Las reservas a día de hoy se encuentran al 77,2%
La CHD adopta medidas de uso racional del agua en el Pisuerga, Bajo Duero y Torío-Bernesga
La Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), reunida en Valladolid, ha ratificado la adopción de medidas para el uso racional del agua durante la actual campaña de regadío en los sistemas Pisuerga-Bajo Duero y Torío-Bernesga. En el primer caso, el Organismo establece una dotación máxima de 3.500 metros cúbicos por hectárea, según el valor resultante de la propuesta acordada en la Junta de Explotación. Esta medida afectará tanto a los regadíos que se abastecen a través de los canales del Estado, como al resto de tomas de riego, es decir, a la totalidad de las hectáreas de regadío del sistema.
En concreto, los sistemas Pisuerga y Bajo Duero presentan una situación comprometida, al disponer -a fecha 11 de abril- de unas reservas en los embalses de Aguilar, La Requejada y Cervera-Ruesga del 48,5% en su conjunto, lo que supone 26 puntos menos que la media de los últimos 10 años para la fecha (74,7%). Por este motivo, la disponibilidad de agua será limitada para los riegos que dependen de este sistema.
Por su parte, para los regadíos del sistema Torío-Bernesga, la Junta de Gobierno ha acordado turnos de riego que semanalmente establecerá la Guardería Fluvial del Organismo.
La Junta de Gobierno de la CHD reunida en la sede del Organismo en Valladolid.
La Junta de Gobierno, órgano colegiado presidido por la presidenta de la CHD, María Jesús Lafuente, y conformado por representantes de la Administración General, Autonómica y los distintos usuarios, ha aprobado estas medidas de cara a una campaña de riego que está prácticamente garantizada en todos los sistemas, salvo en los citados Pisuerga, Bajo Duero y Torío-Bernesga debido a la insuficiencia de las precipitaciones registradas durante el otoño y el invierno. De hecho, según se recoge en el último informe del Plan Especial de Sequía correspondiente al mes de marzo, dichos sistemas se encuentran en situación de prealerta, permaneciendo el resto en situación de normalidad.
El estado actual en los embalses gestionados por la Confederación Hidrográfica del Duero, que partía de unos valores muy bajos al inicio del año hidrológico en todos los sistemas de explotación, se vio mejorado sustancialmente durante los meses de diciembre y enero en gran parte de los sistemas de explotación, inicialmente desde la zona más occidental de la cuenca.
Gracias a las aportaciones recibidas del deshielo durante los meses de febrero y marzo, los embalses de titularidad estatal gestionados por la CHD alcanzaron un máximo cercano al 78% de su capacidad total. Sin embargo, desde los primeros días del mes de abril, las reservas ya acumulan un descenso de 12,4 hectómetros cúbicos, y las reservas se encuentran al 77,2% (2.207,3 hectómetros cúbicos a fecha 11 de abril).
La primavera marcará la campaña de riego
En el actual marco climatológico en el que nos encontramos es necesario ser conscientes de la cada vez más frecuente aparición de circunstancias climatológicas extremas durante la primavera y el verano. Estos episodios, que ya afectaron de forma seria al desarrollo de la pasada campaña, pueden suponer un factor clave en este 2023.
Este contexto es el que ha marcado el desarrollo de las Juntas de Explotación de inicio de campaña, así como también de la Comisión de Desembalse. El desarrollo de la campaña de riego, garantizado en los sistemas sin situación de sequía extraordinaria, va a estar condicionado principalmente por el carácter de la primavera. Las condiciones climatológicas que se dispongan en los diferentes sistemas de explotación de la cuenca durante esta estación van a incidir doblemente, tanto en el consumo de agua en las zonas regables como en las reservas en los embalses. Una primavera húmeda permitiría afrontar el resto de la campaña de riego con mayor tranquilidad.
Por otra parte, en la Junta de Gobierno también se dio cuenta de la revisión y actualización de los Planes Especiales de Sequía de las demarcaciones hidrográficas de competencia estatal por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, entre los que se encuentra el documento del Duero. Estos borradores se someterán a un periodo de consulta pública de tres meses.
En el sistema Pisuerga-Bajo Duero, el Organismo establece una dotación máxima de 3.500 m3 por hectárea para los regadíos que se abastecen a través de los canales del Estado así como para al resto de tomas de riego.
En el sistema Pisuerga-Bajo Duero, el Organismo establece una dotación máxima de 3.500 m3 por hectárea para los regadíos que se abastecen a través de los canales del Estado así como para al resto de tomas de riego
Comisión de Desembalse
De forma previa a la Junta de Gobierno se celebró la Comisión de Desembalse de la cuenca del Duero, donde se ha acordado la propuesta de volúmenes mínimos de reserva de los embalses de titularidad estatal gestionados por la CHD para el 30 de septiembre. Para ello, se han tenido en consideración los valores propuestos desde las distintas Juntas de Explotación celebradas durante el pasado mes de marzo, así como las determinaciones del Plan Especial de Sequía.
A partir de los valores acordados como volúmenes mínimos a 30 de septiembre en cada embalse o conjunto, en cada Junta de Explotación se estimó, teniendo en cuenta otras variables, la dotación orientativa máxima que puede servir de referencia para el regadío en su sistema. (Se adjunta tabla).
SISTEMA | Capacidad (hm3) | Volumen mínimo (hm3) a 30/9/2023 (Comisión de Desembalse) | Dotación orientativa máxima (m3/ha) (Juntas de Explotación) |
TERA | 453,8 | 165 | 6.250 |
TUERTO | 20,0 | 2,0 | 4.000* |
ÓRBIGO | 308,0 | 30,0 | 5.000* |
PORMA | 317,0 | 50,0 | 6.000 |
ESLA (RIAÑO) | 641,0 | 100,0 | 6.000 |
CARRIÓN | 163,7 | 25,0 | 4.500* |
PISUERGA-BAJO DUERO | 315,7 | 35,0 | 3.500* |
ARLANZÓN | 97,0 | 40,0 | 5.000 |
ALTO DUERO | 248,7 | 65,0 | 5.500 |
RIAZA | 54,4 | 15,0 | 6.000 |
ADAJA | 59,0 | 10,0 | 4.500 |
TORMES | 496,0 | 180,0 | 6.000 |
IRUEÑA-ÁGUEDA | 132,4 | 40,0 | 6.500 |
*Valores que pueden sufrir variación a revisar durante los próximos meses, a la baja o al alza, en función de la climatología.