"Las inversiones son cada vez mayores, debido a la necesidad de dimensionamiento de las explotaciones, puesto que es necesaria una maquinaria más moderna y eficiente"
Entrevista a Óscar Rojo, responsable del Departamento Agrario de Caja Rural de Zamora
La financiación en el sector agrario es una de las piezas estratégicas dentro de la actividad, cuya evolución en los últimos años ha ido en paralelo a las nuevas necesidades de los profesionales del campo. Para conocer cómo ha sido este proceso de adaptación y el momento actual que atraviesa la financiación en el agro, hablamos con el responsable del Departamento Agrario de Caja Rural de Zamora, una de las entidades financieras que más se distingue por su vocación de servicio hacia el medio rural.
En 2017, más de un 70% de los profesionales del campo en España recurrieron a la financiación privada mientras que la media europea fue del 30%. ¿Existe una demanda cada vez mayor de financiación por parte de agricultores y ganaderos? ¿Cuáles serían las principales razones?
Sí, existe una demanda cada vez mayor. Esto es debido al dimensionamiento de las explotaciones, puesto que los costes de producción cada vez son más elevados, reduciéndose el margen de beneficios al agricultor y ganadero, por lo que es necesario realizar inversiones para dimensionar y modernizar las explotaciones.
En general, ¿qué nivel de solvencia ostenta actualmente un agricultor/ganadero de una explotación de tamaño medio en su zona de influencia? ¿La morosidad en este sector se puede equiparar a la mayoría de sectores productivos?
Por su experiencia, ¿qué tipo de necesidades son más recurrentes en lo que atañe a la financiación dentro del sector agrario? ¿La casuística ha ido cambiando de forma sustancial en los últimos años?
Coexisten varias necesidades: realización de inversiones para ampliar las explotaciones y circulante para poder realizar la actividad agraria. En los últimos años las inversiones son cada vez mayores, debido a la necesidad de dimensionamiento de las explotaciones, puesto que es necesaria una maquinaria más moderna y eficiente. Hay años donde se crean nuevas necesidades producidas por los efectos climatológicos como la sequía o las inundaciones.
¿En qué medida han ido adaptándose los productos financieros a la actividad agrícola y ganadera y qué nivel de especialización se ha alcanzado en la banca agro en España? ¿Qué tipo de productos suelen preferir los empresarios de este sector?
La Banca agro ha ido ampliando sus productos para cubrir las necesidades de la actividad agrícola. Como tal no existe una preferencia en el tipo de producto, evoluciona en función de las necesidades que tenga el agricultor-ganadero. En el caso de las inversiones son los préstamos y para circulante estaríamos hablando de anticipos de la PAC y cuentas de crédito.
La Banca agro en España más que especializarse ha pretendido vincularse con más fuerza a un sector que presentó unos resultados y un balance muy positivo en la última crisis del 2008. Para Caja Rural no existe el oportunismo financiero en el mundo rural, somos rurales con orgullo y siempre hemos estado al lado del campo porque formamos parte de él.
¿Las condiciones de financiación que se fijan para este sector son más ventajosas si las comparamos con otro tipo de negocios? ¿La PAC sigue siendo la principal garantía para el acceso al crédito en el sector primario?
Suelen ser más ventajosas, entre otras cosas por las líneas de financiación específicas que las entidades tienen para el sector agrario, y también por los préstamos bonificados que las administraciones públicas convocan para el sector (sequia, inundaciones, etc...). Efectivamente, la PAC es la principal garantía para el acceso al crédito en el caso de circulante, mediante los anticipos de la PAC.