“El uso de bioestimulantes está siendo clave en el proceso de transformación del almendro en España”
Entrevista a Juan Manuel López, director de marketing de Seipasa
El cambio en las estrategias de producción del almendro ha impulsado el fuerte crecimiento del cultivo en los últimos años. Consolidado como una alternativa rentable para los productores, la industria agroalimentaria se esfuerza en aportar soluciones en el terreno de las nuevas variedades, el mejor aprovechamiento de los recursos o la eficiencia en la nutrición. Lo repasamos en esta entrevista con Juan Manuel López, director de marketing de Seipasa.
La última década nos deja una auténtica revolución en el cultivo del almendro motivada por el significativo aumento de la superficie plantada, la creciente demanda del mercado y la innovación en el material vegetal, además de la bonanza en los precios. ¿Qué evolución debemos esperar en el corto y medio plazo?
La evolución que cabe esperar es muy positiva, especialmente por las sólidas bases que se han construido a lo largo de la última década. Venimos de una fase que algunos han coincidido en llamar como la reinvención de los secanos, es decir la reconversión de miles de parcelas dedicadas al cereal, cuyos productores estaban asfixiados por la crisis de precios y la escasa rentabilidad. El almendro ha entrado en una nueva era de la mano de la innovación: han aparecido nuevas variedades con mayor capacidad de adaptación, se ha avanzado en la eficiencia del cultivo y la tecnología ha permitido mejorar la mecanización. Además, la evolución de los precios al alza, salvo lo ocurrido en 2020, ha generado rentabilidad para los productores. Según datos del Ministerio de Agricultura, la superficie destinada al almendro en España supera las 700.000 hectáreas en 2020, de las cuales cerca del 80% son de secano. España es líder europeo en la producción de almendra gracias a los miles de hectáreas que se han destinado a nuevas plantaciones en los últimos años y esa evolución positiva va a continuar.
¿Qué factores hay detrás de la innovación aplicada a este cultivo?
¿Y en qué lugar se sitúa Seipasa dentro de este cambio estructural que ha transformado el cultivo del almendro?
¿Qué papel juegan las soluciones bioestimulantes en un cultivo como el almendro que, además, apenas cuenta con materias activas para su protección?
El uso de bioestimulantes está siendo clave en el proceso de transformación del almendro en España. En Seipasa hemos puesto toda nuestra innovación y tecnología al servicio del desarrollo de nuevas soluciones para este cultivo. Radisei es un nuevo bioestimulante radicular desarrollado a partir de una cepa exclusiva de Bacillus subtilis. Incorpora esta bacteria promotora del crecimiento (PGPR) que mejora la arquitectura del sistema radicular: impulsa el desarrollo de nuevas raíces y pelos absorbentes que ayudan a la planta a un mejor aprovechamiento de los recursos del suelo. Su aplicación permite el desbloqueo de micro y macronutrientes esenciales en el suelo, por lo que vamos a ayudar a que el árbol los absorba y los asimile mucho mejor y de forma más eficiente. Radisei también contribuye a una mejor respuesta frente a diferentes tipos de estrés donde se desarrolla, en entornos complejos en cuanto a temperatura, salinidad y estrés hídrico. Se trata de un producto registrado en el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y certificado en agricultura ecológica bajo normativa UNE.
¿Qué impacto cree que puede tener en el sector la estrategia que impulsa la UE dentro del llamado ‘Pacto Verde Europeo’?
La política agroalimentaria de la Unión Europea está poniendo el foco en el impulso de la sostenibilidad, la reducción del impacto sobre el medio ambiente y la protección de la seguridad alimentaria. Las autoridades comunitarias van a limitar todavía más el uso de materias activas de síntesis química y van a impulsar aquellos modelos productivos asentados sobre la eficiencia y la sostenibilidad. Alimentar a la población mundial en 2050, con el crecimiento que se prevé, nos obligará a producir más pero también mejor, es decir optimizando los recursos disponibles, respetando el entorno y buscando el máximo equilibrio entre la rentabilidad y la sostenibilidad. Nos acercamos a una especie de agricultura intensiva sostenible en la cual el cultivo del almendro lleva muchísimo terreno de ventaja y se configura como modelo a imitar.