El proyecto europeo Soil O-Live analiza en su primer año más de 5.200 muestras de suelos
El proyecto europeo Soil O-Live ha analizado en este primer año más de 5.200 muestras de suelos procedentes de 52 parcelas de distintos puntos de Europa y el Norte de África. Además, investigadores de esta iniciativa, una de las más importantes que se desarrollan en la actualidad en la Unión Europea, han participado en un centenar de foros en ciudades como Madrid, Bruselas, Roma, Berlín, etc. A través de acciones de formación directas este proyecto ha llegado a varios miles de agricultores, principalmente de Andalucía (Jaén, Córdoba, Málaga, entre otras); Extremadura y zonas olivareras de Italia, Grecia y Marruecos.
Este proyecto, que está coordinado por la Universidad de Jaén, se encuentra en una primera fase y se desarrollará durante cuatro años más. El objetivo general es estudiar el estado de salud de los suelos de los olivares mediterráneos, analizar el impacto de la contaminación y la degradación de la tierra en los suelos de olivar del mediterráneo en términos de multi-biodiversidad y establecer estrategias para su cuidado y regeneración.
Según el investigador responsable de coordinar el proyecto, el profesor de Ecología de la Universidad de Jaén, Antonio Manzaneda, tras más de cincuenta años de aplicación de agricultura intensiva, la situación ambiental de muchos olivares en la región mediterránea es bastante dramática en términos de degradación de la tierra, empobrecimiento de la biodiversidad y pérdida general de funcionalidad.
Los resultados derivados de Soil O-Live serán utilizados por la Unión Europea para un mejor conocimiento de la salud del suelo del olivar mediterráneo y poder diseñar políticas agrarias más precisas en el cultivo del olivar europeo en relación con la sostenibilidad ambiental y la calidad y seguridad de los aceites de oliva.
Por otra parte, durante este año, socios del proyecto han estado informando a los agricultores en sus propias cooperativas y almazaras a través de 17 formaciones en Andalucía y Extremadura, una acción que se ha desarrollado junto a la multinacional Deoleo Global, firma que forma parte del consorcio de Soil O-Live. También han estado en fincas que participan en el proyecto, en Chiclana de Segura, Santisteban del Puerto, en Jaén o en la Finca La Torre en Antequera, Málaga, entre otras.
Antonio Manzaneda ha representado el proyecto en foros tan importantes como la Conferencia Internacional Food2023, en Bruselas; en la European Mission Soil Week 2023 o en el Observatorio del Suelo de la Unión Europea, junto a Pasquale Borrelli. Otros investigadores del proyecto como Gabriela Moreno, del Grupo de Trabajo “Erosión del suelo y degradación de la tierra”, de la Universidad de Basel, también han representado a Soil O-Live en diferentes foros, entre ellos, la Conferencia Wageningen Soil 2023.
Por su parte, el doctor Vassilis Gkisakis, investigador de Elgo-Dimitra, socio griego del proyecto europeo Soil O-Live, ha visitado la provincia de Guanxi, ubicada al Sur de China. Una misión en la que ha informado y promovido la introducción de la olivicultura y la tecnología avanzada de procesado de aceite en China. Durante la visita, el investigador ha realizado una presentación global del sector oleícola, incluidos importantes proyectos de investigación, como Soil O-Live.
“Ha sido un año intenso, de trabajo duro, de poner en marcha un volumen ingente de acciones y coordinar a un grupo de investigadores muy diversos entre universidades, entidades y empresas, con un total de 17 socios”, ha añadido Manzaneda, añadiendo que “2024 será un año clave para el proyecto, donde tras procesar los datos empezaremos a ver los primeros resultados del estado actual de los suelos del olivar europeo. Una avanzadilla de esos resultados se presentará durante la reunión anual del proyecto los días 24 y 25 de enero, en Mitilene, Grecia”, ha informado.
Una segunda fase de la investigación se centrará en las actuaciones de restauración y rehabilitación de los suelos en aquellos olivares que presenten problemas de contaminación y degradación. Entre ellas se prevé el uso de la remediación electroquímica para la descontaminación y recuperación de metales, y la remediación química con el uso de peróxidos para la degradación de pesticidas en suelos contaminados.
Para mejorar la crónica falta de materia orgánica de la mayoría de olivares mediterráneos se emplearán enmiendas orgánicas basadas en el desarrollo de bio-carbonos (biochar) de última generación acoplado a la restauración de las cubiertas naturales asociadas al cultivo. Este último aspecto es esencial para el control de la erosión por escorrentía, factor principal de la degradación del suelo en los olivares en las últimas décadas.
La última etapa del proyecto comprenderá los dos últimos años del proyecto, y en ella se procederá a evaluar el impacto de las acciones de restauración realizadas sobre la salud general de suelo, el estado general de los árboles y su traslación directa e indirecta sobre la calidad del aceite de oliva, tanto a través del análisis de su perfil físico-químico como de sus características organolépticas. Durante esta última fase, y para cada modo de producción, se determinarán además umbrales y nuevos estándares en la aplicación de fitosanitarios con potencial de afectar a la biodiversidad del suelo y las funciones que realiza.
El proyecto tiene una financiación de casi 7 millones de euros en el marco de la Misión Soil Heath and Food del programa de I+D+i Horizonte Europa (programa marco de investigación e innovación de la Unión Europea para el período 2021-2027).