La siembra todavía no ha concluido en algunas zonas donde se ha optado por ciclos más cortos de lo habitual
Los agricultores españoles siguen apostando por el cultivo de maíz
En la campaña que comienza se han sembrado cerca de 351.000 hectáreas de este cultivo en toda España, mientras que en el conjunto de Europa las previsiones auguran un aumento de la producción a pesar de la sequía que ha dificultado las siembras de forma generalizada.
La siembra de maíz está a punto de finalizar en España con un retraso acumulado de varias semanas respecto al calendario habitual del cultivo. La imposibilidad de hacer las labores preparatorias del terreno debido a las constantes precipitaciones desde mediados de marzo, ha provocado que el maíz se haya implantado más tarde de lo habitual en muchas zonas.
En estos casos, el agricultor ha tenido que decantarse por utilizar ciclos cortos con el fin de adaptarse a la integral térmica que necesita el cultivo. En Castilla y León, ciclos como FAO 300 albergan actualmente un potencial productivo que si bien es algo inferior al de los FAO 400 ó 500 convencionales, ofrece unos rendimientos aceptables.
Óscar Sobrino, delegado comercial para León y Benavente en Corteva Agriscience (Pioneer Hi-Bred), confirma que las siembras en estas zonas se han efectuado de forma escalonada desde primeros de marzo hasta ahora. "Todavía quedan parcelas por sembrar en varias provincias de Castilla y León, ya que la decisión de sembrar maíz ya estaba tomada y se ha mantenido", asegura.
En este sentido, Sobrino cree que ante la imposibilidad de "diversificar" con otros cereales por las condiciones adversas del invierno, las escasas alternativas que existen en regadío y los altos rendimientos que ofreció el maíz la campaña pasada, "los agricultores han preferido cambiar la semilla que habían adquirido antes del confinamiento por el COVID-19 y se han ido a ciclos de maíz más cortos".
Además de temperatura, el maíz exige agua para su producción. Este año, las necesidades parecen cubiertas y este ha sido un factor determinante para que la intención de siembra no se haya resentido en muchas zonas de España. A pesar de que los costes de producción de este cereal, y el precio al que cotiza en el mercado, hacen que la cuenta sea muy ajustada y los márgenes cada vez más estrechos para los agricultores.
En León, la superficie puede alcanzar este año las 75.000 hectáreas (+7% vs. 2019) en una provincia en la que este cultivo es el rey. No en vano es la que alberga la mayor cantidad de hectáreas de toda España, convirtiendo a Castilla y León -junto a Zamora y Salamanca principalmente- en la comunidad más maicera del país.
Este año, Aragón se sitúa en segundo lugar a nivel nacional al alcanzar prácticamente las 100.000 hectáreas y elevar un 21% la superficie de cultivos según han informado medios locales. Se trata de la alternativa más extendida actualmente en los regadíos del Valle del Ebro.
En Francia, la producción de maíz en la campaña 20/21 crecerá por encima del 10% y rozará los 15 Mt.
La producción de maíz en Europa se estima que suba un 2% respecto a 2019/2020
Según el último informe de previsiones publicado por la Comisión Europea, el cultivo de maíz en España ocuparía este año un total de 351.000 hectáreas (ha), lo que supondría 8.000 ha menos respecto a 2019 (-2,2%). En la Unión Europa se espera alcanzar un total de 8,8 millones de ha, apenas un 0,7% menos en comparación con la campaña anterior.
A nivel europeo, las estimaciones de producción de maíz para la campaña en curso es que se obtengan 71,4 millones de toneladas (Mt), un aumento del 2% sobre la 19/20 pero del 9% en relación a la media ajustada de los últimos 5 años. En Francia la producción crecerá por encima del 10% hasta rozar los 15 Mt, mientras que en España se espera que la cosecha sea muy similar a la última campaña, sobre los 4,2 Mt.
La ausencia de lluvia durante el mes de abril ha hecho que los agricultores europeos hayan preparado el lecho de siembra en condiciones difíciles por la dureza del terreno. Por este motivo, la siembra y posterior emergencia del maíz se ha producido de forma no del todo óptima en muchas zonas de Europa.
Las precipitaciones registradas a partir de mayo han sido un bálsamo para paliar la situación en las regiones más afectadas por la sequía, como por ejemplo en zonas de Rumanía, Bulgaria, Ucrania, Alemania, este de Polonia, Lituania, Hungría y la región del Veneto en Italia. No obstante la necesidad de agua sigue existiendo para el correcto desarrollo del cultivo en las próximas semanas.
En el lado opuesto se ha encontrado España, con el mencionado condicionante del retraso en las siembras por exceso de lluvia, y Francia, donde las precipitaciones también han sido muy generosas sobre todo en el suroeste del país y cuya superficie total de maíz ha aumentado de forma significativa hasta las 1.674.000 ha por las 1.519.000 ha del año pasado.
La caída en el consumo de etanol y el descenso en el precio de la cebada, dos factores bajistas para la cotización del maíz en los mercados.
El mercado descuenta la elevada disponibilidad de maíz y el menor consumo previsto
Sobre la evolución del mercado, el maíz no es ajeno al comportamiento del resto de los cereales en las últimas semanas. Las previsiones de una abundante cosecha en el Hemisferio Norte y de un amplio stock a final de campaña, están presionando la cotización de esta materia prima en los principales mercados mundiales.
Según los últimos datos del USDA se espera que la producción mundial alcance los 1.186,86 Mt, lo que supone un récord, con aumentos en Estados Unidos, Brasil, Ucrania, Mexico y Canadá. La previsión para esta campaña 2020/2021 es que las importaciones de maíz en la UE desciendan como consecuencia de una producción al alza y un menor consumo interno.
Debido al bajo precio del maíz en todo el mundo, la Comisión Europea ha implementado recientemente un arancel a las importaciones de maíz, mecanismo que pretende proteger a los productores de la Unión Europea.
Iván Álvarez, director de Asegrain, asesoría agraria con sedes en León y Madrid, confirma que en estos momentos se están cerrando operaciones hasta el mes de diciembre con el maíz a precios “muy competitivos”. La caída en el consumo de etanol y el descenso en el precio de la cebada que ha desplazado al maíz de las formulaciones para pienso, son los dos factores que -a su criterio- más están influyendo en este abaratamiento del grano.
"El agricultor poco puede hacer ante este escenario de precios deprimidos, pero tiene en su mano lograr la máxima producción a los menores costes posibles para mantener la rentabilidad de su negocio", asegura Álvarez. Asimismo cree que con la tecnificación del riego y el potencial de las nuevas variedades, el maíz es "un cultivo que sigue siendo rentable y que supera a las pocas alternativas que existen en regadío".
Para el director de Asegrain, herramientas como los contratos de futuros pueden ser una opción para "obtener un mayor retorno por su cosecha", al igual que ya sucede en otros países europeos. En este sentido, este tipo de vías de comercialización están todavía poco explotadas por parte de los agricultores en España. En Francia, Inglaterra, Alemania y otros países centroeuropeos, es muy común utilizar los contratos de futuros para gestionar los precios de las mercancías, e incluso en Europa del Este, los exportadores venden los trigos relacionados a los futuros de trigo europeo de Euronext (o Matif).