El mercado de cereales responde con subidas al último informe del USDA
La publicación, el pasado 9 de febrero, del informe de oferta y demanda mundial de materias primas agrarias (WASDE) del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) hizo subir los futuros de cereales y oleaginosas, a pesar de que los recortes en las previsiones de la cosecha sudamericana y en las existencias mundiales fueron menores de lo esperado.
El último informe de oferta y demanda mundial publicado por el USDA tuvo un impacto positivo en los precios de los futuros estadounidenses. Los analistas creen que la industria espera que el USDA realice nuevos recortes de la producción en los próximos meses y que, en consecuencia, se reduzcan las existencias mundiales. Por ahora, la atención se centra en las estimaciones privadas de cosecha, que son más bajas. Existen rumores sobre compras chinas de productos estadounidenses y la presencia de más especuladores en el mercado.
En el caso de la soja, la semana finalizó con sólidas ganancias debido a las previsiones a corto plazo de sequía y altas temperaturas en Argentina y el sur de Brasil, al tiempo que en las zonas norte y centro de este último las lluvias han retrasado la cosecha y rebajado la calidad. Por esta razón, la CONAB, organismo oficial de previsión de Brasil, redujo su estimación de cosecha de soja que se sitúa ahora en 125,5 millones de toneladas, 15 millones por debajo de la estimación de enero y 8,5 millones por debajo de la última previsión del USDA. Estas noticias reducirán aún más la oferta y mantendrán un tono alcista para los precios de la soja a corto plazo.
El maíz siguió la estela de la soja y se mantuvo en verde al cierre de la semana pasada. El mercado sigue muy atento a las condiciones en Sudamérica y confía en las cosechas de maíz de esta zona del planeta para apuntalar la oferta mundial de cereales en la campaña 2021/22. El riesgo de que las cosechas sean aún menores, sobre todo teniendo en cuenta las últimas noticias de Brasil, mantendrá por el momento una corriente de apoyo a los precios. Por otro lado, los agricultores estadounidenses están ultimando sus intenciones de siembra para la cosecha de 2022 y los precios relativos del maíz y la soja son un aspecto clave en estas decisiones. Para evitar la pérdida de superficie en favor de la soja, los precios del maíz estadounidense deben mantenerse a un nivel similar al de las habas.
En cuanto al trigo, su cotización subió con fuerza en los últimos días. Las tensiones entre Rusia y Ucrania se mantienen, lo que podría distorsionar las exportaciones. La posibilidad de un conflicto abierto en la región en un futuro próximo hace que la situación siga siendo extremadamente volátil. La consultora agraria rusa IKAR estimó la cosecha rusa de trigo de 2022 en 82,5 millones de toneladas, y las exportaciones de 2021/22 en 46 millones de toneladas. Los últimos recortes de las existencias mundiales revierten los aumentos estimados en enero y reafirman la escasez de suministro de la vieja cosecha. Así pues, la escasa disponibilidad que provoca esta situación podría limitar las bajadas del mercado a corto plazo, a menos que se produzcan noticias importantes y positivas sobre las cosechas mundiales de 2022/2023.
