EE UU invierte 1.000 millones de dólares para impulsar la agricultura de carbono
El Departamento de Agricultura de EE UU (USDA) invertirá 1.000 millones de dólares en proyectos piloto que promuevan prácticas agrícolas, ganaderas y forestales que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero o capturen y almacenen carbono, según ha confirmado ayer lunes el Secretario de Agricultura, Tom Vilsack.
El USDA anunció el programa Partnerships for Climate-Smart Commodities que aprovechará los fondos de la Corporación de Crédito para Productos Básicos. Estos fondos suponen hasta 30.000 millones de dólares anuales del Tesoro de EE UU para ayudar a estabilizar los precios de los productos agrícolas y apoyar los ingresos de los agricultores.
Esta inversión es la última iniciativa de la administración Biden para combatir el cambio climático, con el objetivo de reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero del sector agrícola para 2030 y poner a Estados Unidos en la senda de las emisiones netas cero para 2050.
Entre los proyectos que pueden optar a la ayuda se encuentran las iniciativas que reducen o capturan las emisiones de metano en las explotaciones lecheras o los programas que amplían el uso de prácticas agrícolas que absorben más carbono de la atmósfera y lo almacenan en el suelo.
"La expansión de estas prácticas podría aumentar el valor de los productos agrícolas estadounidenses, ya que las empresas alimentarias y los exportadores se esfuerzan cada vez más por descarbonizar sus cadenas de suministro", ha señalado Vilsack.
El USDA concederá estas subvenciones a través de un proceso competitivo para implementar los proyectos piloto. Estos proyectos tienen que incentivar a los productores para que adopten prácticas de producción y comercialización que garanticen que el producto agrícola tiene propiedades beneficiosas para combatir el cambio climático.
Los solicitantes deben ser capaces de medir los beneficios del secuestro de carbono en los programas piloto. Las oportunidades de financiación se dividirán en dos secciones: subvenciones de 5 millones de dólares a 100 millones de dólares y de 250.000 dólares a menos de 5 millones de dólares que, según Vilsack, "proporcionarán estabilidad a las prácticas climáticamente inteligentes".