La falta de lluvia sitúa a toda la cuenca del Ebro en sequía
Las prácticamente “inexistentes” precipitaciones desde febrero han situado a toda la cuenca del Ebro en sequía, según los índices de sequía hechos públicos por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).
Según el organismo de cuenca, la mejor situación es la de la cuencas pirenaicas con un probable mayor impacto del deshielo adelantado, como son Gállego-Cinca y Garona, y aquellas otras de la margen derecha en que las aportaciones tienen un fuerte componente de descarga subterránea (Jalón y Martín). Por su parte, las unidades territoriales de sequía (UTS) del Irati, Arga y Ega, se encuentran al borde de la sequía.
Todos los regadíos han comenzado las campañas de riego aplicando restricciones, cupos o prorrateos de dotaciones, y en algunos casos limitando los riegos a intentar salvar los cultivos de cereales deinvierno y la supervivencia de los árboles frutales.
Aunque la zona oriental de la cuenca es la que peor se encuentra, en particular la Unidad Territorial de Escasez (UTE) del Segre, que sigue en emergencia por duodécimo mes, pero la situación se ha trasladado a otras zonas. Así, entran en emergencia las UTE de la cabecera y eje del Ebro, el Iregua, Bajo Ebro y las del Aragón y los Arbas.
En la margen izquierda se encuentran en alerta y “muy cerca“ de la emergencia las UTE Noguera-Pallaresa; Noguera-Ribagorzana; Ésera y Gállego-Cinca. Salvo cambio radical en las precipitaciones, la CHE cree que ”será probable” su entrada en emergencia para el próximo informe.
De cara al futuro, los escenarios de precipitaciones (seco, normal, húmedo) de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) para los meses de mayo-junio-julio son equiprobables, es decir, que todos los resultados posibles son igualmente probables y, según el organismo de cuenca, tampoco aportan concreción las predicciones del observatorio europeo de la sequía.
Indicadores de escasez de agua en la cuenca del Ebro. Abril 2023. Fuente: CHE.