No hay futuro sin regadío (modernizado)

Pese a que el futuro sea cada día más imprevisible, hay una certeza insoslayable para el sector del regadío: la necesidad de avanzar en la modernización. Pues bien, desde la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) confiamos en que los fondos europeos sirvan para impulsar de manera decidida este proceso en el casi millón de hectáreas aún pendientes de modernizar en España, después de que el Plan de Recuperación recoja 1.051 millones de euros para la transformación ambiental y digital del sistema agroalimentario y pesquero.

Esta transformación es una cuestión de vida o muerte, hipérboles y exageraciones aparte. Y es que el regadío no sólo constituye el garante de la alimentación, sino que resulta de vital importancia tanto para luchar contra el cambio climático como para dinamizar las economías rurales -y con ello evitar la despoblación-.

Para prueba, los datos: el regadío multiplica por seis la productividad agrícola, aumenta por cuatro la renta de los agricultores y genera tres veces más de empleo.

La importancia del regadío eficiente es aún más acuciante en España, a la vista de la irregularidad de las precipitaciones y de las sequías, un país que lidera el ranking de la superficie regada de la Unión Europea, con más de 3,8 millones de hectáreas, lo que supone el 22,63 % de la superficie cultivada y el 67 % de la producción vegetal.

Como se ha encargado de destacar el ministro Planas en varias ocasiones, el Gobierno pretende impulsar un regadío todavía más eficiente y sostenible, y la nueva PAC beneficiará a los regantes españoles, ya que se van a seguir financiando, con el fondo FEADER de desarrollo rural, las inversiones en modernización de regadíos sostenibles.

En cualquier caso, desde Fenacore hemos pedido al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) que no abandone estas inversiones ni las traslade en su totalidad a Agricultura, ya que el Ministerio que ostenta las competencias sobre el agua no debería de renunciar a algo básico y fundamental como es su ahorro.

En este contexto, las ayudas comunitarias representan una oportunidad histórica para la modernización del regadío, que encaja con todos los objetivos fijados por la Comisión Europea para la asignación de los fondos y para el correcto desarrollo de los Planes Hidrológicos. Una planificación crucial para la gestión del agua en España, de la que en principio recelamos debido, fundamentalmente, a la falta de credibilidad.

En definitiva, una palabra marcará el futuro del sector: la modernización. Para la que también sería deseable abaratar la factura eléctrica de los regantes, cuyo abultado encarecimiento lastra nuestra competitividad.

En Fenacore estamos totalmente comprometidos con la necesidad de mejorar la sostenibilidad económica y medioambiental del sector agrario, como demuestra nuestra participación en proyectos como 'SolAqua', que actuará sobre las barreras que impiden el desarrollo de un mercado amplio y competitivo de riego con energía solar; o 'Erasmus-Fields', desde donde se abordarán las necesidades de capacidades y competencias actuales y futuras para la sostenibilidad, la digitalización y la bioeconomía en la agricultura.

Pero antes de finalizar quisiera felicitar a la revista Tierras por su 25 aniversario y desearle que durante muchos años sigan ejerciendo la buena labor que realizan para divulgar a toda la sociedad la necesidad de nuestros regadíos, porque una de las pocas certidumbres que subsisten en este mundo postpandémico es que no hay futuro sin regadío (modernizado).