Azucarera estrena en Andalucía una herramienta para decidir el momento óptimo de recolección
Esta semana ha dado comienzo la campaña de recogida de remolacha en Andalucía, una campaña que este año llega con novedades y es que Azucarera, en colaboración con Hemav, estrena la 'Curva de Sacarosa', una herramienta que lleva cinco años en desarrollo y que permite identificar el estado óptimo de madurez de la remolacha y fijar el mejor momento para su recolección, consiguiendo, así, la mayor cantidad de sacarosa, según ha descrito la compañía filial de British Sugar en España.
Un técnico vigila el estado sanitario de la remolacha en una parcela de cultivo en Andalucía. Foto: Azucarera.
En esta campaña se han sembrado 7.715 hectáreas en la zona sur, de las cuales 4.195 corresponden a regadío y 3.520 a secano. Como explica el responsable agrícola de Azucarera en la zona sur, Miguel Sanromán, “este ha sido un año difícil, sobre todo en lo referente a la falta de lluvias en momentos críticos y a la falta de dotación de agua para regar de forma adecuada, sobre todo en la provincia de Sevilla. Aun así, el cultivo de la remolacha y los modelos de contratación ofrecidos, le han dado al cultivador la seguridad, comodidad y rentabilidad suficiente para afrontar este complicado escenario”.
Según los resultados obtenidos en las últimas muestras realizadas, se espera una campaña con medias de 74 toneladas tipo por hectárea en regadío y de 39 en secano. Está previsto que el arranque de remolacha se prolongue hasta los primeros días del mes de agosto.
En cuanto a la sanidad del cultivo, la Asociación de Investigación para la Mejora del Cultivo de la Remolacha Azucarera (AIMCRA), ha colaborado de manera coordinada en Andalucía con un grupo de trabajo en la búsqueda de soluciones específicas para atajar posibles plagas que pueden afectar a la remolacha. “Este año hemos podido tener un mejor control de la cassida que en la campaña pasada, a través de una estrategia de tratamientos, entre los cuales se encuentra el Acetamiprid, producto autorizado de manera excepcional, basado en el control de la primera generación de adultos”, explica la directora de la AIMCRA, Elba Rosique.
Además, se han realizado labores de divulgación y reuniones periódicas de seguimiento, imprescindibles no solo para trasladar la importancia de realizar tareas de control, sino también para monitorizar las posibles plagas.
AIMCRA continúa con la línea de ensayos en insecticidas e investigando nuevas herramientas, así como realizando un seguimiento exhaustivo del ciclo biológico de la plaga y que aplicará la próxima campaña con el objetivo de conseguir el mayor control.