagarlo”.