El proyecto 'Innolivar' recibe también el reconocimiento en su propia casa
El rector de la Universidad de Córdoba, Manuel Torralbo, junto a las vicerrectoras de Política Científica y de Innovación y Transferencia, María José Polo y Lourdes Arce, han recibido en el Rectorado al equipo integrante de la línea 5 del proyecto Innolivar, recientemente galardonada por la European Landowners' Organization, con el objetivo de reconocer este hito y animarlos a continuar desarrollando y transfiriendo innovaciones al sector agrícola.
El equipo formado por los investigadores Jesús Gil y Francisco Márquez, del grupo de Mecanización y Tecnología Rural; Adela Pérez Galvín, Auxiliadora Barbudo y Antonio López Uceda, de Ingeniería de la Construcción, y Ana Laguna, Adolfo Peña, Juan Vicente Giráldez y Antonio Hayas de Hidrología e Hidráulica Agrícola ha asistido a esta recepción en la que el rector ha señalado “el magnífico ejemplo de transferencia al sector productivo” que ha significado el proyecto de compra pública Innolivar, dirigido por el catedrático Jesús Gil.
El trabajo colectivo de este grupo interdisciplinar ha convertido al proyecto en uno de los más premiados de la Universidad de Córdoba, siendo el último de sus galardones el Diploma de Reconocimiento que la European Landowners’ Organization otorga dentro del Premio 'Land and Soil Management' y que en su última edición ha recaído en la 'Línea 5. Actuaciones de lucha contra la erosión y control de cárcavas' del proyecto Innolivar, poniendo en valor los resultados innovadores presentados por el equipo para controlar la erosión por cárcavas en el olivar. De esta línea, en la que junto a la UCO y a la Interprofesional del Aceite de Oliva Español han trabajado dos consorcios liderados por las empresas Agresta y Tracasa-Prefhorvisa, nace un método basado en una serie de elementos modulares que permiten construir diques de retención de sedimentos en cárcavas para evitar la erosión. Se trata de unos módulos fabricados con hormigón a base de áridos reciclados de residuos de construcción y demolición, con el fin de reducir el impacto ambiental. Al ser unos elementos que encajan sin mortero en el dique, y pesan menos de 25 kg cada uno, pueden ser manejados fácilmente por una persona, evitando el uso de maquinaria pesada. También dentro de la línea se ha desarrollado un método de mapeo simple y confiable de la red de cárcavas y su cuenca, un SIG (sistema de información geográfica) para asimilar esta información y un modelo hidrológico para el análisis de la evolución del paisaje, para una adecuada selección y dimensión de las prácticas de control y prevención. Junto a estas dos actuaciones, se propone una selección de semillas para implantar cubierta vegetal que ayude a disminuir la erosión, que limite la pérdida de suelo en el terreno desnudo secuestrando carbono y creando islas de biodiversidad en las cárcavas revegetadas.
Tras este reconocimiento, el rector y las vicerrectoras han querido señalar “la alegría y el orgullo que siente la universidad“ante un proyecto de tal envergadura en una reunión en la que se ha hablado de la experiencia en gestión de proyectos de investigación y transferencia y de las posibilidades de futuro.
Para el coordinador de esta línea, Adolfo Peña, ”ha sido muy importante el tipo de premio por el sector, ya que reconoce practicas sostenibles y un buen tratamiento del suelo”. Para otro de los integrantes, el catedrático emérito Juan Vicente Giráldez, “la colaboración de los agricultores ha sido esencial”, ya que como señaló el rector “un signo del potencial del proyecto era que la interprofesional estuviese implicada desde el primer momento, aportando sus recursos”.