Entrevista con el director de la empresa mallorquina, referente nacional en exportación de patata extratemprana
Joan Company (Esplet SAT): “La prohibición del clorprofam puede ser una buena oportunidad para la patata temprana española”
El sector de la patata se enfrenta a una nueva campaña plagada de retos, como son los cambios en la dinámica del mercado nacional y europeo a causa del coronavirus o la adaptación que las empresas deben experimentar ante la supresión del clorprofam (CIPC), la materia activa más utilizada en el almacenamiento de este tubérculo en todo el continente. Para analizar estos factores y tratar de vislumbrar lo que puede pasar en los próximos meses, hablamos con Joan Company, director de la empresa Esplet SAT, con sede en Sa Pobla (Mallorca), productor de patata con una amplia experiencia en este sector y gran conocedor de los mercados exteriores.
“La evolución del consumo de patata creo que irá ligada a la evolución del canal Horeca, un sector muy importante en España”.
¿Cómo se ha desarrollado la campaña de patata en Baleares y cómo se plantea el inicio en las zonas tempranas de Murcia y Andalucía, desde el punto de vista productivo y comercial?
La patata extratemprana de Baleares sigue su curso exportador y ha tenido una evolución parecida a la que sufrirán el resto de regiones. La gestión del cultivo no ha sido fácil por las lluvias de las últimas semanas. La calidad ha sido y es buena en general.
Desde el punto de vista comercial se está notando la problemática del COVID-19. Con la hostelería y restauración cerradas a nivel europeo, las ventas con este destino han sido y son prácticamente muy bajas. Ello ha influido en las ventas de la patata nueva y ha generado un excedente en las patatas almacenadas en cámaras destinadas a este segmento de mercado. Las ventas a hogares han aumentado, pero no han compensado la bajada del canal Horeca.
¿Qué previsión puede hacer para el resto de zonas que comenzarán a sacar patata en verano, caso de Castilla y León y zonas del norte de la península?
La evolución del consumo de la patata creo que irá ligada a la evolución del sector de la hostelería y restauración, un sector muy importante en España. El desconfinamiento por el coronavirus y posibles repuntes de las infecciones, no permite ser optimista en este punto. Creo que será una campaña complicada para el sector de la patata.
¿Qué problemática puede causar al sector en España la prohibición de la materia activa clorprofam (CIPC) prevista para este año?
La prohibición del clorprofam motiva una mayor problemática en la conservación de patata y lógicamente en la calidad de una buena conservación. Habrá que ver el funcionamiento de los productos que lo pueden sustituir. Los técnicos opinan que no hay ningún producto en el mercado en estos momentos que lo pueda sustituir con su eficacia y su coste.
Esta problemática puede afectar a las empresas que hacen conservación de patata en España. El impacto puede ser importante en Francia; habrá que ver cómo conservarán las patatas y su calidad. Si la calidad baja, es una buena oportunidad para la patata temprana española.
¿Es por tanto una oportunidad para incrementar la producción y al mismo tiempo la exportación de patata a la Unión Europea y otras zonas?
Esta problemática puede suponer una nueva oportunidad para la patata fresca. Si el sector sabe aprovecharlo, puede existir una oportunidad para acciones de márketing al respecto.
La tendencia general de un menor uso de productos químicos en el sector agroalimentario es una realidad. Habrá que saberla aprovechar. No debemos olvidar que las empresas que se dedican a conservación de patata tampoco querrán perder su negocio y buscarán soluciones alternativas.
