Bodegas Emilio Moro es pionera en la aplicación de tecnologías ligadas a IoT (Internet of Things), inteligencia artificial y tecnología satelital
La bodega del futuro: digital y automatizada
Emilio Moro, a través de un acuerdo de colaboración con Vodafone, está creando una bodega de alta calidad, sostenible y gestionada digitalmente a través de una red de sensores de campo en los viñedos y de la aplicación de inteligencia artificial, big data y tecnología satelital al campo con el fin de maximizar el rendimiento y minimizar el impacto ambiental de la producción de vino.
A través de la solución ‘Sensing4Farming’ de Vodafone, Emilio Moro ha instalado en sus viñedos una red de sensores que, junto a imágenes de satélite obtenidas en alta resolución y a tiempo real, permiten medir factores ambientales clave como la humedad, la temperatura, la conductividad del suelo y la absorción de agua, así como el vigor y la salud de las propias vides.
Con la aplicación de sistemas de Inteligencia Artificial (IA), foto de satélites muy precisos, estaciones agrometeorológicas y sensores de suelo y viña se obtienen hasta 39 parámetros que permiten monitorizar el estado de cada viña, al instante y ver como evoluciona a lo largo del ciclo de cultivo. Así, se obtienen datos datos que se procesan al instante y se envían de forma inmediata a las herramientas móviles de los enólogos y técnicos de la bodega. De esta forma, se puede conocer con absoluta precisión la cantidad ideal de riego y fertilizante que necesitan las vides en cada momento, así como decidir qué áreas necesitan ser podadas o cuándo cosechar.
Según Vicente Abete, responsable de viñedo de Bodegas Emilio Moro, “se trata de controlar todo el viñedo con la máxima precisión. Para ello, se obtienen datos agrometeorológicos en tiempo real y fotos semanales de satélite con máxima resolución (40x40 cm). Todos estos miles de datos se procesan mediante big data y obtenemos la información del estado del viñedo desde que brota la viña hasta la vendimia”.
La bodega comenzó instalando tres estaciones agrometeorológicas a diferentes alturas en las 200 hectáreas de viñedo que poseen en los alrededores de Pesquera de Duero, por cierto, todas con clones propios de tempranillo seleccionados de las viñas casi centenarias de la finca de Valderramiro. Es decir, desde hace años tienen información detallada de temperatura, heladas, humedad, dirección y velocidad del viento, pluviometría y radiación solar a partir de las estaciones; de humedad y temperatura del suelo a diferente profundidad a partir de los sensores de suelo; y de crecimiento o decrecimiento del tronco de la viña a partir de los datos del dendrómetro.
Posteriormente, en 2017 contrataron tres vuelos de drones con Smart Rural para georreferenciar las parcelas y cada cepa y obtener datos de la evolución y estado del cultivo en tres momentos del ciclo de cultivo. El primer año, tomaron datos de 100 hectáreas y en 2018 ya georreferenciaron las 200 hectáreas para, en función de las imágenes multiespectrales y de la detección de carencias, aplicar el fertilizante o los fitosanitarios adecuados a cada zona o cada cepa.
El último paso en la digitalización de la bodega Emilio Moro se ha dio en 2019, entrando en el proyecto 'Sensing4Farming'. En este proyecto los satélites de alta resolución sustituyeron a los drones y ahora se obtienen imágenes del estado de las viñas cada semana, no sólo de las 200 hectáreas que posee la bodega alrededor de Pesquera de Duero, sino también de las otras 800 hectáreas que controlan en toda la DO Ribera del Duero (desde Soria a Valladolid) y en la DO Bierzo, de la uva tinta Tempranillo en Ribera y de blanca Godello en El Bierzo.
De las fotos de satélite se obtienen índices NDVI, ENVI y SAVI, que informan sobre el vigor y la salud de cada viña o de la concentración de nitrógeno. Esta información, junto a la de las estaciones, es procesada por sistemas big data e interpretada de forma que filtra datos útiles pata los responsables de campo. En este proceso, los técnicos pueden programar alertas para que den avisos, por ejemplo, cuando hay peligro de heladas, cuando se dan las condiciones para el mildiu o el oidio o cuando las plantas tienen carencia de hierro (clorosis).
”En Emilio Moro llevamos utilizando herramientas digitales desde hace años, cada vez con más interés y más ganas”, dice Abete. “Con todos los datos georreferenciados y la interpretación de los mismos mediante big data, crearemos avisos para dar soluciones rápidas y eficaces a los problemas que puedan surgir en las viñas. Por ejemplo, si hay clorosis, marco dónde está el problema, acudo a la zona e intervengo”.
Pero con 'Sensing4Farming' no sólo se puede conocer dónde hay problemas, sino también saber por qué suceden las cosas, si lo que sucede es diferente según el tipo de suelo, si es diferente por incidencias climatológicas, si es por plagas o enfermedades y cómo éstas inciden en cada zona del viñedo.
“Con este proyecto estamos creando la bodega del futuro, una bodega respetuosa con el entorno”, señala José Moro, presidente de Emilio Moro. Los sensores desplegados en el terreno utilizan una conectividad NB-IoT de Vodafone, que permite utilizar baterías de larga duración o pequeños paneles solares de muy baja potencia, mejorando significativamente el consumo energético en la transmisión inalámbrica de la información y su eficiencia espectral. Así, los beneficios generales de la solución ‘Sensing4Farming‘ incluyen la reducción de costes en la producción (debido al consumo reducido de agua, fertilizantes y energía), el aumento de la cantidad y calidad de la producción (al permitir una aplicación más selectiva de los tratamientos) y un menor impacto ambiental debido al uso reducido de fertilizantes.
José Moro destaca: “Emilio Moro se fundó hace más de 120 años, pero la innovación es clave para nuestra filosofía. Es por eso que estamos trabajando con Vodafone para aprovechar los beneficios de tecnologías como el Internet de las Cosas y las imágenes satelitales. Después de todo, son los innovadores de hoy que crearán la tradición del mañana”.