FitoStinger: la salud de las personas y la sanidad vegetal, protegidas desde el aire con drones
El cambio climático está introduciendo plagas de insectos problemáticas en zonas que anteriormente les eran demasiado hostiles. Por ejemplo, las orugas de la Procesionaria del pino (PP) que se alimentan de las acículas de los pinos, con el tiempo pueden causar defoliación. Esto compromete la viabilidad de los árboles jóvenes. También reduce la resiliencia del árbol frente a amenazas como incendios forestales, sequías u otras plagas. Además, los pelos urticantes de estos insectos también representan una amenaza para la salud de las personas y los animales.
Por otro lado, plagas como la de la Avispa velutina (AA) -también conocida como avispa asiática-, están causando verdaderos dolores de cabeza a las administraciones y a la ciudadanía en general. Ya que elimina insectos autóctonos tan esenciales como las abejas y es mucho más agresiva que las avispas autóctonas. Además, su picadura puede conllevar más complicaciones, al inocular más cantidad de veneno; pudiendo ser mortal para personas alérgicas. Sin olvidarnos que sus colonias pueden albergar miles de ejemplares en un solo nido, con lo que ello conlleva para su expansión (más de 100 km de radio anualmente).
El proyecto FitoStinger, apoyado con fondos de la Unión Europea y del CDTI, ha desarrollado un servicio automatizado de control de plagas con drones, especialmente diseñado para la erradicación de PP y la AA, entre otras plagas, sin dañar el medio ambiente o la biodiversidad local.
La financiación obtenida permitió al equipo completar un plan empresarial, incluido un estudio de mercado internacional, y las pruebas iniciales arrojaron resultados prometedores.
“Estamos orgullosos de haberlo hecho realidad, una idea que al principio parecía una locura. La primera vez que la visión artificial identificó nidos y el sistema los pinchó fue un subidón de adrenalina”, exclama Toni Caballero, CEO de FitoStinger y coordinador del proyecto.
Estado del arte de la tecnología
Los drones autónomos FitoStinger combinan varios sensores (de imagen, posicionamiento GNSS, presión atmosférica y movimiento) con algoritmos de visión artificial para distinguir y detectar plagas o sus nidos. Una unidad de procesamiento avanzada analiza las imágenes en tiempo real para su identificación y orientación.
Una vez detectado, el drone avanza automáticamente hacia su objetivo y un sistema aplicador similar a una lanza (patentado por FitoStinger), inyecta un agente biocida o fitosanitario directamente en el nido (en el caso de la AA y la PP), asegurando el exterminio dirigido sin dañar el área circundante. Los drones permiten un fácil acceso a los nidos, llegando a lugares imposibles con otros medios.
Una vez que el sistema ha sido calibrado para identificar sus objetivos, puede entrenarse aún más para una mayor precisión al ubicarlo en diferentes entornos, con diferentes cantidades y tipos de plagas.
Hasta la fecha, el equipo de desarrollo ha realizado pruebas sobre la efectividad y los tiempos del tratamiento, la eficiencia de la punción y la precisión en la detección de nidos. Analizándose también la estabilidad de las aeronaves y la correcta automatización de los vuelos realizados.
“Quedamos satisfechos con el rendimiento de los algoritmos de detección, incluso en entornos complicados para los sensores. El sistema eliminó con éxito todas las plagas de los nidos, pinchando de forma controlada y precisa, sin afectar a las especies aledañas. Fundamentalmente, logramos el equilibrio adecuado entre el funcionamiento del brazo aplicador y la estabilidad del dron”, dice Caballero.
Protegiendo al medio ambiente
Con su uso escueto de agentes fitosanitarios o biocidas (según zona y necesidades de la aplicación) altamente específicos, FitoStinger fomenta el uso de sólo una pequeña proporción de todos los pesticidas que se utilizan actualmente (75% menos en comparación con otros drones y 90% en comparación con los cañones de pulverización), sin dañar otras partes del árbol. o su entorno.
Unido a esto, según la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria), tanto el uso intensivo de pesticidas como los ataques de especies invasoras, como la avispa asiática, se han visto implicados en la disminución de las poblaciones de abejas. FitoStinger contribuye al control de los depredadores de abejas.
Además, la erradicación de la procesionaria del pino, ayudará a proteger los bosques europeos de la defoliación, que aumenta la vulnerabilidad frente a los incendios forestales. Y mantendrá las áreas más concurridas de personas y animales domésticos más protegidas; evitando graves reacciones alérgicas que, en el caso de los perros, por ejemplo, les puede llegar a producir la muerte.
“Al contribuir a la repoblación forestal y la conservación de los bosques, uno de los objetivos clave de la nueva estrategia forestal de la UE, ayudaremos a crear un entorno más saludable, así como a aumentar la absorción de CO2 hacia la neutralidad del carbono, otro objetivo clave de la UE”, remarca Caballero.
Siempre un paso por delante
Desde sus orígenes, como spin-off de TSA Center, una empresa de marcado perfil tecnológico, FitoStinger ha apostado por la innovación y el aporte de nuevas ideas y desarrollos que simplificasen procesos, incrementasen la eficiencia y la efectividad y protegiesen el entorno.
Además, prestando especial atención al cumplimiento normativo, el cual se acaba convirtiendo en uno de los principales problemas a resolver, dado que la innovación siempre suele ir mucho más avanzada que la legislación. Por ello la base de conocimiento y experiencia en el ámbito de la consultoría de drones de TSA Center, siempre ha jugado un papel especial en el avance del proyecto.
Por otro lado, FitoStinger siempre ha ido de la mano en sus desarrollos de grandes centros tecnológicos, que han aportado su esfuerzo y conocimiento a diversas fases del proyecto. Como por ejemplo ha sucedido con el Centro Tecnológico de Telecomunicaciones de Cataluña.
“Tenemos un objetivo y la unión siempre acaba haciendo la fuerza. Por ello para nosotros siempre son muy importantes las colaboraciones en distintos niveles; tanto en el desarrollo, como en el legislativo u operacional”, comenta Caballero.
Actualmente, la empresa ya está contemplando nuevas aplicaciones para nuevos tratamientos de plagas que generan serios problemas. Adentrándose en el aporte, no sólo de soluciones tecnológicas, sino de capacidad de realización de las operativas a nivel de autorizaciones. Barajando la posibilidad de realización de servicios en áreas tan sensibles como las zonas de seguridad aeroportuarias o espacios protegidos medioambientalmente.
“No sólo se trata de llegar, montar el drone y echarse a volar. Hay mucho trabajo de planificación, análisis de la seguridad del vuelo, análisis de la protección e impacto medioambiental, burocracia, etc. Se trata de solucionar un problema, no de generar otro nuevo”, manifiesta Caballero.
En el presente, la normativa permite el vuelo en zonas pobladas y en espacio aéreo controlado, la cual cosa facilita la operatividad de empresas como FitoStinger. Permitiendo, de esta manera, cubrir un mayor número de servicios y, por tanto, de necesidades de los consistorios y de la ciudadanía en general. La nueva entrada en vigor de la actual regulación europea en materia de drones, ha abierto un gran abanico de posibilidades en el sector y las empresas están empezando a sacar el verdadero partido; algo que venían reclamando desde hace muchos años.
“Ahora las administraciones y distintos organismos están cada vez más por la labor de favorecer la operatividad de los drones. Ya no somos esos “cacharros” desconocidos. Cada vez nos facilitan más la posibilidad de poder volar y la actitud es colaborativa, no de freno”, señala Toni Caballero.
Un futuro cada vez más presente
El equipo está trabajando actualmente para asegurar la financiación para establecer un proceso totalmente automatizado. También planean integrar nuevos sensores de geoposición y mejorar las capacidades de visión artificial del sistema para el vuelo autónomo.
El mosquito, las malas hierbas en zonas de difícil acceso como edificios históricos o monumentos, la mosca negra, la galeruca, entre otras, se constituyen como nuevos objetivos de la empresa, sobre los que pretenden incrementar sus esfuerzos de desarrollo y tratamiento.