El maíz, un cultivo con futuro en la Península Ibérica
Plumed Lucas
26/04/2023Mensajes positivos sobre las perspectivas de futuro del maíz en la Península Ibérica. Esa fue la sensación al cierre del II Congreso Ibérico sobre el maíz/do milho celebrado en la localidad oscense de Barbastro durante los pasados 23 y 24 de marzo. En el encuentro, organizado por la Asociación General de Productores de Maíz de España (Agpme) y la Asociación Nacional de Productores de Maíz y Sorgo de Portugal (Anpromis), se afirmó que se podrán alcanzar los límites de fertilización del suelo que plantea el documento “Del Campo a la mesa” (“Farm to Fork”); se puso en duda cumplir en fecha las cifras que el mismo informe propone como máxima para los fitosanitarios y se manifestaron las incertidumbres que plantea la nueva PAC 2023-2027. Otros importantes asuntos que también se debatieron fue la posibilidad de que la Unión Europea dé luz verde a las nuevas técnicas de edición genética y la escasez de agua que puede condicionar de forma importante la próxima campaña de maíz.
Alrededor de 600 profesionales vinculados con el cultivo del maíz en la Península Ibérica se dieron cita a finales del pasado mes de marzo en el II Congreso Ibérico del Maíz organizado por la Asociación General de Productores de Maíz de España (Agpme) y la Asociación Nacional de Productores de Maíz y Sorgo de Portugal, Anpromis. El encuentro se llevó a cabo en la localidad oscense de Barbastro, elegida porque Huesca es una de las provincias con mayor superficie de maíz de España (por detrás de León).
El principal mensaje con el que se concluyó esta importante cita fue la fortaleza del cultivo del maíz en ambos países, a pesar de las nuevas exigencias ambientales que plantea la Unión Europea.
En este sentido, el Congreso comenzó analizando cómo los productores de maíz podrán hacer frente a las reducciones de fertilizantes y fitosanitarios fijadas en el documento “De la granja a la mesa” (“Farm to Fork”) que, a pesar de no ser todavía una legislación, es la política agraria con la que las autoridades comunitarias están marcando de cerca a los agricultores y ganaderos. Los representantes de empresas de fertilizantes se mostraron optimistas para poder seguir cultivando maíz con un 20% menos de fertilización, y para ello plantearon hacer una buena gestión del suelo y apostar por abonos más eficientes. En líneas generales, los ponentes coincidieron en la necesidad de cuidar el suelo, regenerarlo y hablar mejor de nutrir que de abonar o fertilizar.
Por su parte, quienes plantearon más dudas fueron los representantes de las empresas productoras de fitosanitarios, que hicieron hincapié en que en las últimas décadas ya se viene haciendo una importante reducción de esta sustancias en los cultivos. Asimismo, también destacaron que es preciso contar con nuevas herramientas para sustituir a las anteriores y que la aplicación de las biosoluciones suele ser más delicada que los productos convencionales, por lo que necesita de un mayor conocimiento y profesionalización por parte de los productores.
Aplicación de nuevas tecnologías
Otra de las preocupaciones que también se puso de manifiesto en el II Congreso Ibérico del Maíz fue la escasez de agua, ya que el período de sequía al que se enfrenta la península condicionará de forma importante, al menos, la próxima campaña de maíz.
Como no podía ser de otra manera, la agricultura de precisión y la digitalización también estuvieron presentes en gran parte de las intervenciones, ya que se plantea como una de las herramientas que ayudarán a alcanzar los objetivos de eficiencia y sostenibilidad marcados por la Unión Europea.
No obstante, uno de los asuntos que despertó más la atención fue la posibilidad de que la Unión Europea consiga abrirse a las nuevas técnicas de edición genética, lo que ofrecería multitud de nuevas oportunidades a un cultivo como el maíz. (Cabe recordar que la Unión Europea hace años que practica un estricto “principio de prudencia” frente a los Organismos Genéticamente Modificados, OGMs, de manera que uno de los pocos híbridos permitidos es el Mon 810 o maíz Bt, y que en estados miembro como Francia, están prohibidos por ley).
En este sentido, la directora general de Producciones y Mercados Agrarios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Esperanza Orellana, señaló que durante la Presidencia española en la Unión Europea que se iniciará el próximo mes de junio, “queremos trabajar mucho para que el expediente de biotecnología salga adelante”.
Durante su intervención, Orellana también hizo alusión a los objetivos marcados en la PAC 2023-2027 y a las medidas propuestas en el documento “De la granja a la mesa”, concluyendo con la siguiente frase: “el consumidor tiene que querer pagar lo que pide el ciudadano”.
Incertidumbres
En varias de las mesas redondas también sobrevolaron las muchas incertidumbres que plantea la aplicación de la nueva Política Agraria Común, PAC 2023-2027. De hecho, varios eurodiputados españoles de diferentes signos políticos coincidieron en su descontento ante una nueva normativa “que se hace desde los despachos y no desde la realidad del sector”; que cada vez es más compleja y burocrática, y en la que los responsables de Agricultura (que son los que mejor conocen el campo) cada vez cuentan menos a la hora de tomar decisiones sobre el sector agrario, frente a los de Medio Ambiente, a los que se les escucha más.
Por otra parte, la incertidumbre también estuvo presente en los debates relativos a los mercados de cereales y la globalización, donde la invasión de Rusia a Ucrania fue protagonista, ya que España, debido a la gran necesidad de cereales que precisa para la producción de piensos destinados a ganadería, precisa de grandes volúmenes de grano procedentes de terceros países.
Alianza por el maíz ibérico
Al cierre del II Congreso Ibérico del maíz/do milho, los máximos representantes de la Agpme y de Anpromis, José Luis Romeo y Jorge Neves, respectivamente, mostraron su satisfacción ya que, a pesar de la compleja e incierta situación, el cultivo del maíz demostró su importancia económica y social en la Península Ibérica.
“Planteo un reto a mis compañeros españoles: que prosigamos con este trabajo y el año que viene, en Portugal, sigamos afianzando este congreso, porque sólo juntos lograremos grandes cosas”, manifestó el presidente de Anpromis. A lo que le respondió el de Agpme: “Recojo el guante de tu mensaje: tenemos los mismos objetivos, los mismos intereses y un producto muy valioso. Seguiremos trabajando juntos por la fuerza de este sector”.
Finalmente, tras dos días de debates y reflexiones, los responsables de ambas asociaciones de maíz de España y Portugal se comprometieron a elaborar un documento con conclusiones y peticiones que trasladarán al Ministerio de Agricultura de España y a la Unión Europea para que, en la medida de lo posible, sean tenidos en cuenta.
Entrevista a Richard Borreani, director de Asuntos Públicos y Sostenibilidad de Bayer Iberia
“Tanto la genética de las semillas, como la protección de cultivos han conseguido producir más con menos”
El documento “De la granja a la mesa” plantea importantes retos a los agricultores, como la reducción de fertilizantes y de fitosanitarios. ¿Los productores de maíz están preparados para mantener sus rendimientos asumiendo estas limitaciones?
Creo que sí, porque esta evolución no es de hoy. Si consideramos el cultivo del maíz en 1940, entonces, para producir 150 kilos se necesitaba una parcela de 1.300 m2 y hoy día se consigue en una de 160 m2. Tanto la genética de las semillas, como la protección de cultivos han podido ser capaces de producir más con menos. Y seguimos en esa dirección porque las herramientas digitales nos permiten una optimización de los insumos: una siembra y una fertilización variable, la aplicación del producto fitosanitario si realmente es necesario...
Para utilizar esas herramientas digitales, ¿el agricultor tiene que ser muy profesional?
¡El agricultor es un profesional! Es un empresario que maneja una explotación agrícola como se dirige cualquier empresa y por eso cada vez tiene más formación, más conocimiento y también tenemos que acompañarlo poniendo a su disposición toda esa tecnología.
Los productores de maíz que utilicen las soluciones digitales ¿qué ventajas competitivas tienen frente a quienes todavía nos las han incorporado?
Muchas, porque las herramientas digitales permiten optimizar sus recursos con una mayor precisión, y cuando hablo de recursos me refiero al suelo, al agua, a la densidad de siembra en el cultivo, a aplicar el abono necesario en cada metro cuadrado... El agricultor no gasta fertilizantes o fitosanitarios por placer, con lo cual la optimización es importante no sólo en cuanto al impacto al medio ambiente, sino también a nivel económico.
Actualmente, la Unión Europea está estudiando la posibilidad de dar luz verde a nuevas técnicas de edición genética como el CRISPR. En el caso de que se consiguiera, ¿qué oportunidades abriría a cultivos como el maíz?
Estas nuevas técnicas genómicas permiten llegar de una forma más rápida a una planta objetivo, a aquella que necesitamos con unas características y rasgos determinados. Esto también se podría conseguir en la naturaleza o a través de la vía convencional, pero no de una forma tan precisa. Con lo cual, podemos obtener, por ejemplo, un trigo sin gluten, o una planta resistente a una plaga... Se pueden conseguir muchos objetivos interesantes, también para los consumidores. A ver cuándo somos capaces de poder aplicarlas en Europa, porque en otros países ya lo están haciendo.
Entrevista a David Millán, Jefe de Producto de Maíz & Hyvido para Iberia de Syngenta
“Queremos alcanzar la sostenibilidad con herramientas del pasado, cuando necesitamos herramientas actuales que nos abran todas las posibilidades”
El cultivo del maíz en España, ¿cuenta con la suficiente innovación para hacer frente a los retos que plantea la Unión Europea con el Grean Deal?
¿Qué quiere decir?
Si la Unión Europea permitiera el uso de las nuevas técnicas genéticas, ¿qué oportunidades tendría un cultivo como el maíz?
Poder competir con otros países en igualdad de condiciones. En Europa solamente está permitido el maíz Bt, mientras en Estados Unidos están trabajando con híbridos que contienen tres modificaciones juntas, lo que permite controlar varias plagas o ser más eficiente con el uso del nitrógeno del suelo. En mi opinión, la edición genética es una herramienta esencial para conseguir hacer algo importante en la agricultura. Se nos llena la boca con la sostenibilidad y queremos alcanzarla con herramientas del pasado, cuando lo que necesitamos son herramientas actuales que nos abran todas las posibilidades.
Las soluciones digitales también son unas herramientas que actualmente dispone el productor de maíz. ¿Cuáles son las ventajas que tienen quiénes las utilizan?
Los agricultores de maíz españoles y portugueses, ¿están capacitados para utilizar estas herramientas digitales?
La escala de las explotaciones agrícolas en España es muy pequeña en comparación con Europa o Estados Unidos. Además, la agricultura es un sector muy complejo, porque hay que tener en cuenta muchos factores y si eres capaz de controlar al menos una parte, como los insumos, ya es importante. Por eso, nosotros estamos trabajando en una herramienta muy sencilla que sea accesible para todos los agricultores y que, para que sea rentable, no necesite de una explotación de 500 ó 1.000 hectáreas. El objetivo de todo es ser más eficaz, más eficiente.