Más de 7.000 ha de arroz en Extremadura se ven afectadas por semillas defectuosas
El cultivo del arroz en Extremadura está teniendo en los últimos años un problema muy importante para el control de las malas hierbas. Esto sucede al ser un monocultivo con mucha humedad y donde cada año se observa cómo la Unión Europea está retirando del mercado cada vez más materias activas que eran efectivas para el control de las malas hierbas, informan desde La Unión Extremadura.
La solución que han encontrado los agricultores esta región es la siembra de variedades híbridas que permiten el control fitosanitario con los herbicidas autorizados.
Este año en Extremadura se han sembrado alrededor de 7.000 hectáreas de la variedad híbrida CLXL745. Según las especifidades de las etiquetas, dicha semilla tiene una pureza del 98% y una germinación del 80%.
La totalidad de los agricultores que han sembrado esta campaña la variedad mencionada han informado que tiene una "muy mala nascencia" y que en todas las parcelas sembradas el número de planta es muy inferior a la deseada para conseguir un rendimiento aceptable.
La Unión Extremadura envió una muestra de esta semilla al laboratorio para analizar el poder de germinación y el resultado obtenido en laboratorio ha sido del 38%, muy lejos del 85% que estipula la etiqueta de compra.
La Unión Extremadura va a reclamar de manera amistosa a la empresa de suministro de dicha semilla, Innovaciones Agrícolas SA de Sevilla, la indemnización a la totalidad de las superficies sembradas por un importe de 1.500 €/ha por pérdida de renta, la devolución de los 500 €/ha del importe de la semilla y hacer un seguimiento de lo que nos va a costar el control de las malas hierbas, "ya que al estar el arroz con poca densidad, el control de estas malas hierbas no va a ser posible con los herbicidas tradicionales".
Desde La Unión Extremadura afirman que "si la empresa no se aviniese a estas compensaciones por la venta de un producto que claramente no cumple las especificaciones de calidad que estipula la etiqueta, nos veríamos obligados a la interposición de una demanda, tanto para satisfacer las pérdidas de los agricultores como por la venta de productos con etiquetas falseadas que no reflejan la realidad del producto".