La comunidad bacteriana del suelo responde a la aplicación de compost
Dentro del proyecto Diverfarming, en el que participan el CEBAS – CSIC, Universidad de Cartagena y Universidad Politécnica de Cartagena, se busca un cambio de paradigma de la agricultura europea que camine hacia una agricultura más sostenible medioambiental y económicamente que cuide del planeta, usando las herramientas de la agricultura sostenible.
En esta senda, se evalúan los efectos agronómicos, medioambientales y socioeconómicos de las distintas diversificaciones de cultivos y las diversas prácticas agrícolas. Teniendo en cuenta que los microorganismos del suelo mantienen la salud del suelo y son cruciales para la producción de cultivos en los sistemas agrícolas, el equipo del proyecto Diverfarming ha centrado uno de sus estudios en el análisis de los efectos de prácticas sostenibles como el uso de compost en la comunidad microbiana del suelo, responsable de la degradación de contaminantes o la fertilidad del suelo, entre otras cosas.
Participación del CEBAS-CSIC
Un equipo de investigación formado por personal del CEBAS – CSIC, Universidad de Cartagena y Universidad Politécnica de Cartagena ha analizado y comparado las interacciones de las diferentes comunidades microbianas del suelo en tres sistemas de cultivo diferente: convencional, sistema orgánico con una adición anual de compost y sistema orgánico con una adición anual de estiércol de oveja.
Para estudiar los cambios ocurridos en esas comunidades bacterianas, se realizó una secuenciación de los fragmentos de ADN (conocidos como amplicones) del gen16S rRNA y posteriores análisis bioinformáticos como las redes de co-ocurrencia, que permiten conocer y estudiar las interacciones entre los microorganismos presentes en el suelo pudiendo evaluar así las relaciones existentes entre los mismos (mutualismo, competencia o depredación). Además, se usaron algoritmos de predicción de funcionalidad que permiten estudiar, a través de la filogenia, la función potencial que podrían tener esos microorganismos en el suelo.
Todas estas aproximaciones revelaron que la aplicación de compost a largo plazo modificó la comunidad bacteriana, aumentando la complejidad de la red y mejorando la comunicación bacteriana. En el caso del manejo orgánico con adición de compost se detectó un mayor potencial previsto de fijación de nitrógeno, menores emisiones de N2O y un mayor potencial de secuestro de carbono que los otros sistemas de cultivo. Esto demuestra la importancia de utilizar una enmienda orgánica estable como compost y el uso de herramientas adecuadas para estudiar la respuesta de la comunidad bacteriana a los sistemas de cultivo a largo plazo.
La aplicación de enmiendas de compost a largo plazo, por tanto, tiene beneficios significativos para el agricultor y el medio ambiente, ya que la aplicación prolongada puede reducir el uso de fertilizantes y pesticidas y podría crear un suelo más estable, que podría resistir los efectos del cambio climático.