Castilla La Mancha invertirá 18 millones para recuperar el olivar afectado por Filomena
La Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural ha puesto en marcha un plan de recuperación para el olivar en Castilla-La Mancha que consistirá en una ayuda específica de 18 millones de euros, con hasta 12.000 euros por beneficiario, para financiar la totalidad de los costes de arranque, plantación, poda en base o cruces de olivos, sobre todo de los olivares de bajo rendimiento, para recuperar de nuevo su potencial productivo tras el paso de la borrasca Filomena.
Así lo ha indicado el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, quien estuvo presente en el Comité Regional de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) celebrado en Toledo, y a cuyos miembros y su propio secretario general, Julián Morcillo, trasladó esta nueva iniciativa que ha sido muy bien acogida por la organización agraria.
Así, de las 443.000 hectáreas de este cultivo en Castilla-La Mancha, que es la segunda región productora de aceite en España con una media de 130.000 toneladas en las últimas seis campañas, se han visto afectadas alrededor de 100.000 hectáreas. En la provincia de Toledo se calcula que hay alrededor de 60.000 parcelas afectadas por el temporal de Filomena con mayor o menor grado de incidencia, de las cuales 17.000 hectáreas, explicó Martínez Arroyo, tienen la totalidad de los olivos secos y necesitaría arranque y plantación.
El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, ha explicado que todas las operaciones que los olivicultores han realizado desde la llegada de Filomena van a poder ser financiadas con esta línea de ayudas, donde sobre todo se han realizado trabajos de poda, para garantizar sanidad vegetal de este cultivo. Los afectados, ha manifestado el consejero de Agricultura, deben acreditar que la caída del potencial productivo es superior al 50% respecto al normal del olivar en campañas anteriores.
El objetivo, ha subrayado, es llegar con esta ayuda “a muchos olivicultores”, priorizando el olivar bajo rendimiento que es la base de este cultivo y dirigiéndose, sobre todo, a agricultores a título principal, a los jóvenes, las mujeres y las titularidades compartidas, siguiendo de esta forma la línea de trabajo que se mantiene con coherencia desde 2015 por el Gobierno de Castilla-La Mancha, apoyándose en la normativa existente, como el propio Estatuto de las Mujeres Rurales para esta priorización.