Menos producción y menor consumo de cereales en el mundo para la campaña actual
La producción mundial de cereales caerá este año el 1,8%, el consumo descenderá en un 0,7% y las reservas internacionales se reducirán en un 2%, hasta 841 millones de toneladas, que aún así suponen uno de los niveles más altos de las últimas décadas
Espigas y granos de trigo
El pronóstico de la FAO sobre la producción mundial de cereales en 2022 se ha rebajado en 4,9 millones de toneladas desde el mes pasado y se cifra ahora en 2 764 millones de toneladas, lo que representa una disminución interanual del 1,8 % (50,8 millones de toneladas). La mayor parte de la reducción de este mes guarda relación con el trigo, aunque también se ha hecho una ligera revisión a la baja del pronóstico relativo a la producción mundial de cereales secundarios. Según el pronóstico actual, que incorpora el recorte de 3,4 millones de toneladas de este mes, la producción mundial de trigo asciende a 783,8 millones de toneladas en 2022, lo cual sigue siendo un aumento del 0,6 % (4,5 millones de toneladas) respecto de la producción de 2021 y un máximo histórico. La revisión intermensual a la baja interesa casi exclusivamente a la cosecha de trigo en los Estados Unidos de América (EE.UU.) y obedece a rebajas en los rendimientos y en la superficie cosechada. En otros países, donde la recolección de la cosecha de trigo de 2022 estaba llegando a su fin, los pronósticos sobre la producción se mantuvieron sin variaciones. El pronóstico acerca de la producción mundial de cereales secundarios en 2022 también se ha reducido en 1,3 millones de toneladas y se sitúa ahora en 1 467 millones de toneladas, lo que representa un descenso anual del 2,8 % y la primera disminución de la producción en cuatro años. La mayor parte de la reducción de este mes deriva de recortes efectuados en la producción de maíz prevista en los EE.UU. y la Unión Europea (UE), donde las últimas valoraciones indicaron que los efectos de la sequía eran más importantes de lo que se había estimado anteriormente. En Ucrania, con la cosecha de maíz en marcha, se ha incrementado el pronóstico relativo a la producción, a causa de las expectativas de aumento de la superficie cosechada, ya que las exportaciones del país desde los puertos del Mar Negro han aliviado parcialmente las limitaciones de almacenamiento. En cuanto al arroz, las expectativas de producción han mejorado desde octubre en el caso de Indonesia, tras indicaciones oficiales de que la superficie cultivada con arroz se había ampliado un poco más de lo previsto anteriormente por la FAO. Esta revisión al alza, sumada a la notificación por parte del Perú de unos resultados menos pesimistas de lo previsto, compensa en gran medida algunos recortes en las perspectivas sobre la producción, sobre todo en Nigeria y Viet Nam. En consecuencia, actualmente se prevé que la producción mundial de arroz en 2022/23 ascenderá a 512,6 millones de toneladas (arroz elaborado), o sea, un 2,4 % por debajo del máximo histórico de 2021, aunque en líneas generales seguirá siendo una cosecha promedio.
La siembra de los cultivos de trigo de invierno de 2023 ha comenzado en los países del hemisferio norte y comenzará en 2023 en los países al sur del Ecuador. Si bien se prevé que con los elevados precios de los cultivos se mantenga la siembra de grandes superficies en 2023, los elevados costos de producción podrían limitar la ampliación de la superficie. En los EE.UU., la siembra de trigo de invierno avanzó a un ritmo promedio en octubre, pese a las condiciones de sequía prolongada en partes de los principales estados productores de trigo. En la UE, las siembras se completaron en septiembre en los países del norte y avanzan bien en la mayoría de los demás países, que gozan de unas condiciones atmosféricas propicias salvo la sequedad en partes de España, Italia y Rumania. En la Federación de Rusia, con el período de siembra a punto de culminar, se notificó que el ritmo de la siembra de trigo de invierno a mediados de octubre había sido inferior al del año anterior, ya que las fuertes precipitaciones habían impedido las operaciones de siembra. En Ucrania, las graves restricciones de liquidez debidas a la guerra darán lugar a una reducción de la superficie cultivada con trigo, mientras que también las fuertes precipitaciones han ralentizado el ritmo de siembra. En Asia, se pronostica que la siembra de trigo se mantenga en niveles superiores al promedio en China (continental) y la India, donde unos remunerativos precios mínimos de sostenimiento mantienen el atractivo del trigo. El buen tiempo en ambos países favorece las operaciones de siembra. Dado que muchas zonas del Pakistán siguen inundadas, podría verse gravemente obstaculizada la siembra de los cultivos de trigo de invierno rabi, que normalmente tiene lugar entre octubre y diciembre.
En países del hemisferio sur se está llevando a cabo la siembra de cultivos de cereales secundarios de 2023. En el Brasil, las estimaciones oficiales indican un aumento de la superficie cultivada con maíz en 2023. Suponiendo que las condiciones atmosféricas sean mejores en el país después de los períodos secos del año pasado, una recuperación de los rendimientos también podría favorecer una segunda cosecha excelente en 2023. En Sudáfrica, las intenciones provisionales de siembra apuntan a una probable contracción moderada de la superficie cultivada con maíz respecto del año pasado.
Mazorca de maíz madura
Menor uso industrial de maíz y aumento en el consumo de trigo
El pronóstico relativo a la utilización mundial de cereales en 2022/23, cifrado en 2 778 millones de toneladas, apunta a un descenso del 0,7 % respecto del nivel de 2021/22, lo que supone una disminución de 5,4 millones de toneladas desde el mes pasado debida casi exclusivamente a una reducción de la utilización de cereales secundarios a nivel mundial. La revisión a la baja de este mes, relativa a la utilización de cereales secundarios, de 5,9 millones de toneladas, se atribuye principalmente a las expectativas de disminución del uso industrial del maíz (especialmente en China y los EE.UU.), así como a la reducción de los usos de la cebada como pienso y con fines industriales. Según estas revisiones, el pronóstico relativo a la utilización mundial de cereales secundarios en 2022/23 se sitúa ahora en 1 485 millones de toneladas, es decir, un 1,2 % menos que en 2021/22, lo que representa la primera caída en más de una década. Mientras tanto, sigue estimándose que la utilización total de trigo a escala mundial aumentará ligeramente en 2022/23, en un 0,3 %, y se ubicará en 775 millones de toneladas, con un incremento del consumo de alimentos y de otros usos que compensará una probable caída del uso de piensos. La utilización mundial de arroz en 2022/23 se cifra en 518,3 millones de toneladas, con poca variación desde octubre y con un descenso interanual del 0,7 %, debido a las contracciones previstas en los usos con fines industriales y como pienso.
Reservas y comercio internacional a la baja
Se prevé que las reservas mundiales de cereales se contraerán un 2,0 % por debajo de sus niveles de apertura al final de las campañas en 2023 y se ubicarán en 841 millones de toneladas, lo que supone un descenso de 7,3 millones de toneladas respecto del pronóstico del mes pasado. De acuerdo con las estimaciones más recientes sobre las reservas de cereales y su utilización, la relación entre esta y aquellas a escala mundial disminuirá del 30,9 % en 2021/22 al 29,4 % en 2022/23, coeficiente que aun así indica una situación de la oferta relativamente cómoda desde una perspectiva histórica. Sigue previéndose que las reservas mundiales de trigo aumentarán un 2,0 % por encima de sus niveles de apertura, pese a la revisión a la baja de 3,1 millones de toneladas de este mes. Esta última revisión a la baja obedece sobre todo a las expectativas de disminución de las existencias en los EE.UU., la India y Ucrania. Del mismo modo, una revisión a la baja de las reservas de maíz en Ucrania, como consecuencia del aumento de las exportaciones, así como una reducción de las reservas de maíz en los EE.UU., debido a las perspectivas de disminución de la producción, explican el recorte de 4,6 millones de toneladas de este mes en las reservas mundiales de cereales secundarios. Según estas revisiones, las reservas mundiales de cereales secundarios, que ahora se prevé que ascenderán a 347 millones de toneladas, disminuirán un 5,3 % por debajo de sus niveles de apertura y alcanzarán su nivel más bajo desde 2013/14, lo cual se atribuye en gran medida a la contracción del 5,5 % prevista en las reservas mundiales de maíz. Si bien el pronóstico de la FAO relativo a las reservas mundiales de arroz al final de la campaña comercial 2022/23 se sitúa en 193,4 millones de toneladas, es decir, un 1,8 % por debajo de sus niveles de apertura sin precedentes, estas seguirían siendo las terceras mayores existencias jamás registradas. Se prevé que la mayor parte del descenso interanual corresponda a las existencias que mantienen los países exportadores de arroz, aunque también que los países importadores —sobre todo Colombia, Senegal, Sri Lanka y la UE— recurrirán a sus reservas.
De acuerdo con el pronóstico, el comercio mundial de cereales en 2022/23, cifrado en 469 millones de toneladas, registrará una contracción del 2,2 % respecto del nivel de 2021/22, pese a una revisión al alza de 1,7 millones de toneladas desde el mes pasado. Sobre la base de un ritmo más acelerado de los envíos hasta finales de octubre en el marco de la Iniciativa de Granos del Mar Negro, las perspectivas de un aumento previsto para las exportaciones de trigo de Ucrania han incrementado en 1,9 millones de toneladas el pronóstico sobre el comercio mundial de trigo en 2022/23 (julio/junio) este mes. No obstante, el pronóstico de la FAO relativo al comercio mundial de trigo, cifrado ahora en 194 millones de toneladas, sigue apuntando a un descenso del 1,0 % respecto del nivel de 2021/22. Asimismo, se prevé que el comercio mundial de cereales secundarios en 2022/23 (julio/junio), prácticamente sin variaciones este mes y fijado en 223 millones de toneladas, disminuirá en un 3,4 %, sobre todo como consecuencia de contracciones en el comercio mundial de cebada y sorgo, mientras que el comercio de maíz registrará apenas una ligera caída. Este mes, una revisión al alza del pronóstico relativo a las exportaciones de maíz de Ucrania ha equilibrado las ventas menos cuantiosas de los EE.UU., la Federación de Rusia y la UE, manteniendo el pronóstico sobre el comercio mundial de maíz en 2022/23 (julio/junio) cerca de los 180 millones de toneladas. Tras tres años consecutivos de expansión, el comercio internacional de arroz podría disminuir en un 1,6 % en 2023 (enero-diciembre) y ubicarse en 52,9 millones de toneladas. Con la excepción de las Américas y Oceanía, se prevé que en la mayoría de las regiones se importará un volumen menor de arroz respecto del año anterior. Sin embargo, el mayor retroceso en términos absolutos podría interesar a las importaciones de los países asiáticos.
Pueden consultarse más análisis de las últimas novedades en los mercados agrícolas en el número de noviembre de 2022 de Perspectivas alimentarias, cuya publicación está programada para el 10 de noviembre.
Las cifras sobre el comercio de cereales incluidas en la presente nota informativa se obtuvieron antes del 29 de octubre de 2022. No tienen en cuenta los nuevos acontecimientos relacionados con la Iniciativa de Granos del Mar Negro. La FAO seguirá realizando un seguimiento de los acontecimientos en la región del Mar Negro y proporcionará información actualizada sobre sus perspectivas sobre el comercio de cereales en el próximo número de la Nota informativa sobre la oferta y la demanda de cereales.