Recoge los datos facilitados por 2.627 agricultores de España, Alemania, Eslovaquia, Francia, Polonia, Portugal, República Checa y Rumanía
Un estudio asegura que no existen efectos adversos por el cultivo de maíz transgénico en la Unión Europea
La Fundación Antama se hace eco de los resultados de este informe publicado a finales de abril que concluye que "el cultivo de maíz Bt ha disminuido significativamente la necesidad de usar insecticidas y ha aumentado la producción".
La revista PLOS ONE ha publicado el informe 'Results from ten years of post-market environmental monitoring of genetically modified MON 810 maize in the European Union' que recoge un exhaustivo monitoreo ambiental del cultivo de maíz Bt en el marco comunitario posterior a la comercialización, un análisis de datos que abarca un periodo de 10 años (2006-2015).
El informe incluye los resultados obtenidos por la realización de cuestionarios a agricultores cultivadores de maíz Bt durante los 10 años mencionados, así como una exhaustiva búsqueda de literatura sobre la materia. Los objetivos de este informe son dos. El primero, estudiar si los supuestos en la evaluación de riesgos ambientales sobre la aparición e impacto de posibles efectos adversos del cultivo de maíz Bt, o su uso, eran correctos. El segundo, identificar cualquier efecto adverso de esta variedad modificada genéticamente o de su uso en la salud humana, animal o del medio ambiente que no hubiera sido previsto con anterioridad.
Las características de monitoreo relacionadas con el medio ambiente y la vida silvestre no revelaron diferencias significativas entre el maíz Bt y el maíz convencional.
El análisis de los datos reportados por los agricultores en 2.627 entrevistas, en ocho países europeos (Alemania, Eslovaquia, España, Francia, Polonia, Portugal, República Checa y Rumanía) en el período 2006–2015 "no ha revelado ningún efecto adverso" asociado con el cultivo del maíz Bt (variedades comerciales de maíz que incluyen la modificación genética MON810).
Las respuestas de los agricultores confirmaron que "el cultivo del maíz Bt ha supuesto una optimización significativa en el uso de fitosanitarios, una protección eficiente contra las plagas objetivo y una mayor producción en comparación con el maíz convencional".
Los datos demuestran también que el cultivo de este maíz biotecnológico "ha reducido la susceptibilidad a enfermedades y plagas en comparación con el maíz convencional". Las características de monitoreo relacionadas con el medio ambiente y la vida silvestre no revelaron diferencias significativas entre este maíz y el maíz convencional.
Las búsquedas bibliográficas identificaron un "conjunto completo de publicaciones que abordan la seguridad ambiental y los aspectos de seguridad de alimentos y piensos del maíz Bt. El estudio de la literatura revisada por pares no ha revelado ningún efecto adverso que cambiara las conclusiones de la evaluación de riesgo inicial que demostraron la seguridad de este maíz Bt".
Estos resultados están en línea con la evaluación de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) respondiendo a la solicitud de renovación de esta -modificación genética en 2007, que confirmaba las conclusiones de la evaluación de seguridad original: "… MON 810 es tan seguro como su contraparte convencional con respecto a los posibles efectos sobre la salud humana y animal.
El Panel de la EFSA sobre Organismos Modificados Genéticamente también concluye que "es improbable que el maíz MON 810 tenga algún efecto adverso sobre el medio ambiente en el contexto de sus usos previstos...". Los resultados de este informe son "consistentes también con el historial de uso seguro de la modificación genética MON 810 durante 17 años (2003-2019) en la Unión Europea".