La superficie de patata en Europa podría descender un 15% en 2021
La caída en la demanda de patata para transformación y los condicionantes que plantean los cambios a nivel normativo en la conservación del tubérculo, dibujan una campaña de transición en el continente europeo.
La NEPG (North-Western European Potato Growers), asociación formada por los cinco países productores de patata más grandes de Europa, ha difundido un análisis sobre la situación de la campaña y las previsiones que maneja de cara al año próximo. Para la NEPG es previsible que la superficie de patata en Francia, Bélgica, Holanda, Alemania y Reino Unido caiga al menos un 15% la próxima primavera. La razón es el acusado descenso de la demanda por parte de las industrias de transformación que, a su vez, se han visto impactadas por un menor consumo debido a la pandemia.
El bajo nivel de precios de la patata para industria en el mercado libre ya refleja esta coyuntura desde hace semanas. El índice de referencia Belgapom de precios para patata de industria marcaba a fecha 23 de octubre un nivel medio de 50 €/t (0,05 eur/kg).
Por otro lado, las industrias europeas y de Estados Unidos tienen la intención -según la NEPG- de suscribir menos contratos en 2021 debido a que planifican una campaña con menores necesidades de materia prima por la caída en el consumo de patata procesada, lo que reducirá la superficie sembrada bajo contrato y alentará el interés de los compradores por la patata en el mercado libre.
A estos factores, este año hay que sumar las restricciones al uso de productos antigerminantes como ha sido el caso del CIPC. Foto: Europatat.
Una campaña con un potencial de 27,9 Mt de patata
Según las estimaciones de la NEPG, la campaña de patata en los cinco países que la conforman tendría un potencial de cosecha estimado en 27,9 millones de toneladas (Mt). Esta cifra supone un 4,5% más que la campaña anterior, siempre en el caso de que se llegaran a recoger todas las patatas que hay sembradas. No obstante se ha reportado la existencia de zonas en la parte occidental de Bélgica y en el Reino Unido donde parte de la cosecha está en duda, debido al retraso que acumulan las tareas de recolección por la climatología adversa.
En los últimos 5 años, estos países han incrementado de forma exponencial su superficie dedicada al cultivo de patata de consumo. En el caso de Francia este aumento se cifra en el 14% mientras que en Alemania la subida ha sido del 10%. La crisis que ha provocado el COVID-19 ha chocado de lleno con esta estrategia de incremento de la oferta y desde la NEPG no se esperan cambios sustanciales en este sentido para 2021. Otro factor que abunda en estas previsiones poco optimistas es la salida de Reino Unido de la UE y de qué manera las negociaciones sobre el Brexit van a influir en este mercado.
A estos condicionantes, este año hay que sumar las restricciones al uso de productos antigerminantes como ha sido el caso del CIPC. Su prohibición en Europa ha hecho que muchos agricultores se estén planteando la posibilidad de reducir la producción de patata para su conservación durante un periodo de tiempo prolongado, a causa de los mayores costes que acarrea este cambio normativo.
La disponibilidad de nuevos productos es limitada y los tratamientos alternativos que se están empleando, aparte de más caros, resultan más complicados en su manejo que el CIPC. Por esta razón, la NEPG considera que se trata de una campaña de transición a la espera de una mayor certidumbre en cuanto a la evolución del mercado y de las condiciones de almacenamiento de la patata en Europa.