La agricultura 4.0 llega a Barcelona de la mano de Smart Faming Labs
La alimentación saludable requiere productos frescos de calidad y, para atender al mercado de forma eficaz, se necesita una cadena de valor alimentaria más eficiente y sostenible, que minimice el impacto medioambiental al tiempo que permita que los productos lleguen lo más frescos posible a nuestros hogares.
Un camino obligado para conseguirlo es la innovación en sistemas agrícolas que nos lleven a un modelo de agricultura más cercano, más sostenible y que genere riqueza y empleo de proximidad. Con este objetivo nace Smart Farming Labs, un nuevo concepto que supone una evolución en la agricultura de km 0 con un innovador modelo de negocio que verá la luz a finales de 2022.
En su primer emplazamiento, Smart Farming Labs – Barcelona, permitirá aumentar y optimizar la producción de frutas y hortalizas de alta calidad, de forma segura y sostenible, con posibilidad de ubicarse en diferentes municipios del Parc Agrari y otras zonas agrícolas de las comarcas más próximas al Área Metropolitana de Barcelona.
El proyecto desarrollado por la empresa catalana Smart Farming Labs, S.L., con la colaboración de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC) entre otros organismos, ha sido galardonado en los Premis Talent Cambra 2020 como mejor proyecto en la categoría de Agricultura i Ramaderia (Agricultura y Ganadería).
Smart Farming Labs se propone afrontar los retos de la demanda actual y el cambio climático con un nuevo concepto de HUB agroalimentario de alta tecnología, destinado a ofrecer productos de calidad cultivados en entornos agrarios cercarnos a grandes ciudades, con instalaciones con un grado máximo de sostenibilidad: cultivos de Km0 producidos con 100% de energías renovables que permitirán recuperar actividad agrícola sostenible de cultivos tradicionales que se han ido abandonando.
Instalaciones
La producción se basa en instalaciones mixtas, a campo abierto e invernaderos rígidos de última generación y tecnología, destinadas a explotadores agrícolas profesionales que, además de conseguir una protección contra las inclemencias meteorológicas y las plagas (invernadero), permite el control interno de todas las necesidades de los cultivos como temperatura, humedad, agua de riego, nutrientes, radiación solar, niveles de CO2, etc. El objetivo, con este tipo de tecnología, es conseguir las más altas producciones (kg/m2), con la mayor calidad y ZERO pesticidas.
Estas instalaciones, además, obtendrán su energía a partir de fuentes renovables, como la geotermia, la fotovoltaica y la biomasa/biogás con el fin de aprovechar los residuos orgánicos (deshoje y restos de plantas de cultivo) que se procesarán y se reutilizarán como combustible para necesidades de calefacción de los propios invernaderos.
Es importante destacar que estos espacios serán verdaderas máquinas de absorción de CO2, ya que cultivarán plantas de forma intensiva que captarán el CO2 de nuestra atmósfera de forma natural para realizar la fotosíntesis, representando, con el tiempo, una huella de carbono negativa.
El proyecto pretende ser un revulsivo para una zona agrícola como el Parc Agrari del Baix Llobregat (PABL), que no pasa por su mejor momento. Así nos lo comenta Joan Simó, coordinador del ámbito agroalimentario de la UPC: “Gran parte de la agricultura que se desarrolla en el PABL es horticultura y como pasa en el resto de Catalunya, los últimos años ha sufrido un gran retroceso tanto en superficie como en número de agricultores. Hace falta un cambio importante para poder atraer talento a nuestros campos, desarrollar una agricultura de alto valor añadido y que sea lo más sostenible posible con el medioambiente. Smart Farming Labs puede ser un punto de inflexión para esta zona”.
En estos invernaderos se podrá cultivar los 365 días del año todo tipo de hortalizas, algunas variedades de frutas, plantas de especias, plantas medicinales, plantas ornamentales, etc. Se plantea la implantación de invernaderos junto con áreas de cultivo a campo abierto, garantizando una integración ambiental y paisajística de la explotación respetuosa con el entorno.
Estiman la creación inicial de entre 210 y 350 puestos de trabajo, por lo que la formación del personal que se hará cargo de estas instalaciones es un punto fundamental del proyecto. Esta necesidad ha llevado al desarrollo, bajo el liderazgo de la UPC, de un plan de formación bajo unas instalaciones específicas, que permitirá preparar a todos estos trabajadores en el período de tiempo requerido y con las máximas garantías de calidad.
“Nuestro proyecto no se basa en una única y gran instalación sino en varias instalaciones o Campus distribuidos en diferentes municipios de Barcelona. Tenemos, como primer objetivo, el Parque Agrario del Baix Llobregat, pero ya estamos trabajando, en paralelo, en otras posibles ubicaciones en las comarcas más próximas al Área Metropolitana de Barcelona como son el Vallés Occidental, Vallés Oriental, el Maresme, etc., dando relevancia al producto de proximidad (Km 0)”, comentan los responsables de la empresa.