Los contratistas arrancan la campaña pendientes de los desplazamientos

La campaña de recolección de los cultivos cerealistas comienza con muy buenas previsiones de cosecha. En los campos de la mitad sur peninsular ya pueden observarse cosechadoras trabajando, algunas de ellas llegadas desde otros puntos de la geografía nacional. Son los contratistas, profesionales especializados en este tipo de servicios agrícolas que este año se han puesto manos a la obra aliviados por la prórroga de las ITVs en sus máquinas, pero pendientes de cómo realizar los desplazamientos en el escenario actual marcado todavía por el estado de alarma.

La campaña de recolección del cereal ya está en marcha en España. Desde la segunda quincena de mayo y hasta el próximo mes de agosto, las cosechadoras invaden los campos dispuestas a recoger la siembra realizada meses atrás.

Como siempre, y debido a las muy diferenciadas condiciones meteorológicas existentes en nuestro país, el proceso transcurre de sur a norte en un recorrido que supera el millar de kilómetros en línea recta. La tarea de la recolección es muy específica y el inevitable proceso de mecanización —refiriéndonos al cereal— es demasiado costoso para muchos agricultores, por lo que optan por encargársela a terceros —ya sean familiares, amigos, vecinos— o bien a empresas de servicios agrícolas que, en algunos casos, viajan desde otras comunidades.

Ellos prefieren llamarse contratistas, “porque empresas de servicios hay muchas y de todo tipo, por ejemplo las que se dedican a la jardinería, y poco tienen que ver con nosotros”, puntualizan. La mayor parte se localizan en Andalucía, Castilla y León y Extremadura, comunidades donde precisamente el cereal es uno de los principales cultivos, aunque obviamente pueden realizar también otros muchos trabajos relacionados con el campo. De hecho, además de los equipos para la recolección suelen disponer también de tractores y un amplio y variado abanico de implementos.

¿Cuántos contratistas hay en España? Pregunta sin respuesta conocida. Ni siquiera desde Amaco-Anesa, asociación nacional con 380 socios, desde autónomos hasta cooperativas, lo saben a ciencia cierta. Ello se debe al indeterminado número de 'profesionales' que realizan estos trabajos, especialmente los de recolección, sin estar dados de alta en ningún registro oficial.

“La competencia desleal es un problema que se sabe que está ahí, pero que no se quiere ver”, señalan desde Amaco-Anesa. “Hay muchos agricultores que son empresas de servicios camuflados. Un agricultor puede tener hasta un 20% de sus ingresos procedentes de trabajos agrícolas vecinales”. La forma de atajar estas prácticas desleales “es fácil”, a juicio de esta asociación, basta con “detectar el consumo de gasóil y justificar dónde se ha estado trabajando”. También sugieren la posibilidad de reclamar a la propiedad de la parcela la factura por los servicios solicitados. Y van más allá aún: "¿Cómo se puede dar una ayuda a un agricultor para una cosechadora de 350.000 hectáreas con solo una finca de 100 hectáreas?".

Tienen claro que si no se hace lo suficiente al respecto para tratar de solucionar este grave problema es porque “el Ministerio de Agricultura es un ‘ministerio de agricultores’ y no les quieren tocar”.

Antes de iniciar la circulación por algún tramo de autovía, deberá avisar por teléfono al Centro de Gestión de Tráfico (CGT) que corresponda, según la provincia donde esté situado el tramo de autovía en cuestión.

Con el arranque de la campaña del cereal han visto cómo ha sido atendida una de sus reivindicaciones. A partir de la declaración del estado de alarma (14 de marzo), las estaciones de Inspección Técnica de Vehículos (ITV) fueron cerradas al público y este tipo de maquinaria necesita una autorización especial para circular. Finalmente, la Orden SND/413/2020, publicada en el Boletín Oficial del Estado el 16 de mayo, prorroga hasta el 10 de noviembre los certificados de inspección técnica periódica de los vehículos agrícolas destinados a labores en el campo.

Este plazo es considerado insuficiente por Unión de Uniones teniendo en consideración que son muchas las inspecciones que se quedaron pendientes. Según la organización agraria, las ITV móviles para la maquinaria agrícola suelen pasar una vez al año en los diversos municipios agrarios y su cierre dificultaría la reprogramación y considera que la prórroga otorgada hará que aquellos equipos que ya no se volverán a usar hasta la próxima campaña agrícola de 2021 y que, por tanto no circularán, esperarán el año próximo a pasar la ITV.

Resuelto al menos temporalmente el problema de la ITV, el otro gran obstáculo que afrontan es la movilidad. Enviaron un escrito al MAPA para saber qué sucedería con estos trabajadores esenciales que tienen que desplazarse de un municipio a otro de diferentes provincias. En el caso de los contratistas, el viaje se produce entre comunidades y además han de tener una condiciones adecuadas poder comer y pernoctar tras jornadas de muchas horas con servicios de recolección que pueden superar las 50 ha diarias. En líneas generales, no han encontrado limitaciones adicionales a las propias de la situación en la que nos encontramos a nivel general.

Iniciado el proceso de desescalada en toda España, las dificultades se extienden a la movilidad de la maquinaria. En este sentido, la Instrucción 20/TV-108 del Ministerio del Interior, a raíz del estado de alarma, recoge medidas que suponen la exención de obtención de autorización para la circulación de determinados vehículos, entre ellos los especiales agrícolas, y sus conjuntos y la extensión de la vigencia de las autorizaciones cuyo plazo finalice durante la vigencia del estado de alarma y sus prórrogas.

Amaco-Anesa es miembro de la Red Rural Nacional, plataforma integrada a fortalecer alianzas, divulgar experiencias y confrontar un escenario común. También pertenece a CEETAR, la Confederación Europea de Contratistas Agrícolas, Rurales y Forestales, fundada en 1961 y que representa a unas 150.000 empresas y 600.000 trabajadores.

En este foro ha podido comprobar que los problemas más acuciantes para los contratistas en España son extensivos a nivel europeo, especialmente los relativos a los precios justos por sus productos, la falta de ayudas, el control de las explotaciones y las superfices de trabajo, las dificultades para encontrar mano de obra cualificada, la competencia desleal o las limitaciones para la circulación por las vías públicas.

Amaco-Anesa, reconocida por el MAPA como interlocutor válido en representación de sus asociados, ofrece entre sus servicios información sobre la movilidad y el tránsito de vehículos y profesionales, sobre contratación de seguros, devolución del gasóil, Plan Renove, nuevas tecnologías, etc.

3.000 euros en seguros antes de arrancar

La recolección mecanizada, sea del cultivo que sea, se ha convertido en un proceso muy especializado... y costoso. Además de la inversión que supone la adquisición de una máquina de tipo medio (que puede rondar los 200.000-300.000 euros), los contratistas deben hacer frente a una serie de gastos fijos antes del inicio de cada campaña. Según estimaciones de Amaco-Enesa, solo en contratación de seguros pueden rondarse los 3.000 euros por cada máquina: 150 euros de seguro de responsabilidad civil obligatorio, 450 € por la responsabilidad civil de explotación y 2.300 € del seguro a todo riesgo. Son cifras aproximadas, que varían en función del asegurador e incluso de la personalidad jurídica del asegurado.