La disponibilidad de agua es primordial para la rentabilidad de las empresas agrarias
La nueva planificación hidrológica en la cuenca del río Tajo plantea una reducción de agua que afectaría principalmente al maíz, que ocupa una superficie en torno a 3.000 hectáreas.
Ante la problemática surgida como consecuencia de la nueva planificación hidrológica en la cuenca del Tajo, el Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Centro y Canarias alerta sobre la necesidad de utilizar criterios racionales en el uso agrícola del agua, que pasa por la correcta evaluación de las necesidades de agua de riego de esos cultivos y por la existencia de unas infraestructuras y equipamientos que permitan la máxima eficacia en el suministro.
Esta nueva planificación hidrológica plantea una reducción de los máximos consumos de agua por meses en la Zona Regable de la Real Acequia del Jarama, cuya comunidad de regantes ha solicitado la opinión del Colegio en relación con este tema.
La Real Acequia del Jarama es una infraestructura histórica, que data del siglo XVIII, con una superficie regada en cultivo de unas 10.000 ha, en municipios de Madrid y Toledo. La reducción propuesta afectaría principalmente al cultivo más importante en la zona, el maíz, que ocupa una superficie en torno al 30 % del total.
En este sentido, el Colegio, como entidad que reúne a los profesionales de la ingeniería agronómica, señala que la disponibilidad de agua y la eficacia de su gestión en los cultivos es un elemento de primordial interés para la adecuada disponibilidad de alimentos y materias primas, la rentabilidad y supervivencia de las empresas agrarias y el correcto equilibrio medioambiental.
La racionalidad en el uso agrícola del agua pasa, por una parte, por una adecuada selección de los cultivos de acuerdo con las características agroclimáticas de la zona y con la posibilidad de una comercialización eficaz y rentable; por otro lado, por la correcta evaluación de las necesidades de agua de riego de esos cultivos, y también por la existencia de unas infraestructuras y equipamientos que permitan la máxima eficacia en el suministro.
El Colegio manifiesta que los ingenieros agrónomos tienen la máxima capacidad técnica en todos estos aspectos, y pueden contribuir en buena medida a analizar la problemática suscitada, y a proporcionar las soluciones más adecuadas.