Jornada 'La digitalización de los cultivos de alto valor: claves en la agricultura de carbono'
La plataforma ConnecTrees analiza en FIMA las claves de la agricultura de carbono
La agricultura de carbono es una de las temáticas que más interés está generando entre profesionales y empresas del sector en los últimos tiempos. Las prácticas sostenibles relacionadas con el manejo del suelo y la digitalización se perfilan como las claves de un sistema de compensación cuya regulación por parte de la Unión Europea se encuentra ya en una fase muy avanzada.
La plataforma ConnecTrees DigitalHub, una iniciativa enfocada en la digitalización de los cultivos de alto valor en la agricultura, ha organizado una jornada técnica en el marco de FIMA 2024 sobre las claves de la agricultura de carbono. El periodista César Marcos, coordinador de la plataforma, fue el encargado de moderar una sesión en la que se debatió sobre la postura que pueda adoptar la Unión Europea en cuanto al marco de regulación que establecerá a lo largo de 2024 y que se espera impacte en los mercados actuales de créditos de carbono.
Beatriz del Castillo, responsable de la empresa Generandi, aseguró que la agricultura es un sumidero de carbono que en 2023 obtuvo un saldo negativo de emisiones del 5,7%, en contraste con el aumento total de emisiones del 1,7% en el conjunto de todos los sectores productivos en España.
En la actualidad existen dos mercados de carbono, uno es el regulado, y el voluntario donde participa la industria agrícola. El valor medio del crédito de carbono en 2023 fue de más de 80 euros por tonelada en el mercado regulado, mientras que en el voluntario los créditos pueden oscilar entre los 2 euros y hasta los 300 euros por tonelada de carbono.
Según esta experta, para los agricultores interesados en comercializar estos créditos en el mercado voluntario, el primer paso es conocer y certificar la cantidad de carbono fijado en el suelo. Del Castillo recomienda en este caso "ir desde el inicio de la mano de aquellas empresas que estén interesadas en compensar sus emisiones y que aporten el factor de proximidad".
En cualquier caso, "la incertidumbre aún es alta" ante la falta de concreción sobre cuál será la metodología y los parámetros que se van a tener en cuenta a la hora de medir el secuestro de carbono en el suelo y la generación de los correspondientes certificados en el mercado regulado.
Un año clave para la regulación de la agricultura de carbono en Europa
Juan Sagarna, responsable de Sostenibilidad, Calidad e Innovación de Cooperativas Agroalimentarias de España explicó la finalidad y los objetivos del proyecto europeo CREDIBLE, enfocado en la agricultura de carbono y en la monetización de las prácticas sostenibles relacionadas con el secuestro de carbono y la reducción de emisiones. "Hay creados 15 grupos de trabajo a nivel europeo centrados en la reglamentación de los certificados de carbono y se espera que antes de que acabe 2024 se fijen las buenas prácticas relacionadas con estos certificados", indicó.
Por otro lado, Francisco Márquez, investigador de la Universidad de Córdoba, expuso los objetivos del proyecto GO CoverOlive basado en una herramienta para calcular de forma automática las pérdidas de carbono en el cultivo de olivar. Este Grupo Operativo Regional es capaz de ofrecer datos directamente al agricultor -en este caso a los socios de la cooperativa Dcoop, entidad que participa en el proyecto- para la resolución de los problemas que tengan en sus explotaciones, especialmente, respecto al manejo del suelo.