La Comisión Europea reduce los LMR de dos insecticidas de tipo neonicotinoide
La Comisión Europea ha anunciado restricciones en el uso de dos insecticidas de tipo neonicotinoide, empleados en cultivos agrícolas, mediante una reducción de sus límites máximos de residuo por debajo del nivel detectable por la tecnología, a fin de proteger a los polinizadores como las abejas.
Los límites máximos de residuo (LMR) son la concentración máxima legal en la que un pesticida puede estar presente en un alimento para humanos y en un pienso para animales.
Con la nueva regulación anunciada, Bruselas pretende rebajar estos límites por debajo de los niveles detectables por la tecnología para los insecticidas clotianidina y tiametoxam, dos químicos que, según el Ejecutivo comunitario, suponen un alto riesgo para las abejas y contribuyen a la pérdida de polinizadores en el mundo.
El uso de la clotianidina y el tiametoxam en plantaciones exteriores al aire libre ya estaba prohibido en la Unión Europea (UE) desde 2018, de modo que las nuevas restricciones solo afectarán a los cultivos interiores en invernaderos.
El nuevo límite máximo de residuo se aplicará, desde ahora, para los productos elaborados dentro de la UE, y a partir de 2026 para los alimentos y piensos importados de países de fuera de los Veintisiete, que tendrán este tiempo de margen para adoptarse a la normativa.
Según la comisaria europea de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, la medida busca proteger el medio y frenar la caída de las poblaciones de especies polinizadoras a nivel global.
“En lo que respecta al uso y el riesgo de los plaguicidas, siempre hemos sido claros en nuestro compromiso de proteger la salud de nuestros ciudadanos y el medio ambiente”, aseveró la dirigente comunitaria en un comunicado.
Según la Comisión, las nuevas restricciones respetan los estándares fijados por la Organización Mundial del Comercio (OMC) por lo que atañe a los productos importados de fuera la UE, y se enmarcan en los objetivos medioambientales que Bruselas impulsa en el Pacto Verde Europeo y en la Estrategia de la Granja a la Mesa.