Verano difícil en las empresas de servicios por la merma de trabajos y la dificultad en las tareas

Vendimiadora cabalgante New Holland recogiendo uva en un viñedo del Penedés.

Las empresas de servicios agrícolas de recolección están afrontando un año complicado y lleno de ineficiencias, que repercutira negativamente en el balance final del ejercicio de muchas de ellas, porque se han reducido las producciones, se han dejado de sembrar o de recoger muchas hectáreas, y el desarrollo de los trabajos se ha complicado por el mal estado de los cultivos. Eso genera además algunas dificultades para fijar el precio de las tareas y provoca cierta tensión con los agricultores, tanto en la forma de planificar el trabajo como en el coste que tienen que asumir.

Cosechadora recolectando cereal.

La situación ha sido distinta en cada región y en los diferentes subsectores. La coincidiencia general es que se han dado más problemas en las zonas y cultivos de secano que en las de regadío, con matices entre estas últimas según la disponibilidad de agua.

El balance más negativo del año es sin duda el de las parcelas de cereal o leguminosas de secano, especialmente en los provincias del sur de Castilla y León, del este de Castilla-la Mancha y del centro de Aragón, donde incluso se han dejado sin recolectar miles de hectareas, porque la producción esperada y la calidad del grano no justificaba el gasto. Distintas fuentes consultadas estiman alrededor de las 250.000 hectáreas la superficie sin cosechar, que en ocasiones se han segado en verde para forraje o se han destinado a pastoreo, lo que ha reducido los gastos en tareas de recolección en más de 20 millones de euros, que se han recortado mayoritariamente de la cuenta de ingresos de las empresas de servicios que operan en cada comarca.

En general, la campaña en estas zonas cerealistas ha empezado retrasada por las lluvias de mayo y junio, ha sido corta e intermitente, y se ha solapado más que de costumbre entre las distintas regiones, dificultando el desplazamiento de las máquinas del sur al norte, lo que reduce las horas de trabajos totales de la mayoría de las empresas. Además, el porte bajo del cereal, provocado por la escasez de agua durante buena parte de la primavera, ha obligado a trabajar el corte unos centímetros más bajo por la insistencia de los agricultores, lo que dificulta el avance e incrementa mucho los problemas: "Subiendo o bajando apenas tres dedos la altura del peine de la cosechadora las averías bajan o se incrementan prácticamente un 75%", aseguran desde la Asociación de Empresarios de Maquinas Recolectoras de Albacete (APEMA). Y esas averías son una de las claves para cerrar con éxito la campaña en cualquier empresa de servicios, porque cuando se producen reducen las horas totales de trabajo, por los tiempos muertos de espera, e incrementan los gastos, tanto de personal, como por las piezas y reparaciones. En este último verano, abundante en averías, los problemas se han agravado porque el coste de los recambios ha crecido mucho y la agilidad para repararlas es menor. "Se nota además que cada año hay menos servicios técnicos en las zonas rurales, lo que alarga el tiempo de atención", señala Juan José Martínez, presidente de esa asociación manchega.

Las pinceladas positivas de la campaña de verano han venido de la reducción drástica del número de incendios forestales y de la evolución del precio del gasóleo. Los incendios se han convertido en una de las principales preocupaciones para todos los maquinistas en las últimas campañas, porque cuando se ven implicados directa o indirectamente les trastoca todos los aspectos del trabajo, reduciendo los ingresos y subiendo los gastos. Y este año ha sido uno de los más tranquilos de los últimos tiempos, después de la pesadilla que supuso el verano de 2022. El precio del gasóleo, por su parte, ha estado durante la mayor parte del verano por debajo de los 80 céntímos/litro, en niveles similares a 2021, a lo que se ha sumado el ingreso de la ayuda de 20 céntimos/litro aprobada por el Gobierno, que de media supone unos ingresos de casi 15.000 euros por empresas, aunque con muchas diferencias según el volumen de cada una.

En esa situación de trabajo engorroso y de producciones más bajas, las relaciones de las empresas de servicios con los agricultores son más tensas, porque les piden trabajar más al límite y pretenden reducir los precios de las labores para equilibrar su pérdida de cosecha, que en algunos casos ha resultado dramática, con caídas de un 50-75% con repecto a lo que puede considerarse un año normal. Es verdad que una menor producción supone una disminución del tiempo de trabajo por hectárea y eso le crea al agricultor la sensación de que debería pagar menos, pero esa reducción es mínima en muchas ocasiones, y en otras muchas es falsa, porque hay otros factores que incrementan los costes, tanto las averias y tiempos muertos ya comentados, como el incremento de los tiempos y gastos de desplazamientos con respecto al volumen real de horas trabajadas, aseguran desde las empresas. En ese tira y afloja, los precios que se han cobrado por los servicios de recolección han sido muy similares a los del año pasado, con alguna rebaja mímina de 3-5 euros por hectáreas en casos extremos sobre la media de 90 que se habían aplicado de forma masiva en 2022.

Al margen de la campaña cerealista y de leguminosas, cerrada a finales de agosto, otros cultivos de secano ofrecen un balance más positivo tanto para el agricultor como para las empresas de servicios, sobre todo el girasol, que tiene una temporada de recogida más corta y ya ha completado la cosecha en Andalucía y la mayor parte de Castilla-La Mancha, con un resultado en general bueno, y empezará el corte en Castilla y León en la segunda quincena de septiembre, con algo de retraso y con unas buenas perspectivas de cosecha y precio, afianzadas por las últimas lluvias. Castilla y León se ha afianzado como la principal productora de girasol en los últimos años, abarcando en 2023 casi el 50% de las 750.000 hectáreas sembradas en España, por lo que es el principal centro de actividad para las cosechadoras que trabajan con este cultivo, que se recogerá sobre todo durante el próximo mes de octubre. 

Máquina recolectora de remolacha realizando la descarga.

En los regadíos, la recolección empieza a coger ritmo durante el mes de septiembre, excepto en los cereales de invierno o las hortalizas que se cortan en verde, que a estas alturas ya han cerrado prácticamente la campaña, y con buenos resultados este año. En el resto de los subsectores, las perspectivas de 2023 son normales e incluso buenas, salvo en las zonas donde ha faltado el agua y no se ha podido sembrar.

De todos los cultivos, el más afectado por la sequía ha sido el arroz, que cuando no hay restricciones puede superar las 100.000 hectáreas, y en esta ocasión no llegará ni a 65.000, habiendo desaparecido casi en su totalidad de Andalucía (Sevilla) y en buena medida también de Extremadura (Badajoz). Habrá siega importante en Cataluña (Tarragona) o Valencia, y en menor medida en otras pequeñas zonas de Navarra, Zaragoza, Huesca, Murcia, Cadiz. Alicante o Cáceres, por lo que serán muchas las empresas de servicios que tendrán que dejar sus máquinas paradas un año más, ya que el pasado tampoco hubo agua para este cultivo ni en el Guadalquivir ni en el Guadiana, donde se prefirió optar por el maíz o los tomates.

También se ha reducido ligeramente la superficie de algodón, especialmente en Sevilla o Córdoba, y las primeras perspectivas de rendimientos no son demasiado buenas, según las estimaciones de la Junta de Andalucía, por lo que se espera que el volumen de trabajo de recogida sea menor que otros años, cuando empiece la campaña a finales de septiembre. 

En el caso del maíz, que da trabajo en los cuatro últimos meses del año a muchas de las máquinas que han recogido el cereal de invierno durante el verano, las perspectivas son optimistas y se espera que sirvan para mejorar los resultados del ejercicio en muchas empresas de recolección. La superficie total de maíz se ha mantenido sin muchas variaciones en casi todas las zonas. Una vez completadas las siembras más tardías se han superado ligeramente las 300.000 hectáreas y las perspectivas de producción son buenas, por lo que el trabajo para las empresas de servicios no ofrecerá ninguna dificultad especial.

También ha sido bueno el balance de la recolección de remolacha de verano y se espera que lo sea el de la recogida de la remolacha de invierno a partir de las primeras semanas de octubre, aunque esto solo afecta a un número limitado de máquinas, que en su mayoría trabajan tanto en el sur como en el norte. Este sector es uno de los que funciona de manera más ordenada en los últimos años, ya que las dos empresas que operan en España, ACOR y Azucarera, contratan a muchos agricultores la producción con la recogida y transporte de la raíz incluidos, siendo ellas después las que organizan el servicio y su precio con las diferentes empresas. Esa estabilidad del sector, tanto en el volumen y organización de trabajo, como en la fijación del precio y su cobro, facilita una renovación tecnológica continuada de los equipos de recolección, aseguran desde la asociación de empresas de servicio AMACO-ANESA, con sede en Sevilla. "Sería un modelo ideal si se pudiera extender a otros sectores", asegura Diego Javier San Román, coordinador general de esta asociación andaluza, porque ordena el desarrollo de las campañas, permitiendo optimizar el uso de las máquinas y de las plantillas y animando a realizar nuevas inversiones. "Se han comprado cosechadoras nuevas de remolacha en el último año que valen más de 500.000 euros por unidad, algo que es muy poco frecuente en otros sectores por la incertidumbre de la amortización", señala.

En los cultivos leñosos, que están siendo los sectores más dinámicos e innovadores en cuanto a la gestión de la recolección durante los últimos años, y donde las empresas de servicios mantienen estrategias más expansivas, la situación de la campaña actual es muy desigual.

En el caso del viñedo, que lleva ya varias semanas de vendimia, el balance es muy positivo y las máquinas trabajan a pleno ritmo desde la primera parte del mes de agosto, ya que la cosecha viene avanzada en la mayoría de las zonas productoras. Habrá tarea hasta que se complete la recogida en la primera quincena de noviembre en las zonas más tardías de Ribera o Rioja. Las máquinas viajarán mucho de sur a norte, aunque cada vez son más estables los parques de las empresas en cada zona, porque empieza a ver un solape creciente debido al adelanto de la recolección en las grandes zonas productoras del centro de la península. En estos momentos en España se estima que hay un parque de casi 3.000 vendimiadoras en activo, la mayoría en poder de las empresas de servicios, y se cobran tarifas que van de 250 a 300 euros, según las condiciones de la zona. La vendimia mecanizada solo se puede realizar en los viñedos de espaldera, que suman casi 400.000 hectáreas en el conjunto de España. Cada hectárea supone un tiempo medio de trabajo de 35-40 minutos, por lo que cada máquina podría hacer una media de 80-90 horas de trabajo. No obstante, la mayor parte de estas vendimiadoras se utilizan también, con una ligera transformación del sistema de pelado, para la recogida de almendra, y posteriormente para la de aceituna, en las plantaciones realizadas en seto superintensivo, que cada día son más frecuentes, sumando otro número importante de horas de faena.

En los frutos secos, cuya campaña está dando sus primeros pasos, la situación es algo mejor que la del año pasado. En las zonas de cultivo de regadío en intensivo hay diferencias según la dotación de agua con que se haya contado en cada parcela, aunque en general se esperan producciones normales. En algunas zonas de Castilla-La Mancha y Andalucía la escasez de agua ha sido mayor y, aunque las lluvias de mayo-junio mejoraron las perspectivas, habrá una cosecha más corta.

En el olivar, que ha empezado en los primeros días de septiembre con el verdeo, las empresas de servicios esperan en general un año con poca tarea, que se sumará al anterior, que ya fue malo. Las lluvias de finales de agosto y principios de septiembre han supuesto un alivio en algunas zonas, y las perspectivas de cosecha han mejorado ligeramente. Pero muchos problemas que vienen ya de la epoca de floración y cuajado, por la dureza de la climatología en la primavera, ya no se resolverán: falta muchas aceitunas. En las parcelas de seto en superintensivo, que son las que dan más trabajo a las empresas de servicios, las perspectivas si pueden mejorar con estas lluvias. La recolección empezará en la última semana de septiembre.  

Cosechadora de cereal trabajando en el campo.

Todas las empresas de servicios agrícolas en España tienen una cita en AGRISERVICIOS, los días 29 y 30 de noviembre en el recinto ferial de Ciudad Real. Será el I Congreso Nacional de Empresas de Servicios Agrarios y se prevé que congregé a más de mil profesionales, técnicos y directivos de este tipo de empresas, que se han convertido en protagonistas fundamentales para la renovación y modernización del sector agropecuario en España.

El plan de trabajo previsto durante los dos días de duración, incluye un congreso, en el que se van a analizar las claves de este sector, su alcance y su proyección a futuro en diversas ponencias y mesas redondas. También se desarrollará una exposición-networking (B2B) para facilitar la relación entre los patrocinadores del evento y las empresas de servicios, que se han convertido en importantes compradores de equipos y suministros y en vendedores de servicios. La oferta se completará con un calendario de actividades formativas (talleres de divulgación), previstos para interactuar entre los asistentes y facilitar el contacto de las empresas de forma directa y en pequeños grupos.

El público objetivo al que va dirigida la convocatoria serán 

-Gestores, técnicos, coordinadores... de empresas de servicios.

-Cooperativas: rectores y técnicos de sus secciones de servicios.

-Agricultores de explotaciones innovadoras.

-Responsables técnicos y agronómicos de grandes explotaciones.

-Gerentes de los principales concesionarios de maquinaria agrícola.

-Investigadores y técnicos de empresas y Administración.

AGRISERVICIOS se celebra en Ciudad Real los días 29 y 30 de noviembre

Viñedo en espaldera.