Brasil pone en peligro 15.000 toneladas de ciruelas españolas
Unión de Uniones critica el incumplimiento del principio de reciprocidad en los productos agrarios procedentes de terceros países
La organización agraria propugna que el principio de reciprocidad es clave para la defensa del modelo agrario europeo.
Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, ante las declaraciones realizadas por el ministro Luis Planas en la última Videoconferencia de Ministros de Agricultura celebrada el pasado 8 de junio sobre la defensa del principio de reciprocidad, critica que no se estaría cumpliendo y pide al Ministerio que inste a la Comisión para que tome cartas en el asunto.
Unión de Uniones, quien ya viene señalando esta situación, insiste en la importancia de respetar las mismas condiciones de producción para evitar el encarecimiento de los productos agrarios europeos y fomentar la competencia desleal.
Este principio de reciprocidad, a juicio de Unión de Uniones, se debería respetar tanto en una dirección como en otra y pone el ejemplo de lo sucedido en Brasil con la ciruela española a la que se le exige un certificado fitosanitario que acredite su tratamiento con bromuro de metilo e inspeccionado y libre de Lebesia Botrana, prohibido en la Unión Europea, cuando el Bromulo de metilo es un producto altamente perjudicial para la salud humana y el medioambiente y prohibido su uso desde hace unos 15 años.
La organización critica esta situación que pone en peligro la exportación de cerca de 15.000 toneladas de ciruelas de media anual cuando, por otro lado, en Europa se permite la entrada de productos procedentes de Brasil a pesar de su tratamiento con productos, a priori, no permitidos.
El caso del dimetoato y las cerezas en Francia
Por otro lado, Unión de Uniones ejemplifica el caso de Francia, donde se ha dado la prohibición del Dimetoato –igual que en España– para la lucha contra la Drosophila suzukii, a pesar de que esta prohibición, aun estando aprobada desde junio de 2019, la Comisión Europea aún no lo ha reflejado en el nuevo reglamento.
Francia, que principalmente importa cerezas desde España y Alemania donde también está prohibido el uso del dimetoato, ha visto cómo los costes de producción de su cereza, al igual que las españolas, se han incrementado porque sus agricultores no disponen de este y, en consecuencia, han visto reducida considerablemente su superficie de cultivo, un proceso que se apunta también para nuestro país.
Unión de Uniones considera que este hecho es paradójico, ya que se permite la entrada de cerezas de países terceros tratadas con este producto, lo que favorece la competitividad de este sector en ellos, mientras que en las zonas productoras de la Unión Europea deben reconvertir el cultivo por el incremento de los costes de producción y no poder competir con las producciones importadas.
La organización considera que son dos muestras más de la necesidad de que la Unión Europea defienda su modelo de agricultura frente a países que no respetan las exigentes normas europeas y señala que situaciones similares se pueden extender a requisitos ambientales, de bienestar animal o, incluso, de protección de los derechos y dignidad de las personas.
Unión de Uniones sostiene que el principio de reciprocidad es clave para la defensa del modelo agrario europeo. De acuerdo con esto, pide al Ministerio que forme las alianzas que sean pertinentes con aquellos Estados igualmente afectados para hacer un frente común que impulse la exigencia del respeto al principio de reciprocidad para asegurar tanto que los consumidores europeos se benefician de altos estándares de calidad y seguridad, sea cual sea el origen de los productos, y para que estos estándares se extiendan a países terceros para promover beneficios globales.