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El cultivo de triticale de doble aptitud es muy exigente en nitrógeno y potasio, siendo sus extracciones medias de 15,76 kg N/ha y 13,33 kg K/ha por cada 1.000 kg/ha de materia seca producida

Fertilización sostenible del triticale de doble aptitud (forraje y grano) I: formación de materia seca y necesidades nutritivas de los macronutrientes primarios (N, P y K)

Francisco Antonio Galea-Gragera y Fernando Llera Cid

Instituto de Investigaciones Agrarias Finca 'La Orden-Valdesequera'. Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (CICYTEX). Consejería de Educación, Ciencia y Formación Profesional. Junta de Extremadura. Ctra. N-V. Km 372. 06187 Guadajira. Badajoz. España.

E-mail: francisco.galea@juntaex.es

12/10/2023

La ventaja del triticale de doble aptitud resulta de su gran capacidad para producir biomasa en otoño/invierno, con bajos niveles de nitrógeno (Llera, 2002). Para ello, es fundamental establecer las técnicas de cultivo para el triticale de doble aptitud en los agrosistemas, conocer las necesidades nutritivas del cultivo durante su ciclo de desarrollo (Llera y Cruz, 2013) y con ellas, poder establecer las recomendaciones óptimas de abonado.

Introducción

El cultivo del triticale presenta una elevada respuesta a la fertilización (Royo, 1992; Llera et al., 1997 y Llera, 2002), siendo capaz de utilizar eficientemente los nutrientes en beneficio de una mayor productividad, en particular, el nitrógeno y el fósforo, si no existen limitaciones ambientales (temperatura, fotoperiodo, pluviometría) (Boujenna, 1994; Llera, 2002). Con la fertilización se pretende aumentar los rendimientos del cultivo, y ésta debe considerarse de forma particular en cada caso, debido a los factores que influyen en el aprovechamiento de los nutrientes: tipo de suelo, número de aplicaciones y distribución en el tiempo, rotación de cultivos, condiciones ecológicas, incorporación de abonos verdes y las prácticas de riego.

En la mayor parte de la bibliografía se indica que la fertilización recomendada para el triticale es similar a la del trigo, posiblemente con menos requerimientos de nitrógeno, ya que es una especie con un alto grado de eficiencia en el uso del nitrógeno.

La aplicación de fertilizantes, sobre todo los nitrogenados, presenta un riesgo muy elevado y requiere de un manejo cuidadoso y eficiente, teniendo en cuenta las necesidades del cultivo. Para evitar daños medioambientales, se dividen las aplicaciones de nitrógeno en varias veces a lo largo del ciclo de desarrollo del cultivo, en función de las precipitaciones (López Bellido 1991 y Llera, 2002).

Foto 1. Rebaño de ovejas aprovechando el forraje del triticale de doble aptitud y bellota en una dehesa

Foto 1. Rebaño de ovejas aprovechando el forraje del triticale de doble aptitud y bellota en una dehesa.

Llera (2002) establece que las mayores necesidades nutritivas del triticale se producen desde el ahijado hasta el encañado, donde se genera el 53% de la materia seca y se absorbe el 53% de nitrógeno (N), el 64% de fósforo (P) y el 84% de potasio (K). A continuación, desde el inicio del espigado hasta el final de la maduración sólo necesita el 36% de nitrógeno restante (Llera et al., 2012b, 2013a; Llera y Cruz 2013). Estos autores establecen, como regla general, que la fertilización fraccionada en triticale se lleve a cabo mediante una aplicación en la siembra (abonado de fondo), provocando una serie de efectos beneficiosos sobre las características del suelo (Pérez, 2012), y el resto aplicarlo en dos dosis durante el desarrollo del cultivo (abonado de cobertera): la primera vez al inicio del ahijado y una segunda vez al inicio del encañado (Llera et al., 2013b). Con este fraccionamiento en la fertilización se evitarán pérdidas de nitrógeno y, por tanto, el riesgo de contaminación por lavado.

Las aplicaciones muy tardías, en las zonas con escasez de precipitaciones en primavera, no tendrán ningún efecto sobre el aumento de la cosecha y favorecerán el encamado del triticale.

El abonado fosfórico debe realizarse antes de la siembra, porque aun siendo el fósforo el elemento que se absorbe en menor cuantía, por su reducida movilidad en el suelo, resulta fundamental para mejorar la precocidad y el desarrollo radicular de los cereales, por tanto, debe estar disponible en los primeros estados de desarrollo del triticale (Llera et al., 2012a).

El potasio juega un papel muy importante en el crecimiento de la planta. Las plantas con una adecuada dosis de potasio presentan una mayor resistencia al frío, al encamado y al asurado fisiológico, provocando un aumento del peso específico, del peso de mil granos (López Bellido, 2010), y ayuda a que la densidad de plantas sea mayor (Llera, 2002). El potasio es absorbido en un 90% por el triticale antes de alcanzar el espigado, por tanto, debe ser aplicado antes de la siembra, ya que su absorción es nula durante el periodo de maduración (Llera et al., 2013b).

Hay que tener en cuenta, que dependiendo de la finalidad a la que se dedique el triticale, las necesidades serán distintas, por tanto:

  • Triticale forrajero para heno: las necesidades serán menores que para el triticale de doble aptitud. En este caso, el corte se debe realizar en el inicio del espigado. Las extracciones que realiza el triticale hasta este momento son: 12 kg N/ha, 3,86 kg P/ha y 12,53 kg K/ha por cada 1.000 kg de materia seca producida, lo que supone un 75%, 77% y 99% del máximo extraído por el cultivo para el N, P y K respectivamente. Con objeto de maximizar el rendimiento de forraje, se debería añadir la mitad del nitrógeno y la totalidad del fósforo y potasio antes de la siembra y el resto del nitrógeno en el ahijado.
  • Triticale forrajero para silo: el corte se debe realizar unas semanas después de floración (entre grano lechoso y pastoso). Para este tipo de conservación del forraje las extracciones que realiza el triticale son: 11,16 kg de N/ha, 3,31 kg de P/ha y 8,86 kg de K/ha por cada 1.000 kg de materia seca producida hasta ese momento, lo que supone un 93%, 94% y 100% del máximo extraído por el cultivo para el N, P y K respectivamente.
  • Triticale de doble aptitud (forraje y grano): en este caso hay que tener en cuenta, en primer lugar, las extracciones que realiza el triticale hasta que es pastoreado por el ganado, ya que estas cantidades han salido del sistema y será necesario reponerlas para que el triticale pueda seguir y terminar su ciclo adecuadamente. Llera (1997) y Llera (2002) estableció que se debe reponer al menos el 85% del nitrógeno salido del sistema después del pastoreo. El pastoreo del triticale debe comenzar antes del inicio del encañado. Hasta este momento el cultivo ha extraído 58,45 kg N/ha, 14,54 kg de P/ha y 43,53 kg de K/ha. Posteriormente, el cultivo sigue su ciclo hasta la formación, maduración y cosecha del grano realizando unas extracciones de 12 kg N/ha, 3,53 kg de P/ha y 8,86 kg de K/ha por cada 1.000 kg de materia seca total producida. Después de cada pastoreo hay que añadir nitrógeno para que se produzca un buen rebrote y se logre una rápida regeneración de la parte aérea de la planta (Llera et al., 2012a) y así conseguir un gran rendimiento de heno, silo o grano.
Foto 2. Detalle de la espiga de triticale de doble aptitud cv Verato

Foto 2. Detalle de la espiga de triticale de doble aptitud cv Verato.

La ventaja del triticale de doble aptitud resulta de su gran capacidad para producir biomasa en otoño/invierno, con bajos niveles de nitrógeno (Llera, 2002). Para ello, es fundamental establecer las técnicas de cultivo para el triticale de doble aptitud en estos agrosistemas, conocer las necesidades nutritivas del cultivo durante su ciclo de desarrollo (Llera y Cruz, 2013) y con ellas, poder establecer las recomendaciones óptimas de abonado. Esto ayudaría a optimizar la rentabilidad económica de las explotaciones, realizar una fertilización sostenible y evitar la contaminación por exceso de nitratos y fosfatos, principalmente.

Llera et al. (1997), Llera (2002) y Mellado et al. (2008) determinaron las exportaciones de nitrógeno que realiza el cultivo cuando es pastoreado por el ganado durante el ahijado y consideraron que la dosis a aplicar al cultivo se situaba en torno a 40-50 kg de N/ha. En estudios posteriores, Llera y Cruz (2012) y Llera et al. (2012a, 2012c) establecieron que la cantidad de nitrógeno a aportar después del pastoreo debía ser, como mínimo de 55 kg/ha. Además, observaron que el nitrógeno se reparte a partes iguales entre el grano y la paja, la mayor parte del fósforo es exportado por el grano del triticale (84%), mientras que con el potasio ocurría lo contrario, es decir, la mayor proporción de este elemento permanecía en la paja (81%), restituyéndose de nuevo al suelo si los restos eran enterrados.

Foto 3. Pastoreo del trititcale de doble aptitud cv Verato en la parcela experimental
Foto 3. Pastoreo del trititcale de doble aptitud cv Verato en la parcela experimental.

Las extracciones del triticale dependen del tipo de triticale (primavera, facultativo, intermedio o de invierno), es decir, de la cantidad de días que dure su ciclo de desarrollo, del uso a que se dedique (forraje (heno o ensilado), grano o doble aptitud (forraje y grano)), de las condiciones del suelo, del clima y de las técnicas culturales que se apliquen al cultivo, sobre todo de la fertilización (forma, época y cantidad).

El objetivo que se persigue con este trabajo consiste en determinar las necesidades de nutrientes del triticale de doble aptitud (forraje y grano) para establecer una fertilización sostenible del cultivo en una región semiárida con clima mediterráneo (Extremadura, España), adaptando ésta a sus necesidades, minimizando las pérdidas de nutrientes (sobre todo de N y P), ya que de lo contrario se provocaría una pérdida de suelo, la contaminación de las aguas (eutrofización) y una amenaza para la salud humana (alto contenido de nitrato). La aplicación de esta fertilización sostenible ayudará a mitigar las emisiones de los Gases de Efecto Invernadero (GEI) y el cambio climático.

Material y Métodos

El estudio se desarrolló en el Instituto de Investigaciones Agrarias 'Finca La Orden-Valdesequera' con el triticale de doble aptitud cv. Verato, utilizando un diseño en bloques (tres tratamientos y cinco repeticiones). En el primer tratamiento no se pastoreó, en el segundo se realizó un pastoreo y en el tercero dos pastoreos. Se determinó la materia seca, nitrógeno, fósforo y potasio.

Foto 4. Parcela experimental después del aprovechamiento por el ganado
Foto 4. Parcela experimental después del aprovechamiento por el ganado.
El análisis de suelo de la parcela experimental es el que se muestra en la tabla 1.
Tabla 1. Análisis del suelo de la parcela donde se realizó el ensayo
Tabla 1. Análisis del suelo de la parcela donde se realizó el ensayo.

Los triticales no son muy exigentes en cuanto a condiciones edafoclimáticas, pero rinden mucho más en suelos profundos con gran capacidad de retención de agua y bien drenados, aunque se adaptan muy bien a suelos marginales (Llera, 2002).

La preparación del terreno consistió en un pase de subsolador y un pase cruzado de grada de disco para dejar el terreno preparado para la siembra. La siembra del triticale cv 'Verato' se realizó a primeros de octubre con una dosis de 180 kg/ha, para conseguir una densidad de 500 plantas/m2 en toda la parcela en condiciones de secano. Para ello, se empleó una sembradora a chorrillo con seis botas separadas 20 cm.

Para el abonado de fondo (presiembra) se utilizó el complejo 8-15-15 a una dosis de 300 kg/ha. El abonado nitrogenado de cobertera se muestra en la tabla 2, donde la primera cobertera coincide con el primer pastoreo y la segunda cobertera, con el segundo pastoreo.

Tabla 2. Fertilización de fondo y de cobertera del cultivo de triticale (kg/ha)

Tabla 2. Fertilización de fondo y de cobertera del cultivo de triticale (kg/ha).

Foto 5. Abonado nitrogenado de cobertera de la parcela experimental tras el pastoreo
Foto 5. Abonado nitrogenado de cobertera de la parcela experimental tras el pastoreo.
Para poder evaluar el ritmo de formación de materia seca y de extracción de cada nutriente fue necesario controlar la fenología del cultivo. Después de la nascencia se llevaron a cabo muestreos de forraje cada 15 días, aproximadamente, haciéndolos coincidir, en la medida de lo posible, con los principales estados fenológicos del cultivo.
Tabla 3. Evolución de la formación de materia seca del triticale (kg M.S...

Tabla 3. Evolución de la formación de materia seca del triticale (kg M.S./ha) en función del número de pastoreos (sin pastoreo-SC, 1 pastoreo-1C y 2 pastoreos-2C).

Resultados y Discusión

Formación de Materia Seca

En la tabla 3 se muestra la evolución de la formación de materia seca (kg/ha) a lo largo del ciclo de crecimiento del cultivo en los tres tratamientos: sin pastoreo (SC), con un pastoreo (1C) y con dos pastoreos (2C) y además, en la figura 1 su distribución entre la parte vegetativa (hojas y tallos (H+T)) y el grano.

La cantidad de materia seca que se consigue en el primer pastoreo es similar en los tres tratamientos (1.757 kg/ha de media), sin que se observen diferencias significativas entre ellos. En los dos muestreos siguientes, se forman dos grupos: uno el del tratamiento SC que obtiene una cantidad muy superior de materia seca que los otros dos (1C y 2C), entre los que no se aprecian diferencias significativas.

En el segundo pastoreo, el tratamiento SC (2.584 kg/ha) es superior significativamente a los otros dos (1C (1.306 kg/ha) y 2C (1.279 kg/ha)), sin que entre éstos se observen diferencias significativas. Esto se debe a que el tratamiento SC no ha sufrido el estrés provocado por el primer pastoreo, mientras que los tratamientos 1C y 2C han tenido que comenzar desde “cero” para volver a formar toda su estructura foliar. Desde el primer pastoreo y hasta el segundo, se observan dos grupos diferentes como ya se ha indicado, pero a partir del segundo pastoreo se establecen tres grupos, es decir, a medida que aumentan los pastoreos, la materia seca que el cultivo es capaz de regenerar es menor, por las mismas razones que se han indicado anteriormente, aunque agravadas en el caso del tratamiento 2C, que ha sufrido dos pastoreos y estas diferencias se mantienen hasta el final del ciclo del cultivo.

Figura 1...
Figura 1. Evolución de la formación de materia seca del triticale en función del número de pastoreos (sin pastoreo-SC, 1 pastoreo-1C y 2 pastoreos-2C) (kg M.S./ha).
Tabla 4...
Tabla 4. Evolución de la absorción de nitrógeno en el triticale (kg N/ha) en función del número de pastoreos (sin pastoreo-SC, 1 pastoreo-1C y 2 pastoreos-2C).

El triticale presenta una ventaja sobre otros cereales de invierno, y es que la formación de la parte aérea (hojas y tallos) es más precoz (Galea-Gragera, 2015).

Extracción de Nitrógeno

El ritmo de absorción de N sigue una evolución muy parecida a la formación de materia seca, es decir, es lento al principio del ciclo de desarrollo del cultivo. Este ritmo aumenta desde el final del ahijado (48 días después de nacencia (ddn)) hasta el inicio de la maduración (190 ddn) (tabla 4). En este período se llega a alcanzar un ritmo de absorción de 1,91 kg N/ha y día en el tratamiento SC, 1,94 kg N/ha y día en el de 1C y 2,56 kg N/ha y día en el de 2C. Esto evidencia que el tratamiento con dos pastoreos necesita absorber el nitrógeno más rápidamente que en los otros dos tratamientos (SC y 1C) para completar su ciclo.  A partir del inicio de maduración (190 ddn), se produce una ralentización de la absorción de nitrógeno desde el suelo en los tres tratamientos y son las partes vegetativas las que trasfieren el nitrógeno al grano ya que, en este período del cultivo, el suelo tiene un déficit hídrico muy acusado y esto implica una gran dificultad en la absorción del nitrógeno desde el suelo por parte de la planta.

Figura 2...
Figura 2. Evolución de la absorción de nitrógeno del triticale en función del número de pastoreos (sin pastoreo-SC, 1 pastoreo-1C y 2 pastoreos-2C) (kg N/ha).
Tabla 5...
Tabla 5. Evolución de la absorción de fósforo en el triticale (kg P/ha) en función del número de pastoreos (sin pastoreo-SC, 1 pastoreo-1C y 2 pastoreos-2C).

La cantidad de nitrógeno absorbido en el primer pastoreo, como sucede con la materia seca, es similar en los tres tratamientos, con una media de 76,3 kg N/ha, sin que se observen diferencias significativas entre ellos. Igual que sucede con la materia seca, en los dos muestreos siguientes se diferencian dos grupos: uno el del tratamiento SC, que obtiene una cantidad mayor de nitrógeno que los otros dos (1C y 2C), entre los que no se aprecian diferencias significativas. En el segundo pastoreo, el tratamiento SC (102,96 kg N/ha) absorbe una cantidad significativamente superior a los otros dos (1C-59,90 kg N/ha y 2C-59,88 kg N/ha), entre los que tampoco se observan diferencias significativas. Continuando con la similitud con la formación de materia seca, esto es debido a que el tratamiento SC no ha sufrido el estrés provocado por el primer pastoreo, mientras que los tratamientos 1C y 2C han tenido que comenzar desde “cero” para volver a formar toda su estructura foliar. A partir del segundo pastoreo, se establecen también tres grupos, aunque en este caso sólo durante los dos muestreos siguientes, y en el mismo sentido, a medida que se realizan más pastoreos, la cantidad de nitrógeno absorbido disminuye. A partir de aquí, se vuelven a establecer dos grupos, es decir, el tratamiento SC absorbe más nitrógeno que los tratamientos 1C y 2C, siendo estas diferencias significativas. Esto viene a confirmar que el nitrógeno absorbido por el triticale, después de los pastoreos, es necesario e imprescindible para regenerar la estructura foliar del cultivo y que éste crezca rápidamente y consiga finalizar su ciclo, obteniendo un rendimiento en grano adecuado (Galea-Gragera, 2015).

La máxima velocidad de absorción se consigue después del primer pastoreo, como se puede observar en la figura 2. En los tratamientos 1C y 2C se alcanzan unas velocidades de absorción de nitrógeno de 4,13 y 4,85 kg N/ha y día durante un período muy corto de tiempo (5 días). Estas velocidades tan elevadas indican que el nitrógeno es fundamental para el rebrote del cultivo y en consecuencia, es necesaria su aplicación inmediatamente después del pastoreo, si se quiere conseguir un buen rendimiento de grano.

El momento en el que la acumulación de nitrógeno es máxima es en la maduración del grano, concretamente en el inicio de grano pastoso (220 ddn) y después desciende, debido a la caída de las hojas secas. El índice de cosecha medio de este nutriente es del 48%, uno de los más altos, sólo por debajo del fósforo, lo que indica que la exportación neta de este elemento es elevada y por tanto, la fertilización con nitrógeno es importantísima después de cada pastoreo.

Extracción de Fósforo

El triticale extrae el fósforo desde el nacimiento del cultivo hasta el espigado (170 ddn) a un ritmo más rápido del que se produce la formación de materia seca (figura 3 y tabla 5). A partir de este momento, la absorción de fósforo disminuye con respecto a la formación de materia seca. La velocidad de absorción máxima se produce, igual que en el nitrógeno, después del primer pastoreo en los tratamientos de 1C (0,551 kg P/ha y día) y 2C (0,550 kg P/ha y día). No obstante, en pleno ahijado (40 ddn) se alcanzan unos valores de la velocidad de absorción importantes y relativamente altos en los tres tratamientos: en el tratamiento SC, la velocidad de absorción es de 0,417 kg P/ha y día, en el 1C de 0,338 kg P/ha y día y en el 2C de 0,306 kg P/ha y día, lo que indica que este elemento es muy importante en las primeras etapas del desarrollo del triticale, quizás porque es necesario para mejorar el enraizamiento de la planta. También, antes del inicio del espigado (154 ddn), en el tratamiento SC se obtiene una velocidad de absorción elevada, 0,453 kg P/ha y día, lo que puede indicar que su presencia es necesaria en floración. A partir de este momento, la velocidad de absorción desciende hasta el final del ciclo del cultivo.

Figura 3...
Figura 3. Evolución de la absorción de fósforo del triticale en función del número de pastoreos (sin pastoreo-SC, 1 pastoreo-1C y 2 pastoreos-2C) (kg P/ha).

En el momento de la recolección, el 63,95% del fósforo se encuentra en el grano, procedente en gran medida de las partes vegetativas (hojas y tallos) que desde el espigado han ido perdiéndolo y transfiriéndolo al grano (figura 3), siendo el valor más elevado de todos los elementos nutritivos estudiados. Esto implica, como ya se ha indicado, que la restitución del fósforo al suelo es la más baja de todos los elementos, lo que hace imprescindible que la fertilización fosfórica del triticale deba llevarse a cabo correctamente, pues de lo contrario podría plantear problemas importantes y el rendimiento podría verse afectado, sobre todo en suelos con bajo contenido en fósforo.

Extracción de Potasio

La absorción de potasio al principio del ciclo (desde nacencia hasta el inicio del espigado, es decir, durante 154 días) supera a la del fósforo, no así a la del nitrógeno (figura 4 y tabla 6). Igual que en el caso del nitrógeno, la máxima velocidad de absorción se produce después del primer pastoreo, llegando a valores de 3,26 kg K/ha y día en el tratamiento 1C y de 3,49 kg K/ha y día en el de 2C.

La acumulación media de potasio en el espigado alcanza el 84% del máximo absorbido por la planta, siendo del 92% en el tratamiento SC, del 82% en 1C y del 78% en el de 2C. A partir de este momento, la absorción de potasio cesa y comienza a perderse, llegando a ser estas pérdidas del 20% de media sobre el máximo acumulado (22% en SC, 19% en 1C y2C). Estas pérdidas podrían atribuirse a las mermas de materia seca, aunque también habría que pensar que, debido a la alta movilidad de este elemento en la planta, sobre todo vía floema, se produce una redistribución del potasio hacia las raíces, donde se acumula y es intercambiado con el medio. Otra hipótesis sería que las precipitaciones primaverales provoquen su lavado en las hojas.

Tabla 6...
Tabla 6. Evolución de la absorción de potasio en el triticale (kg K/ha) en función del número de pastoreos (sin pastoreo-SC, 1 pastoreo-1C y 2 pastoreos-2C).
Figura 4...
Figura 4. Evolución de la absorción de potasio del triticale en función del número de pastoreos (sin pastoreo-SC, 1 pastoreo-1C y 2 pastoreos-2C) (kg K/ha).
Al final del ciclo del cultivo (recolección), la parte vegetativa (hojas y tallo) contiene el 79,26% del potasio total acumulado por la planta (figura 4), por lo que la restitución al suelo es muy importante y debería tenerse en cuenta al establecer los programas de fertilización en la rotación de cultivos.

Desde el inicio del cultivo y hasta el primer pastoreo, la absorción de potasio no muestra diferencias significativas entre los tres tratamientos. A partir de aquí y hasta el segundo pastoreo, se establecen dos grupos, entre los que se observan diferencias altamente significativas, siendo el tratamiento SC el que absorbe una cantidad de potasio muy superior a la de los otros dos (1C y 2C). Desde el segundo pastoreo y hasta el final del ciclo del cultivo, se establecen tres grupos con diferencias altamente significativas entre ellos. El tratamiento SC sigue siendo el que más cantidad de potasio absorbe, después el 1C y por último el 2C. Esto es así, porque a medida que aumentan los pastoreos, el cultivo dispone de menos tiempo para llegar a maduración y, en consecuencia, la formación de materia seca y la absorción de nutrientes es menor. En los tratamientos pastoreados (1C y 2C), la planta necesita volver a formar su estructura foliar apresuradamente y en consecuencia, la absorción de nutrientes es muy elevada, sobre todo en nutrientes como el potasio que es muy importante para que el rebrote del cultivo se produzca rápidamente.

Conclusiones

El cultivo de triticale de doble aptitud es muy exigente en nitrógeno y potasio, siendo sus extracciones medias de 15,76 kg N/ha y 13,33 kg K/ha por cada 1.000 kg/ha de materia seca producida. Además, estos elementos tienen una gran influencia en el rebrote del triticale, lo que los hace imprescindibles en el abonado de cobertera que se realiza después de los pastoreos.

Se ha comprobado que las extracciones medias de fósforo no son tan elevadas como las de nitrógeno y potasio, situándose en 2,33 kg P/ha por cada 1.000 kg/ de materia seca producida.

El índice de cosecha medio del nitrógeno, fósforo y potasio alcanza los valores de 48,46%, 63,95% y 20,74%, respectivamente. Estos valores indican que, si se entierran los restos de la cosecha, se restituye al suelo el 51,54%, 36,05% y 79,26% del nitrógeno, fósforo y potasio presentes en el cultivo en el momento de la recolección.

Estos valores ponen de manifiesto, la importancia de incorporar los restos de cosecha al suelo, porque además del ahorro económico que esto supone en fertilizantes, se estará aportando gran cantidad de materia orgánica (10.551 kg MS (tallos y hojas) /ha de media), de la cual estos suelos son muy deficitarios.

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