El cultivo de pistacho sigue creciendo en España

Un ejemplo de esta evolución positiva es la Asociación de Productores del Pistacho y Comercializadores (Appistaco) que ha impulsado la creación de una nueva planta de procesado en la provincia de Jaén, para dar respuesta a la demanda del mercado y de los agricultores que ven en este fruto seco una alternativa rentable y compatible con cultivos como el olivar.

La superficie de cultivo de pistacho en España creció un 37% entre los años 2019 y 2020, según la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos publicada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). De las 44.244 hectáreas registradas por el MAPA el año pasado, 27.962 se encuentran en secano y 16.282 corresponden a plantaciones en regadío. Sin embargo, si echamos la vista más atrás, el aumento de la superficie es del 3.600% en la última década en España, pasando de 1.200 hectáreas en 2010 a las más de 44.000 en 2020.

Pese a este incremento de la superficie, la oferta de pistacho nacional es todavía insuficiente para satisfacer las necesidades de las empresas españolas que demandan este fruto seco. El consumo de pistacho que debe propiciar este crecimiento evoluciona en paralelo, no en vano en España se consumen actualmente 8,5 millones de kilogramos de pistacho al año, teniendo que importar el 90% del producto de otros países.

Debido a la innovación tecnológica que rodea actualmente a este tipo de cultivos leñosos, unido a un manejo que facilita la optimización de los recursos y la eficiencia en el uso de insumos, se espera un crecimiento exponencial de la producción nacional de este fruto seco en los próximos años gracias a las buenas rentabilidades que ofrece a los productores. Un claro ejemplo de la apuesta que se está haciendo por este cultivo es el proyecto de la empresa manchega IberoPistacho. Actualmente está construyendo la planta de procesado de pistacho más grande de Europa en la localidad de Argamasilla de Alba (Ciudad Real). Esta factoría será capaz de procesar más de 6 millones de kilos de pistacho y se espera que esté operativa para recibir su primera cosecha en septiembre de 2022.

Fundada en el año 2014, la Asociación de Productores del Pistacho y Comercializadores (Appistaco) cuenta actualmente con un total de 270 socios que gestionan un total de 1.200 hectáreas de superficie en las que ya se han plantado 200.000 árboles. El 45% de los productores de esta asociación se concentran en la provincia de Jaén, mientras que el resto se encuentran dispersos por las provincias de Almería, Córdoba, Granada, Sevilla, Albacete, Ciudad Real, Badajoz, Murcia y Madrid.

Julián Navarro, cultivador de pistacho y presidente de Appistaco, cree que "el hecho de proponer un cultivo alternativo no implica entrar en conflicto con otros cultivos considerados tradicionales, sino, más bien, tratar de que se consideren nuevas vías para aumentar la rentabilidad de las inversiones agrícolas realizadas, repercutiendo así en un retorno económico óptimo para el agricultor". El objetivo de Appistaco es "favorecer el desarrollo sostenible de la actividad agrícola, el desarrollo económico de nuestro entorno y el mantenimiento del empleo en el medio rural", apunta el responsable de la asociación.

Ante la atractiva rentabilidad que ofrece este cultivo, Appistaco ha decidido construir una planta de procesado de pistacho en la localidad jienense de Navas de San Juan. “Estas instalaciones pueden suponer un impulso importante para el pistacho en la zona, dado que va a animar a nuevos agricultores a entrar en este cultivo por las facilidades que ofrecemos en cuanto al asesoramiento técnico para el manejo del cultivo y en lo que respecta a la comercialización de la cosecha”, afirma Navarro.

El aprovechamiento de la maquinaria empleada en el olivar y el hecho de que la cosecha de pistacho se efectúe con anterioridad a la recogida de la aceituna, es otra de las ventajas que ofrece esta alternativa al "racionalizar las tareas en el campo y ser un cultivo totalmente complementario con el olivar", señala. Otro de los factores a favor de este avance del pistacho en la provincia de Jaén es la climatología. "Los veranos calurosos y la baja humedad suponen una ventaja dado que reduce la presencia de hongos que pueden afectar al cultivo, así como los inviernos que tenemos en esta zona que le proporcionan las horas de frío necesarias para su desarrollo".

Por otro lado, el manejo del pistacho en ecológico es una opción que puede deparar una elevada rentabilidad a los agricultores. El diferencial de precio con respecto a las producciones convencionales es de 2 a 4 euros por kilo de pistacho, mientras que la demanda "principalmente europea" está asegurada. Julián Navarro estima que la rentabilidad bruta de una hectárea de pistacho puede oscilar en una horquilla, dependiendo de si hablamos de secano o regadío, entre los 4.000 y 8.000 euros. El objetivo de Appistaco como entidad asociativa es que "los productores sean los beneficiarios dentro de la cadena de valor de este producto, tanto de la producción, como de la transformación y de su comercialización".